Patricia Cadaval, hija de César de Los Morancos, abre el álbum de los últimos días de su luna de miel con Pablo Cacace Vaca

A punto de cumplirse un mes desde que se dieron el ‘sí, quiero’, Patricia Cadaval, hija de César de Los Morancos, y Pablo Cacace Vaca ponen fin a una idílica luna de miel. Tras convertirse en marido y mujer en una boda religiosa celebrada en el Real de la Jara, un pueblo de Sevilla, con muchos rostros conocidos, la pareja ponía rumbo a la Polinesia Francesa.

A 15.000 kilómetros de la capilla que vio a la hija de César Cadaval vestida de blanco -un vestido firmado por Cherubina y que fue regalo de su tío, Jorge de Los Morancos-, la pareja disfrutó de sus primeros días de matrimonio en playas de arena blanca y aguas cristalinas donde, además, disfrutaron de varias actividades acuáticas.

Ya a comienzos del mes de junio, Patricia presumía de algunas postales que estaba visitando junto a su marido. “Igual perdemos el vuelo de vuelta”, bromeaba la hija del humorista. Por aquel entonces habían visitado ya la isla de Moorea y Rangiroa, donde pudieron realizar actividades como snorkel y ver fauna marina como los tiburones martillo o las mantarrayas.

Pero no había hecho más que comenzar. Tal y como ha mostrado de nuevo Patricia en su cuenta de Instagram en la recta final de estas idílicas vacaciones, la siguiente parte del viaje les llevó a Taha’a y Bora Bora. “En realidad nos volvemos que esto es carísimo y todavía tienen que aprender a enfriar bien las cervezas”, rescatando así la broma del anterior post.

La isla de Taha’a, al norte de la Polinesia Francesa, destaca por tener forma de flor, un característico olor a vainilla por sus plantaciones y estar poblada todavía de vegetación virgen. Dicen de ella que parece haberse parado el tiempo. En esta isla se pueden visitar granjas de perlas y hacer senderismo para sumergirte en esa vegetación.

Justo enfrente, la isla de Bora Bora, la más icónica y conocida de toda la Polinesia Francesa. La isla regala el placer de disfrutar de sus playas de arena blanca bañadas por aguas cristalinas. Destacar también su impresionante laguna de aguas turquesas rodeada por una barrera de coral. Es, sin duda, la isla más lujosa de la Polinesia y uno de los lugares por excelencia para escapadas románticas como es una de miel.

El escenario perfecto que pone el broche de oro a la luna de miel de Patricia Cadaval y Pablo Cacace Vaca, que vuelven a España para, ahora sí, comenzar su vida matrimonial. Pero el aterrizaje en la vida real no ha sido tan forzoso ya que, nada más tocar tierra, la pareja ha podido volver a saborear el día de su boda.

Tras un par de post con imágenes paradisíacas, Patricia ha compartido en su cuenta de Instagram las fotografías oficiales de su enlace, trabajo de la fotógrafa Mónica Ortega. En ellas se puede ver a los novios prepararse antes de pasar por el altar, momentos íntimos con sus familiares y amigos más cercanos con quienes compartían los nervios en un día que nunca olvidarán. También la ceremonia, el primer beso tras darse el ‘sí, quiero’ y la celebración posterior.