A Coruña: 5 imprescindibles de la gastronomía hipster
La nueva alta cocina gallega reinventa las recetas tradicionales y eleva el 'pulpo a feira' a categoría estelar. Todos quedan contentos, del sibarita moderno al 'gourmet' callejero
Regla número uno para sobrevivir a una ruta de tapas y copas por A Coruña: si tus anfitriones gallegos te ofrecen 'licorca' (licor café) recuerda que juegas en su terreno. Te van a tumbar. No importa cuántos licores hayas probado hasta ahora, los gallegos tienen el secreto -desde época de meigas y queimadas- para destilar brebajes que noquean. Sus maestros cocteleros ahora gastan barba moderna, pero el efecto es el mismo. Del clásico ‘pulpo a feira’ se ha pasado a la nueva alta cocina gallega que reinventa las recetas tradicionales y gana estrellas Michelin. Para los 'gourmets' callejeros, el epicentro gastronómico de A Coruña se encuentra en el casco viejo, entre la plaza María Pita y las calles Franxa, Barrera y Galera. Y para los sibaritas modernos, ahora el núcleo 'cool' se ha instalado en el barrio de Orzán, con restaurantes, pubs y locales que aúnan interiorismo 'trendy', cercanía al mar y buena cocina. Estas son las claves del buen comer y el buen beber de A Coruña.
Arallo Taberna (Plaza María Pita, 3)
El chef Iván Domínguez -responsable de la estrella Michelin en los fogones del restaurante Alborada- acaba de abrir en el casco viejo de la ciudad su apuesta más arriesgada y canalla: Arallo Taberna. Adiós mesa, hola barra donde compartir platos informales, comer con las manos y charlar con desconocidos. Se define como una “#cocinacontaminada” de influencias, texturas y sabores”.
De estética industrial y cocina abierta al público, la carta propuesta por Iván Domínguez y ejecutada por el jefe de cocina Cristian Santiago Breijo se divide entre 'sólida' -con productos de temporada y frutos del mar como protagonistas- y 'líquida', con una extensa variedad de vinos, cervezas y licores 100% gallegos. Entre sus sugerentes platos encontraremos curry de 'choupas', croquetas niguiri de merluza en salsa, salpicón de 'peixe' azul curado y 'siomay' de congrio en 'caldeirada'. Atención al cóctel Café Pasión, guindilla incluida.
La Urbana Bar (Rúa Pastoriza, 10)
Lo que antiguamente era una taberna de esas a las que solo entraban los valientes en un barrio poco frecuentado hoy se ha transformado en un bar-boutique en el Soho coruñés. Estructuras de acero, madera envejecida y taburetes de cuero dan un aire al mismo tiempo 'vintage' y moderno a este local de extraordinaria iluminación y cuidado interiorismo que compite con la acogedora terraza.
La propuesta gastronómica de La Urbana está en manos del chef italiano Vicenzo Ameddeo, que desliza toques calabreses en sus recetas internacionales con materia prima gallega. Nota importante: platos del día a seis euros. ¿Dónde se ha visto eso? Imprescindibles: la variedad de hamburguesas de vaca vieja, el concurso de tapas de picadillo que se celebra en otoño, las tostas calientes y las croquetas caseras elaboradas con productos autóctonos.
Barbería Bar (Rúa Orzán, 15)
Los ‘tapintxos’ -a medio camino entre la tapa y el pintxo- son la especialidad de este bistró bohemio, de estética 'hipster' -muñecos Clicks y fotos de barbudos incluidos- y cocina exigente en el barrio de moda de la ciudad. Conviene reservar previamente si se quiere disfrutar de la auténtica experiencia ‘barber’ con el menú degustación a 20 euros y su desfile de siete platos y un postre para disfrutar con calma y tiempo. Todos los postres son recetas caseras de la 'mamma' del cocinero. El tiramisú de café simplemente hace que se salten las lágrimas. Entre las 'delicatessen' que se pueden probar en su menú degustación destacan las setas 'shiitake' confitadas con puré de patata, emulsión de espinacas y tierra (hecha con semillas) que parece un cuadro al óleo en plato, y el lagarto ibérico (cerdo) a la plancha con pesto rojo y salsa de grelos. Pero la Barbería no se queda solo en el buen comer: la propuesta se amplía como pub de copas hasta bien entrada la noche y sesiones DJ.
Bar Atlántico 57 (Andén Riazor, s/n)
La antigua discoteca Playa Club, que fue un referente para los coruñeses, se convirtió en 2015 en el 57 Bar Atlántico, el punto de encuentro chic de la playa de Riazor, que tiene encanto incluso los días lluviosos con extraordinarias vistas sobre el mar. La distribución del local se reparte en distintos ambientes: para desayunar tostadas de aceite y tomate natural con un café y el periódico; para comer de forma informal en el restaurante de la planta inferior La Boïte -atención a sus fideos filipinos con langostino tigre a la parrilla o el churrasco a baja temperatura con patatas mantecadas-, o para echar unos bailes y probar la carta de cócteles los fines de semana al ritmo de los mejores DJ de la ciudad.
Pista: para los que buscan un rincón romántico, a pocos metros del 57 Bar Atlántico se encuentra el pub Moom 57, de los mismos dueños, con camas balinesas y espacio 'chill out' para ver atardecer sin envidiar a Ibiza.
Cervecería Cuatro Caminos-Estrella Galicia (Concepción Arenal, 10)
Cuentan los nostálgicos que en los años 60 y 70 había un merendero en el barrio de Cuatro Caminos, junto a la antigua fábrica de Estrella Galicia, donde las familias solían pasar las tardes de verano. El ritual del merendero incluía llevar el bocadillo y una jarra vacía de casa para pedir en la cervecera que se la llenasen. Tras el traslado de la antigua fábrica a su ubicación actual -donde Estrella Galicia tiene previsto abrir a finales de año el Museo de la Cerveza de la ciudad-, en este espacio quedó la cervecería Cuatro Caminos, considerado el local de hostelería que más cerveza sirve en España, con el récord de 1,5 millones de cañas anuales.
El restaurante se divide en dos ambientes: la planta inferior para pedir cañas con tapas y raciones, y la planta superior para comidas más tranquilas en el reservado. Entre sus platos destacan la jugosa tortilla de Betanzos, el arroz caldoso con frutos del mar o el pulpo que salta de las redes de los pescadores a la cocina de la casa cervecera.
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Regla número uno para sobrevivir a una ruta de tapas y copas por A Coruña: si tus anfitriones gallegos te ofrecen 'licorca' (licor café) recuerda que juegas en su terreno. Te van a tumbar. No importa cuántos licores hayas probado hasta ahora, los gallegos tienen el secreto -desde época de meigas y queimadas- para destilar brebajes que noquean. Sus maestros cocteleros ahora gastan barba moderna, pero el efecto es el mismo. Del clásico ‘pulpo a feira’ se ha pasado a la nueva alta cocina gallega que reinventa las recetas tradicionales y gana estrellas Michelin. Para los 'gourmets' callejeros, el epicentro gastronómico de A Coruña se encuentra en el casco viejo, entre la plaza María Pita y las calles Franxa, Barrera y Galera. Y para los sibaritas modernos, ahora el núcleo 'cool' se ha instalado en el barrio de Orzán, con restaurantes, pubs y locales que aúnan interiorismo 'trendy', cercanía al mar y buena cocina. Estas son las claves del buen comer y el buen beber de A Coruña.