Chuletas de cordero gratinadas: un plato sabroso y crujiente
Comer con los dedos es un verdadero placer. Si además se trata de degustar unas chuletas bien churruscadas y extracrujientes..., ¡la experiencia se vuelve irresistible!
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Aprovechando un paseo por el campo, recoge hierbas aromáticas y utilízalas en casa para guisos y asados. Se conservan frescas durante una semana; secas y congeladas, varios meses. Le darán un maravilloso aporte de sabor a tus platos y en especial a esta receta de cordero que marinamos antes de cocinarlo en dos fases: primero a la plancha y luego al grill. De esta forma, la capa crujiente de pan rallado que recubre cada chuleta hará que no puedas dejar de chuparte los dedos.
Elaboración: 20 minutos. Dificultad: media. Coste: medio. Comensales: cuatro.
Ingredientes
- 12 chuletas de cordero
- 2 dientes de ajo
- Tomillo y romero
- 4 cucharadas de pan rallado
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 remolacha cocida
- 100 g de berros
- Sal y pimienta
Preparación
- Preparamos una marinada machacando dos dientes de ajo en un mortero con sal, pimienta, 3 cucharadas de aceite de oliva, unas ramitas de tomillo y romero.
- Cubrimos las chuletas con esta salsa y las dejamos marinar durante 1 hora.
- Pasado ese tiempo, escurrimos bien la carne y marcamos las chuletas en la parrilla a fuego vivo por las dos caras.
- Cubrimos cada chuleta con abundante pan rallado y las ponemos bajo el grill del horno a 250 ºC para que se doren y queden bien crujientes.
- Servimos las chuletas con una ensalada de berros y remolacha cortada en cubitos. Aliñamos con el aceite de la marinada.
El truco final
Añade ajo y perejil al pan rallado para darle un sabor provenzal.
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Aprovechando un paseo por el campo, recoge hierbas aromáticas y utilízalas en casa para guisos y asados. Se conservan frescas durante una semana; secas y congeladas, varios meses. Le darán un maravilloso aporte de sabor a tus platos y en especial a esta receta de cordero que marinamos antes de cocinarlo en dos fases: primero a la plancha y luego al grill. De esta forma, la capa crujiente de pan rallado que recubre cada chuleta hará que no puedas dejar de chuparte los dedos.