La infanta Cristina, una mujer multitarea

Cuando los duques de Palma hicieron pública la noticia de que fijarían su residencia habitual en Washington y abandonarían la Ciudad Condal, muchos vieron en esta decisión motivos ajenos a la explicación oficial: el trabajo de Iñaki Urdangarín en Telefónica Universal. Pero, lejos de los primeros comentarios, la infanta Cristina confirió fundamento a su decisión. Ha seguido con sus compromisos de agenda, que se ampliaron en el continente americano y con su labor de representar a su país, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

En Estados Unidos, ha presidido en numerosas ocasiones actos relacionados con la proyección internacional del arte o de la cultura española, como la inauguración de una muestra sobre el hiperrealismo religioso español, y ha participado en conferencias de la ONU. Además también ha seguido con su trabajo en la Fundación La Caixa y, desde que en agosto tomase la decisión de mudarse junto a su familia a Washington, ha viajado a países como Camboya o Guatemala. Y todo, sin abandonar el tiempo para el ocio familiar y su labor de ‘royal’ en nuestro país. Estuvo presente en el funeral de Sabino Fernández Campo, hombre de confianza del Rey, al que acudió nada más conocer la noticia, y también disfrutó de las fechas navideñas en Zarzuela o de Año Nuevo en Pedralbes, junto a la Reina.

Durante la última semana, la infanta ha vuelto a demostrar que es una mujer multitarea, que no polifacética. El jueves celebró el 50 aniversario del príncipe Felipe de Bélgica junto a la plana mayor de las casas reales europeas y los príncipes de Asturias- no ocurrió el tan esperado estreno textil de Letizia, que volvió a optar por el diseño que ya lució en el aniversario de Isabel II-, el domingo presidió la final del torneo de tenis Conde Godó de Barcelona y días antes hizo su aparición de rigor en la capilla ardiente y el funeral de Juan Antonio Samaranch, con quien tanto mantenía en común.

Iñaki Urdangarín, ausencia comentada

En las Olimpiadas de Sidney del año 2000, Urdangarín jugó su último partido como miembro de la Selección española de Balonmano para convertirse en consorte real, mientras Samaranch, por su parte, abandonaba su cargo de presidente en el COI para alcanzar el puesto de honor en el mismo organismo internacional. De ahí, la sorpresa general ante la ausencia del duque de Palma, vicepresidente del Comité Olímpico español, en el funeral.

Desde el cambio de domicilio y continente, Iñaki Urdangarín ha visto reducida drásticamente su agenda y su última aparición oficial fue durante la Fiesta Nacional el pasado octubre. Durante los últimos meses ha sido prácticamente imposible fotografiar juntos a los duques de Palma en actos oficiales. En cambio, las imágenes de ambos acompañando a sus hijos al colegio o practicando deporte en las inmediaciones de la casa familiar han servido para ilustrar tanta ausencia.