El marqués de Griñón olvida su divorcio en Rusia

Carlos Falcó ha puesto tierra de por medio para olvidar la separación de su tercera mujer, Fátima de la Cierva, de la que se separó recientemente tras 27 años de matrimonio. El marqués de Griñón ha decidido dejar a un lado sus penas lejos de España y con muy buena compañía.

En concreto, el destino escogido por el aristócrata y viticultor ha sido Rusia, país del cual ha disfrutado en compañía de su hija Tamara, fruto de su extinto matrimonio con Isabel Preysler. Padre e hija están tan unidos que, además de trabajar juntos en una nueva colección de cosméticos que saldrá a la venta en breve, deciden pasar también juntos las vacaciones.

La niña mimada de los Falcó-Preysler se ha volcado en su padre, que no atraviesa su mejor momento tras su sonado divorcio de De la Cierva, y se ha convertido además en amiga y confidente. Además, Tamara, que está muy ilusionada con la relación que mantiene con el italiano Tomasso Musini, ha estado pasando unos días de relax en Saint Tropez, en la Costa Azul, con su novio y su madre, con la que intenta pasar mucho más tiempo desde que se independizó hace aproximadamente un año.

Su periplo veraniego ha transcurrido entre Rusia, Francia y el sur de España, donde además de a la boda de su amiga Carla Goyanes ha acudido a diferentes eventos en Sotogrande, la ciudad gaditana con más pedigrí. Aunque pese a sus múltiples destinos, este verano Tamara ha estado más pendiente que nunca de su familia y, en especial, de su padre, que sufre de mal de amores.

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