Willy Bárcenas: “Que les jodan a los que se creen con derecho a difamar a mi familia”

“Si ahora estamos hablando es, entre otras cosas, porque soy el hijo de Luis Bárcenas. Para bien y para mal, y yo quiero que haya más parabienes que paramales en mi apellido”. Guillermo Bárcenas, hijo del extesorero más famoso de los últimos años y Rosalía Iglesias, irradia sensatez cuando asegura al periodista de la revista Vice que apellidarse Bárcenas le ha reportado popularidad. No de la forma que le gustaría, eso sí, pero sabe que darse a conocer es bueno cuando lo que quieres es promocionar un disco. “Me gusta pensar que habrá gente que después de leer esta entrevista sienta curiosidad por lo que hacemos”, confiesa a la citada publicación.

Lo que hace es cantar en un grupo llamado Taburete, que presenta disco a mediados de mes. Su primera entrevista a un medio de comunicación tiene por objetivo hablar de su experiencia como cantante y compositor, pero el devenir de las preguntas termina irremediablemente en Luis Bárcenas, su padre, y en el “calvario” que ha atravesado su familia desde que salieron a la luz aquellos famosos papeles, allá por enero de 2013.

Dos años después, Bárcenas, su mujer, su hijo y el telefonillo sito en la calle Príncipe de Vergara 34 se han hecho nacionalmente famosos. “No sé en qué universidad de periodismo se enseña a los cámaras a enfocar el telefonillo de las casas de la gente, pero gracias a eso el mío sigue sonando algunas noches”, reconoce el joven músico.

No es el único padecimiento de los Bárcenas desde que el patriarca fuese acusado de llevar una contabilidad B en el Partido Popular. Su hijo reconoce que, además, ha sufrido mucho por las duras acusaciones que han pesado sobre su progenitor. “Puede que haya cometido errores en materia fiscal, pero mi padre no es ningún ladrón. Y por eso no pongo la mano, sino la cabeza en el fuego”, y añade con rabia: “Que les jodan a los que piensan que soy lo suficientemente pijo como para merecer lo que me está pasando. Que les jodan a los que se creen con derecho a difamar a mi familia porque han leído en un periódico que Luis Bárcenas es el causante de la crisis. Que les jodan a los que intentan que mi padre pague el pato del PP tras veinte años de irregularidades...”.

Bárcenas en prisión

Si hay algo que interesa después de su reciente salida de la cárcel, es cómo ha sido la estancia del extesorero popular en Soto del Real. Willy, que ha visitado varias veces a su padre en prisión y conoce a la perfección sus jornadas carceleras, cuenta mucho más relajado la despedida de su padre en el centro penitenciario. “El día antes de salir de la cárcel, invitó a algunos presos de su módulo a unas coca-colas de la máquina y se puso a entonar rancheras y temas clásicos españoles. De Baños era mi mare, mi padre de Guarromán... y cosas así. Era una forma de despedirse de sus compañeros, pero también de demostrar que no habían podido con él”.

La música fue la manera que tuvo Bárcenas aquel día de demostrar su fortaleza como también lo ha sido para su hijo Willy. El joven narra a Vice que para él formar parte del grupo Taburete ha tenido un efecto terapéutico. “Cuando mi padre ingresó en prisión, la música se convirtió en una válvula de escape. El mundo se me vino encima, pero gracias a mis amigos y a las canciones que iba componiendo nadie consiguió borrarme la sonrisa de la cara”.

Precisamente en su grupo de música hay alguien con quien Willy puede compartir sus experiencias profesionales pero también las más personales. Uno de los miembros de Taburete es Antón, nieto de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE, que también se encuentra cumpliendo condena en Soto del Real. “Está en un módulo distinto al de mi padre, pero coincidían los domingos en misa”, explica el hijo de Bárcenas.