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Así es la masía de la Cerdanya, el último refugio de los Pujol
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Este verano se le ha visto conduciendo un Ferrari

Así es la masía de la Cerdanya, el último refugio de los Pujol

Muebles rústicos, ventanas en lugar de espejos y paredes del siglo XIV. Así es la masía del primogénito del clan, Jordi Jr, que también inspeccionará la UDEF

Foto: Montaje realizado por 'Vanitatis' con una imagen de fondo de María Rosa Ferré
Montaje realizado por 'Vanitatis' con una imagen de fondo de María Rosa Ferré

Llevaba muchas semanas vacía, sin luz dentro, con las contras de robusta madera protegiendo las ventanas. Hasta que un vecino vio al ‘ex molt honorable’ allí. Tras su demoledora confesión pública en agosto de 2014, aquella en la que se condenó a sí mismo como formidable evasor, Jordi Pujol se refugió en la masía que su primogénito (Jordi Pujol Jr) tiene en Bolvir de Cerdanya. Hoy, tras la irrupción policial en el domicilio familiar de la Ronda del General Mitre y la inspección del piso de la calle Ganduxer, la familia volverá al último refugio que les queda acompañados de la UDEF. El operativo puesto en marcha a primera hora de esta mañana se los lleva de excursión a la montaña. Esta vez no conduce el chófer, sino agentes de policía.

“La casa es preciosa. Una joya. Junior la reconstruyó sobre la base de un masía antiquísima, me estoy refiriendo al siglo XIV. Estaba superorgulloso de ella, tanto que hay dentro una exposición fotográfica de toda la obra de reconstrucción”. Victoria Álvarez, ex del primogénito de Jordi Pujol y Marta Ferrusola y cuyo testimonio ante la Audiencia Nacional fue la grieta que acabó por derrumbar la fachada perfecta de los Kennedy catalanes, conoce bien el refugio de Bolvir. “A la entrada hay un patio enorme y en el lado izquierdo, un ala destinada al uso exclusivo de sus padres. No tiene piscina y por dentro no es ostentosa. No hay derroche de lujo, sino que está decorada en estilo rústico, muy austero. ¿Sabes lo que más me gustaba? En los cuartos de baño, sobre el lavamanos no hay un espejo sino una ventana. Mientras te lavas las manos, la cara o los dientes, contemplas el incomparable paisaje pirenaico de La Cerdanya”, recuerda Victoria para 'Vanitatis'.

Jordi Pujol Jr. era un hombre de gustos caros. Exquisitos muchas veces. Prefería el whisky japonés Yoichi a un ordinario escocés. Se sentía más cómodo en un traje a medida, llevaba ropa de marca hasta en los calcetines, y en muchas prendas, su nombre bordado. También le gustaban los coches de alta cilindrada. Este mismo verano se ha paseado por la zona conduciendo dos de sus deportivos, un Ferrari y un Lamborghini.

El excepcional paraje de La Cerdanya conquistó a otros dos Pujol Ferrusola. Josep tiene una casa en suelo francés, en el pequeño pueblo de Latour-de-Carol. Se trata de una parcela de 2.000 metros cuadrados que le habría costado alrededor de dos millones de euros. Oriol escogió Urús, un microscópico enclave en pleno campo y cuya casa, construida por la Teyco de los Sumarroca, tiene tanta belleza como irregularidad desde sus cimientos. También un buen amigo de la familia, el conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, compró allí una propiedad que la UDEF comenzó a investigar en agosto pasado, escasos días después del ‘mea culpa’ de Jordi Pujol.

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Llevaba muchas semanas vacía, sin luz dentro, con las contras de robusta madera protegiendo las ventanas. Hasta que un vecino vio al ‘ex molt honorable’ allí. Tras su demoledora confesión pública en agosto de 2014, aquella en la que se condenó a sí mismo como formidable evasor, Jordi Pujol se refugió en la masía que su primogénito (Jordi Pujol Jr) tiene en Bolvir de Cerdanya. Hoy, tras la irrupción policial en el domicilio familiar de la Ronda del General Mitre y la inspección del piso de la calle Ganduxer, la familia volverá al último refugio que les queda acompañados de la UDEF. El operativo puesto en marcha a primera hora de esta mañana se los lleva de excursión a la montaña. Esta vez no conduce el chófer, sino agentes de policía.

Familia Pujol-Ferrusola Marta Ferrusola Jordi Pujol Ferrusola
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