Es noticia
Menú
Sucesión de títulos nobiliarios en la saga que controla el imperio de sidra El Gaitero
  1. Noticias
juan de valdés, nuevo marqués del real transporte

Sucesión de títulos nobiliarios en la saga que controla el imperio de sidra El Gaitero

Durante toda su vida, Miguel Valdés Cardín, fallecido en 2014 a los 83 años, fue algo más que el presidente de sidra El Gaitero: el marqués del Real Transporte o el vizconde del Buen Viaje, dos títulos que posee la saga familiar

Foto: Juan de Valdés junto a sus hermanos (Fotomontaje de Vanitatis)
Juan de Valdés junto a sus hermanos (Fotomontaje de Vanitatis)

La publicidad dice que es “famosa en el mundo entero”. Sin embargo, la saga familiar detrás de sidra El Gaitero es tan discreta que apenas aparece en las tribunas mediáticas. Durante toda su vida, Miguel Valdés Cardín, fallecido en 2014 a los 83 años, fue algo más que el presidente de sidra El Gaitero, el marqués del Real Transporte o el vizconde del Buen Viaje, dos títulos que posee la saga familiar. Para los habitantes de Villaviciosa (Asturias) Miguel era, como se publicó en los medios locales el día de su muerte, el 'vecino más ilustre' de ese pequeño pueblo en el que se fabrica la sidra más famosa y vendida de España. Querido y respetado por los suyos, los círculos empresariales asturianos esperaban con verdadero interés conocer la identidad de su sucesor en la presidencia de la compañía. Si esa incógnita ya se despejó cuando Bernardo Cardín Zaldívar le sustituyó en ese cargo hace casi un año, la segunda acaba de ser desvelada. Según ha podido confirmar Vanitatis, Juan de Valdés Duñabeitia, el mayor de sus cuatro hijos, ya ha solicitado, tras el habitual luto de doce meses, la sucesión del título de marqués del Real Transporte que ostentaba su padre.

El nuevo marqués es un hombre igualmente discreto, vive por y para su mujer y sus dos hijos pequeños, y reside, al igual que hizo su padre, en la localidad de Villaviciosa. Hombre de ideas férreas, estudió en el Real Colegio Alfonso XII, lo cual le hizo trasladarse a la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial durante sus años de juventud. Su perfil de Facebook lo revela como un hombre afable y tan tradicional como su padre, que disfruta compartiendo fotografías familiares de sus dos hijos y que, al igual que miles de ciudadanos, se ha solidarizado con los recientes atentados de París a juzgar por la fotografía de él y su mujer que preside el perfil, en la que se les puede ver con la Torre Eiffel al fondo. La discreción y el lema de pasar desapercibido parece ser su máxima y la de toda su familia.

Hombre querido y discreto, el nuevo marqués siempre ha estado especialmente unido a su madre, Mercedes Duñabeitia. Hermano mayor de cuatro, siempre que puede acude a ver a sus hermanos Miguel, Fernando y Luis, los otros vástagos de su padre, miembro de una familia que ha sacado adelante, desde hace docenas de años, la compañía Valle Ballina y Fernández, encargada de producir la famosa sidra. Pese a que la presidencia de Valdés Cardín duró más de dos décadas y fue impecable, según cuentan las crónicas referentes al organigrama de la empresa, ninguno de los cuatro hijos de este le han sucedido en un cargo que era crucial para la compañía. El nuevo presidente, designado en febrero de este año, fue Bernardo Cardín Zaldívar, miembro de otra rama de la familia.

Buena relación con los miembros del PP

Las buenas relaciones entre los miembros de la saga y su carácter apacible y discreto ya se hicieron palpables en marzo de 2012 cuando el marqués, madridista, aficionado al deporte y gran admirador de Rafa Nadal, recibió junto a sus hijos a varios miembros del PP en Villaviciosa. Hasta allí se trasladaron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, para visititar la fábrica de El Gaitero y mostrar su familiaridad y cercanía con la saga de los Valdés. Según las crónicas de ese día, no era la primera vez que la familia se encontraba con miembros de la formación política.

Durante toda la visita, el marqués e ingeniero demostró su afabilidad y el cariño que, pese a su jubilación, seguía sintiendo por una empresa familiar que también ha legado a sus hijos. El marqués abandonaba, por unos instantes, su retiro en el domicilio familiar de Sorribes, un palacio perteneciente a la familia con planta rectangular, dos alturas y una fachada con un espectacular corredor y un balcón de madera; un símbolo del poder del clan en la alta sociedad del norte de España.

Ahora será su hijo Juan el depositario de un título que creó el mismísimo Carlos III en el siglo XVIII y que mantiene la continuidad nobiliaria de una saga dedicada a la sidra y a una compañía que, desde hace más de una centuria, ha sido uno de los grandes motores económicos de Asturias.

Descarga la app de Vanitatis en tu móvil o tablet y no te perderás nunca la actualidad del corazón en España.

La publicidad dice que es “famosa en el mundo entero”. Sin embargo, la saga familiar detrás de sidra El Gaitero es tan discreta que apenas aparece en las tribunas mediáticas. Durante toda su vida, Miguel Valdés Cardín, fallecido en 2014 a los 83 años, fue algo más que el presidente de sidra El Gaitero, el marqués del Real Transporte o el vizconde del Buen Viaje, dos títulos que posee la saga familiar. Para los habitantes de Villaviciosa (Asturias) Miguel era, como se publicó en los medios locales el día de su muerte, el 'vecino más ilustre' de ese pequeño pueblo en el que se fabrica la sidra más famosa y vendida de España. Querido y respetado por los suyos, los círculos empresariales asturianos esperaban con verdadero interés conocer la identidad de su sucesor en la presidencia de la compañía. Si esa incógnita ya se despejó cuando Bernardo Cardín Zaldívar le sustituyó en ese cargo hace casi un año, la segunda acaba de ser desvelada. Según ha podido confirmar Vanitatis, Juan de Valdés Duñabeitia, el mayor de sus cuatro hijos, ya ha solicitado, tras el habitual luto de doce meses, la sucesión del título de marqués del Real Transporte que ostentaba su padre.

Empresa familiar Mariano Rajoy
El redactor recomienda