El drama personal de la amazona que ha dicho no a los Juegos de Río

A mediados de julio la Real Federación de Hípica Española (RFHE) anunciaba oficialmente el equipo olímpico que representaría a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El grupo, formado por cinco jinetes –uno de reserva–lo componían finalmente Eduardo Álvarez Aznar, Sergio Álvarez Moya, Pilar Cordón Muro, Manuel Fernández Saro y, por último, Gerardo Menéndez Mieres como jinete reserva. A muchos aficionados les sorprendió que entre los cinco seleccionados no estuviera Paola Amilibia, una de las mejores amazonas de nuestro país, cuyo nombre había sonado para ser la jinete reserva del equipo español.

Sin embargo, ella misma se negó a acudir. No consideraba justo no formar parte de los cuatro deportistas elegidos para competir en Río y así lo hizo saber a un medio especializado. “Cuando el jefe de equipo te obliga a hacer una serie de cosas durante todo el año y te das cuenta que estás cumpliendo con los objetivos indicados por él, al igual que el resto de los del equipo menos uno, y luego resulta que llevan a ese uno, necesariamente tienes que pensar que es muy injusto. Y piensas que te han hecho perder el tiempo, ya que yo he ido a todos los sitios que me han indicado y los resultados están ahí”, confesaba la amazona catalana a 'Ecuestre.es' hace unos días.

Su respuesta generaba un gran desconcierto en el mundo equino que, a pesar de los grandes resultados cosechados en Río estos días, reconocen la profesionalidad de Paola. “La verdad es que se merecía estar allí”, recalcan a Vanitatis fuentes del sector ecuestre.

Y es que muchos de los que frecuentan las pistas son conscientes de lo mucho que ha luchado Amilibia, hija del doctor Ángel Amilibia, para llegar hasta donde está. Profesional y personalmente. Sus habilidades y su tesón le han hecho despuntar en un deporte que se ha convertido en su pasión pero con toda esa vehemencia también ha batallado para estar al lado de su marido, Federico Fernández Senderos, un multimillonario mexicano con el que se casó hace apenas unos años.

Federico es un reconocido empresario del país azteca que aparece en las hemerotecas no solo por sus habilidades con los negocios ni por su faceta como jinete, sino también por ser uno de los tres supervivientes de un accidente aéreo en el que fallecieron casi 60 personas. El 30 de julio de 1987 los periódicos de todo el mundo, incluidos los españoles, se hacían eco de la colisión de una aeronave a las afueras de Ciudad México que, a los pocos minutos de despegar, impactaba contra una torre de alta tensión, un puente peatonal, un restaurante y, finalmente, contra un edificio de 200 viviendas.

El accidente se saldó con 58 víctimas mortales y generó una gran bola de fuego que dejó malheridos a otros muchos. Entre ellos, Federico Fernández Senderos, que aún hoy conserva en su rostro las huellas de las llamas.

Una vez recuperado y con la perspectiva que solo aporta el tiempo ha llegado a decir que aquel accidente le ha traído más cosas buenas que malas. Entre las positivas, su relación con Amilibia con la que, a pesar de llevarle varios años, inició una nueva vida hace unos años y actualmente residen en México. Además, Federico es el dueño del caballo de la amazona española y ha sido él el que le ha pedido que no fuera como reserva a los Juegos de Río. Quería ensalzar la figura de su mujer y dejar claro que para él ella es una de las mejores deportistas de España y no está dispuesto a formar parte de lo que ellos consideran una tremenda “injusticia”.

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