El drama familiar de Iván González, un superviviente dentro y fuera del concurso

Durante su estancia en la isla, Iván González, al que apodan Pollito, ha sorprendido con su forma de afrontar los problemas dentro de esta edición de 'Supervivientes 2017', algo que nos ha hecho pensar que no habría sido la primera vez que el extronista de ‘MYHYV’ ha tenido que enfrentarse a situaciones límite a lo largo de su vida.

Valiente, descarado, directo y muy bueno en las pruebas de recompensa, González ha realizado un maravilloso concurso que le llevó a ser uno de los grandes finalistas de 'Supervientes', donde fue derrivado por sus dos grandes enemigas, primero Alba Carrillo, que le dio un sorpasso en toda regla, y después Laura Matamoros. A pesar de quedarse en las puertas del podium, Iván se siente agradecido y feliz por José Luis, uno de sus mayores apoyos en el reality, y ganador absoluto de los 200.000 euros.

[LEER AQUÍ: Final 'Supervivientes 2017': José Luis, ganador frente a Alba Carrillo]

Desde que nació un 18 de enero de 1992, Iván González ha tenido una infancia marcada por la ausencia de su madre biológica, algo que llevó a su abuela Victoria y a su abuelo Juan a ejercer las funciones de padres. Desde muy pequeño ha tenido que ir buscándose la vida.

Siempre ha sido muy noble, pero también un tanto hiperactivo y temperamental, nos cuentan desde su entorno, unas características que saltan delante de las cámaras, y que han marcado su paso por 'Supervivientes'.

Según confirman sus familiares y amigos, Iván González ha sido un luchador a lo largo de toda su vida, desde muy joven. Con tan solo 16 años comenzó a trabajar para hacer frente a sus gastos, porque no quería depender ni ser un coste para nadie. En el reality de supervivencia Iván encontró una buena oportunidad para darse a conocer y conseguir el goloso premio. En todo momento el extronista dejó claro que viajaba a Honduras con la intención clara de ganar.

Es un apasionado del fútbol. Durante su infancia, el joven jugó en diferentes equipos de la ciudad que le vio nacer y en la que está muy arraigado, Jerez de la Frontera, Cádiz.

Acusado de machista

Durante su estancia en Honduras, hemos podido apreciar que Iván esconde sus sentimientos tras una coraza de acero, algo que hace que le cueste mucho expresar sus emociones internas. Pero a su vez ha mostrado un espíritu noble y se le ha visto muy combativo a la hora de luchar contra las injusticias en las que se ha visto involucrado él o sus compañeros.

Desde que comenzó el concurso, Iván ha sido acusado de machista, por su delicada relación con las chicas de la edición, algo que sus familiares y amigos han desmentido durante su estancia en la isla. Estos han dejado claro a esta publicación que no tiene nada que ver la fama de conquistador que mostró en su vídeo de presentación con cualquier acto machista. "Son cosas distintas", aseguran a este medio.

VANITATIS ha podido ponerse en contacto con su abuela Victoria, la cual ha desmentido este aspecto que muchos de los colaboradores de esta edición han destacado de la personalidad del joven concursante. “En la vida Iván ha sido machista, nunca lo ha sido. Él se ha criado entre mujeres y jamás ha mostrado una actitud machista”, asegura.

Una madre que se marchó y un padre desaparecido

Cuando era un niño, su madre se trasladó a Sevilla para comenzar una nueva vida, junto al que es el padre de sus otros tres hijos, y dejó a Iván al cuidado de sus abuelos. Con tan solo 18 años, Iván confió a su abuela una gran labor, “conocer a su padre”, algo a lo que esta nunca se negó. Y tras meses de búsqueda su abuela-mamá consiguió cumplir el sueño del joven concursante.

Tras conocer a su padre, su progenitor le ofreció llevar sus apellidos y disfrutar de la solvencia económica de la que la familia paterna dispone. El extronista se negó por respeto a sus abuelos, algo que también reconoció durante el concurso, cuando le abrió su corazón a Alba Carrillo.

"El mismo día en que cumplí 18 años, estaba yo en el baño, no se me olvida, y entró mi padre, se presentó y me dio un beso, de buen rollo, como si fuera un colega", explica Iván sobre el momento en que conoció a su progenitor.

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Su abuela, su defensa

Aunque muchos han sido los detractores de Iván, el concursante ha contado con grandes apoyos dentro y fuera de plató, que no han dudado ni un segundo en aunar fuerzas para apoyarle.

Su abuela Victoria ha desempeñado una gran labor durante todo el concurso, defendiendo a capa y espada a su nieto, llegando incluso a perder la objetividad por el amor que siente hacia el que también ella considera su hijo.

Aunque comenzase cabizbajo el concurso, Iván ha demostrado ser todo un superviviente, mereciéndose llegar hasta donde ha llegado por su implicación durante el concurso, superando la convivencia y supervivencia que exige este formato.

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