El asesino de Versace pudo tener otra víctima: la protagonista de 'Friends'

Delirios de grandeza. Si 'American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace' se llamase de otra forma, ese sería un buen título. Más que el diseñador, es Andrew Cunanan, su asesino, el verdadero protagonista de una serie barroca y fascinante.

Sus mentiras, trampas y aires de superioridad, fruto de una infancia siendo el hijo mimado de un padre estafador, son reflejados tal y como lo contaron aquellos que rodeaban al asesino en serie. Cunanan era un encantador de serpientes, un atractivo joven cuya vida era una madeja de mentiras y pura pretensión tras la cual no había absolutamente nada.

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Con el estreno de la serie de Ryan Murphy y la interpretación de Darren Criss, que encarna al personaje con aires del Ripley de Patricia Highsmith, las noticias sobre el verdadero Cunanan han crecido como las setas en todos los medios. Una de ellas tiene que ver con un momento que se produjo pocas semanas antes de que Andrew matase a Gianni Versace. El escenario fue Hollywood, donde tuvo lugar una cena en la que estaban presentes el director Todd Haynes y la actriz Lisa Kudrow, inolvidable Phoebe de 'Friends'.

Cunanan era otro de los asistentes al evento y su insistencia por acercarse a conocer a la actriz de la popular comedia era algo inquietante. El director de 'Lejos del cielo' rememoraba el tenso momento. “Lisa me dijo: '¡Este tipo realmente me da escalofríos! ¡Me arrinconó y no se iba! ¡Era una persona tan intensa y extraña que no me dejaba en paz!”. La propia Lisa le dijo en su momento a una amiga que Cunanan tenía “esa mirada salvaje en los ojos y seguía hablando y hablando... ¡acerca de sí mismo! Me dijo que sería un gran actor y me empezó a soltar nombre tras nombre. Estaba muy incómoda”.

Una vida fascinante

El tenso momento ha sido rescatado en varios medios norteamericanos que exploraban la vida y milagros de un personaje terrible pero rico en matices. Inteligente, educado y atractivo, utilizó sus mejores armas para salir del atolladero en que se encontraba y barrer complejos. Sus mentiras eran muchas y variadas: desde que era hijo de un millonario israelí a que su padre real era el dueño de una plantación en Filipinas. La realidad es que siempre arrastró el lastre de ser el hijo de un inmigrante filipino que, a falta de una vida, se la acabó inventando. Todo valía con tal de hacerse notar y acceder a los hombres a los que seducía para sacarles el dinero. "Era un prostituto homosexual de clase alta", llegó a decir su madre, Mary Ann Cunanan.

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Su progenitora estaba en lo cierto. De hecho, una de sus cinco víctimas fue Lee Miglin, un millonario promotor inmobiliario de Chicago. La muerte de Gianni Versace le acabó costando muy cara. Ese fue el principio de su fin. Recluido en una casa flotante de Miami, el control policial hizo imposible que pudiese escapar de la ciudad y (atención, SPOILER para aquellos que no hayan visto la serie) se acabó suicidando. En la ficción de Ryan Murphy, una de las policías que observa su cadáver, con la cabeza destrozada, asegura que “solo era un crío”. Ese crío se cruzó con una temerosa Lisa Kudrow e intentó colarse de la peor forma en una sociedad que jamás le habría aceptado.