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Luna de miel: ¿cómo organizar el viaje más importante?
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Luna de miel: ¿cómo organizar el viaje más importante?

Si los preparativos de una boda no son nada sencillos, los del viaje de novios no se quedan atrás. Ficha estos consejos

Foto: Pareja de novios en México. (Fotografía de Roberto Nickson para Unsplash)
Pareja de novios en México. (Fotografía de Roberto Nickson para Unsplash)

Más allá del gran día, uno de los momentos más esperados para una pareja es aquel en el que se embarcan en el avión que les llevará al destino elegido para su luna de miel. Antes de experimentar tan buena sensación, hay que pasar por una etapa de planificación y preparativos que, a menudo, va en paralelo con el de la boda y en el que también surgen incógnitas y problemas: empezando por decidir a dónde viajarán, tratando de cuadrar fechas y, sobre todo, teniendo en cuenta el presupuesto.

A día de hoy, por suerte, existen muchas empresas que pueden ayudarte en esto (agencias de viajes generalmente), así como el wedding planner que hayas contratado para el enlace. Son muchos los novios, sin embargo, que prefieren organizar algo por sí mismos y se adentran en un proceso de investigación y documentación del todo complejo a través de Internet. En cualquier caso, te traemos unos consejos que podrás aplicar, tanto si cuentas con ayuda, como si no.

1. Fijar el presupuesto

placeholder Persona con agenda organizadora. (Fotografía de STIL para Unsplash)
Persona con agenda organizadora. (Fotografía de STIL para Unsplash)

El presupuesto es el factor más condicionante a la hora de preparar un viaje. Tenemos que ser conscientes del dinero que podemos gastarnos (o no) y elegir, en consecuencia, el destino, el número de días, si contrataremos un régimen hotelero de todo incluido o no...

Hay quienes por no disponer de la cantidad necesaria para desplazarse al lugar que les gustaría, no realizan ningún viaje y esto es un error. Existen infinitas posibilidades de hacerlo a un precio reducido (de mochileros, por ejemplo) y destinos que quizá estén más cerca o sean más baratos, pero sean tanto o más sorprendentes que los que eligen las parejas para su luna de miel habitualmente.

2. Días disponibles

placeholder Pareja de novios. (Fotografía de Khamkéo Vilaysing para Unsplash)
Pareja de novios. (Fotografía de Khamkéo Vilaysing para Unsplash)

En la mayoría de trabajos, tras celebrar la boda podemos contar con unos días de vacaciones que, a menudo, se emplean para la luna de miel. Lo ideal es informarse al respecto o si, por ejemplo, no disponemos de esos días tratar de cuadrar fechas basándonos en nuestras vacaciones habituales. En ese sentido, quizá sea buena opción aplazar la luna de miel y tratar, incluso, de que coincida con la temporada baja de según que zonas geográficas.

Además, debéis tener en cuenta aspectos como la duración del propio viaje; si solo tenemos diez días disponibles y empleamos cuatro en ir y volver, el viaje nos habrá sabido a poco y seguramente, habremos desembolsado una gran cantidad para, al final, pasar la mayor parte del tiempo en el avión.

3. ¿Cómo elegir el destino?

placeholder Viviendas en Maldivas. (Fotografía de @seefromthesky para Unsplash)
Viviendas en Maldivas. (Fotografía de @seefromthesky para Unsplash)

Esta suele ser la parte más sencilla y complicada a la vez. Normalmente las parejas saben cuál es el lugar al que les gustaría ir desde hace tiempo, pero en el momento en el que investigan sobre los costes u otras trabas burocráticas, las ganas desaparecen. Lo ideal es basar vuestra búsqueda de destino en función de lo que os gusta hacer normalmente: ¿caminar o no?, ¿playa o montaña?, ¿gastronomía?, e ir acotando espacios según respondáis a este tipo de preguntas.

Una opción por la que optan muchas parejas en los últimos tiempos es hacer dos viajes más pequeños. Uno puramente turístico a aquel país o ciudad que siempre han querido visitar y otro de descanso en la playa. También existen viajes que combinan ambas cosas en un mismo lugar con la primera parte, repleta de actividades y la segunda destinada a la desconexión y el relax.

Más allá del gran día, uno de los momentos más esperados para una pareja es aquel en el que se embarcan en el avión que les llevará al destino elegido para su luna de miel. Antes de experimentar tan buena sensación, hay que pasar por una etapa de planificación y preparativos que, a menudo, va en paralelo con el de la boda y en el que también surgen incógnitas y problemas: empezando por decidir a dónde viajarán, tratando de cuadrar fechas y, sobre todo, teniendo en cuenta el presupuesto.

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