Tres fincas de Extremadura para celebrar una boda inolvidable
Descubre estos espectaculares rincones de la comunidad autónoma para dar el "sí, quiero". Seas o no de Extremadura, desearás celebrar tu boda en estas preciosas fincas
Encontrar el lugar idóneo para contraer matrimonio no es una tarea sencilla. En la elección de un determinado sitio u otro influyen factores como el presupuesto, el catering, los servicios que la organización de la finca puedan ofrecer y, a menudo, también el entorno. Contar con un enclave único rodeado de naturaleza o vistas a paisajes inolvidables no hará más que hacer todavía más especial un día tan significativo en la vida de los protagonistas.
Por esta razón, debemos tener en cuenta las maravillas que nos ofrece nuestro propio país y cada una de sus comunidades. Hoy hemos querido hacer una selección de tres lugares enmarcados en un ambiente absolutamente mágico y ubicados en Extremadura: desde el clásico cortijo extremeño a un castillo con encanto.
Dehesa la Torrecilla
A pocos minutos de la ciudad de Trujillo, encontramos el típico cortijo extremeño rodeado de viñedos. La Dehesa la Torrecilla es un enclave perfecto para disfrutar de la naturaleza a través de sus patios, jardines y una espectacular yeguada de pura raza española que cuenta con un centenar de ejemplares. Se trata de un lugar único, especialmente indicado para aquellos novios que buscan llevar a cabo una boda campestre o rústica, pero sin renunciar a los lujos propios de la modernidad.
Desde su página web, la organización de la finca promete poder realizar una boda a medida para cada pareja, adaptando elementos como la decoración, la música o el catering a los gustos y preferencias de los protagonistas. Además, los recién casados en cuestión tendrán oportunidad de pasear por sus más de 1.000 hectáreas de campo en alguno de los impresionantes carruajes que conforman la histórica colección de la finca.
Parador de Guadalupe
Son muchas las parejas que optan por celebrar su enlace en un parador y en Extremadura encontramos varios perfectos para ello. El Parador de Guadalupe combina historia, relax y buena gastronomía junto al Real Monasterio, catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una construcción de los siglos XV - XVI que, en su momento, fue el colegio de Gramática e Infantes y el Hospital de Hombres de la localidad a fin de atender a los peregrinos que iban a venerar a la Virgen de Guadalupe.
A día de hoy, alberga bodas y otros eventos con una oferta gastronómica llena de productos de la tierra y platos de temporada (migas extremeñas, morcilla de berza, estofado de ciervo, variedad de quesos de la región...) y un entorno basado en un precioso patio interior con limoneros y naranjos, piscina al aire libre y vistas a la sierra y al monasterio de Guadalupe.
Castillo de la Arguijuela
Te sentirás como una princesa medieval, celebrando tu boda en el Castillo de la Arguijuela. Un conjunto que data del siglo XV y cuenta con elementos defensivos, como la torre del homenaje, garitas o matacanes de decoración renacentista. Con el paso del tiempo se ha ido reformando y adaptando a los tiempos modernos y actualmente, tiene varios salones destinados a la celebración de bodas que poseen todo lo necesario para un evento de estas características, pero sin perder su encanto histórico.
Desde la organización de la finca informan además, que ofrecen otros servicios como fuegos artificiales, puesto de palomitas, algodón de azúcar, limonada o fuentes de chocolate que no harán otra cosa que hacer todavía más especial vuestro gran día.
Encontrar el lugar idóneo para contraer matrimonio no es una tarea sencilla. En la elección de un determinado sitio u otro influyen factores como el presupuesto, el catering, los servicios que la organización de la finca puedan ofrecer y, a menudo, también el entorno. Contar con un enclave único rodeado de naturaleza o vistas a paisajes inolvidables no hará más que hacer todavía más especial un día tan significativo en la vida de los protagonistas.