La separación de Shakira y Piqué: diferencias económicas entre un divorcio, pareja de hecho o novios

Después de especulaciones y rumores constantes, hace unos días Shakira y Piqué decidieron emitir un comunicado conjunto y oficial respecto al estado de su relación sentimental. "Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión". A partir de ese momento, la mediática pareja, que no el mediático matrimonio (recordemos que nunca llegaron a casarse), daba por iniciado un proceso de separación y desde Vanitatis hemos apuntado que, en cuestiones económicas, no será un conflicto bélico.

Millonarios, cada uno por su lado, no tienen nada material juntos y siempre han mantenido sus finanzas independientes la una de la otra. Muy distinto sería el asunto si, a lo largo de estos doce años como pareja, hubiesen contraído matrimonio o fuesen pareja de hecho. Coincidiendo con la ruptura de la cantante y el futbolista, analizamos cómo se reparten las cuentas y los bienes en función de la situación legal de las partes implicadas.

Empezando por la gran disparidad. En el matrimonio, los cónyuges tienen determinado legalmente su régimen económico matrimonial: gananciales, separación de bienes o partición. Según el derecho común en España, si los contrayentes no dicen lo contrario, el matrimonio será de gananciales, aunque en algunas comunidades autónomas esto cambia. Hay casos particulares como los de Cataluña y Baleares, donde el régimen general es el de separación de bienes.

En cambio, en la pareja de hecho no existe ningún régimen económico matrimonial regulado en el Código Civil. Ahora bien, y siempre a través de la intermediación de un notario, se pueden adoptar acuerdos voluntarios, convenientes y de libre disposición a fin de regular los efectos económicos de vuestra unión.

Ya sea por lo civil o por la Iglesia, la boda ha existido y ahora que el amor se ha acabado, toca repartir y hacer cuentas. Si os casasteis en régimen de gananciales, las rentas y los bienes conseguidos en los años que duró el matrimonio serán de ambos cónyuges. Con la separación de bienes, los cónyuges no comparten patrimonio y se separan rentas. Y por último, el de participación es similar al régimen de gananciales, con la diferencia de que solo da derecho al disfrute de los bienes o ganancias obtenidos, no otorga su propiedad. En cualquiera de los supuestos, el patrimonio previo al matrimonio queda exento y seguirá siendo de cada cónyuge.

En el caso de las parejas de hecho y si se rompe de común acuerdo, se pueden repartir los bienes de forma verbal o a través de un documento privado, si no hay bienes inmuebles comunes. Si se comparten bienes inmuebles o si se pactó ante notario un régimen económico, el reparto tendría que hacerse mediante una escritura pública.

Mención especial para otro supuesto. Ni han pasado por altar, ni han formalizado su relación como pareja de hecho, al igual que Shakira y Piqué; han sido simplemente novios. Si durante ese periodo de unión, sus economías y ganancias iban por separado, cada uno podrá seguir su camino. La cosa cambia si existen propiedades, cuentas o bienes a nombres de ambos. El acuerdo de la repartición en este caso debería ser de forma amistosa, o si no se consigue llegar a un punto intermedio, recurrir a los servicios de un experto en derecho económico y legal.