¿Cómo organizar bien una boda civil? ¿Qué pasos fundamentales hay que dar?
Te damos las claves en cinco puntos para que llevar a cabo los preparativos de tu enlace sea una tarea mucho más sencilla de lo que imaginabas en un principio
El día de su boda es, sin duda, uno de los más importantes en la vida de cualquier pareja. No obstante, hasta llegar al momento en el que ambos disfrutan rodeados de sus amigos y familiares de una fiesta repleta de diversión, hay que atravesar un largo (y a veces complicado) proceso de preparativos y cosas que tener en cuenta. Por esta razón, a menudo, la figura del wedding planner es clave a fin de evitar que los novios vivan los meses previos a su enlace como una auténtica locura.
Eso sí, nada facilita más el hecho de dar respuesta a preguntas como, ¿qué pasos hay que seguir?, o ¿cómo organizar correctamente una boda?, que tener claras desde el principio ciertas cuestiones. Una de ellas, si la ceremonia se llevará a cabo por lo religioso o por lo civil. En este último caso, te damos unas claves para saber, al menos, lo básico de este tipo de bodas e iniciarte en la planificación de tu gran día, antes de que el tiempo se eche encima.
1. Fecha y lugar aproximados
Una boda de primavera no es igual que una de invierno, por lo que no es mala idea que los novios tengan claro cuándo quieren que sea la boda. No es necesario concretar el día y la hora, pero sí tener una primera idea de en qué mes o época del año les gustaría casarse y empezar a tantear las opciones a partir de ahí. Esto es importante para la elaboración de un calendario que nos indique cuándo enviar invitaciones, realizarnos algún tratamiento estético, buscar los zapatos, etc.
Lo mismo ocurre con el lugar que, si bien es cierto, no hace falta contratar desde el principio (aunque sí con suficiente antelación) sí se debe pensar en aspectos como si la ceremonia y la fiesta posterior se realizarán en el mismo espacio, si la firma de documentos será previa al día de la boda o durante (contar con la autoridad pertinente para poder casarse), el tipo de ritual que se llevará a cabo y si se puede efectuar allí etc.
2. Documentación necesaria
La burocracia es, sin duda, la parte menos amable y más engorrosa de una boda. Independientemente del lugar escogido, es necesario la apertura del expediente civil, un trámite que los novios pueden hacer en el Registro Civil de su localidad o también ante un notario. La primera opción es gratuita, la segunda suele tener un coste de unos 30 euros aproximadamente.
También hay que tener en cuenta que si el deseo de los novios es que el alcalde o notario se desplace al enclave en el que contraerán matrimonio, estos deben cubrir los gastos de desplazamiento. A diferencia de las ceremonias religiosas para las que son necesarios los cursillos prematrimoniales, en el caso de las civiles no habrá, a priori, ningún trámite más.
3. Oficiante de la boda
Como comentamos, el encargado de conducir la boda puede ser una autoridad con potestad legal para ello o, en cambio, un familiar o amigo cercano que ejerza como maestro de ceremonias; aunque, el acto del matrimonio oficial por lo civil, en este último caso, tendrá lugar antes o después del gran día en el ayuntamiento, juzgado o notario.
Eso sí, junto con los novios, el oficiante será uno de los protagonistas sobre el que caerá el mayor peso de la celebración, encargado de que esta sea amena y emotiva o, en contraposición, resulte aburrida. Así que, lo idóneo es dedicar el tiempo suficiente a tomar esta decisión tan trascendental.
4. Elaborar un guion
En cualquiera de los dos casos -que el oficiante de la boda sea una autoridad o una persona de confianza- será necesario elaborar un guion que oriente a los novios y clarifique las funciones de algunos de los invitados. Para obtener el guion perfecto, lo ideal es que sean los novios quienes participen en su realización.
No en vano, más allá de los detalles técnicos o aspectos legales que, de vez en cuando, los alcaldes o notarios se encargan de mencionar, ambos guiones suelen dar espacio a los novios para que hablen cuanto quieran, así como a los discursos de los invitados, el rito que decidan llevar a cabo etc.
5. Aspectos comunes
Más allá de que se trate de una boda civil, tras tener en cuenta puntos clave como la documentación, el tipo de ceremonia, etc. el resto de preparativos son comunes con los de cualquier otro enlace.
Así, hay que fijar una fecha, contratar una finca, fijar un presupuesto, buscar el estilismo de los novios, elegir la decoración, elaborar las invitaciones y los regalos de los asistentes, probar y decantarse por un catering, definir la playlist que sonará durante la fiesta... y una larga lista en la que siempre debe primar la personalidad de los protagonistas.
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El día de su boda es, sin duda, uno de los más importantes en la vida de cualquier pareja. No obstante, hasta llegar al momento en el que ambos disfrutan rodeados de sus amigos y familiares de una fiesta repleta de diversión, hay que atravesar un largo (y a veces complicado) proceso de preparativos y cosas que tener en cuenta. Por esta razón, a menudo, la figura del wedding planner es clave a fin de evitar que los novios vivan los meses previos a su enlace como una auténtica locura.