Cuánto cuesta una boda civil, quién la paga y otros gastos de este enlace
Muchas son la dudas que nos surgen en torno a la organización de las bodas, pero también las cuestiones económicas son importantes. Hablemos de dinero
Una vez tomada la decisión más importante, 'nos casamos', llega el momento de escoger todo lo demás. Por muy claro que lo tengas, siempre surgen dudas, por ejemplo, a la hora de decidir la fecha de la celebración. No es mala idea de comenzar tomando la decisión de si queremos que sea en primavera, donde las flores son protagonistas, o una boda de invierno, en la que puede que un escenario blanco les proporcione el escenario perfecto para este momento mágico.
Otras decisiones habituales a las que tienen que enfrentarse tiene que ver con la decoración del lugar, con el menú que tomarán junto a sus invitados, incluso el diseño de la tarta nupcial necesita su aprobación, escogiendo también su sabor preferido. El vestido de la novia es una de las decisiones más complicadas de tomar -por lo menos para algunas mujeres- así como una de las más importantes. El traje del novio, los colores de las damas de honor, ¿habrá orquesta o mejor DJ? Sin embargo, antes de comenzar con los detalles, hay que tener claro qué tipo de boda quieren celebrar.
Si la decisión está clara y es una de las opciones es una boda civil, seguro que las dudas en torno a este tipo de ceremonias no son menores que de haber seleccionado una religiosa. Las celebraciones civiles requieren por parte de los novios ciertos pasos previos, igual que sucede en cualquier tipo de boda, salvo las simbólicas. Si quieren que tenga validez legal, es necesario cumplir con todos los requisitos exigidos y en los plazos de tiempo recomendados.
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Normalmente, los matrimonios civiles oficiales tienen lugar en el juzgado, en el ayuntamiento o ante notario. Independientemente del lugar escogido, es necesario la apertura del expediente civil, un trámite que los novios pueden realizar en el Registro Civil de su localidad o también ante un notario. La primera opción es gratuita, la segunda suele tener un coste de unos 30 euros aproximadamente. En general, este tipo de celebraciones civiles suele tener un coste de entre 100 a 250 euros, sobre todo en caso de que la boda sea en un día festivo o haya que incluir los gastos de desplazamiento del oficiante de la ceremonia.
Los documentos que es necesario aportar incluyen el original y una fotocopia del DNI de ambos, un certificado de nacimiento -solicitado hace menos de un año-, certificado de empadronamiento, de soltería y el libro de familia en caso de tener hijos en común. En caso de que uno de los contrayentes sea divorciado, será necesario demostrarlo también de forma oficial, algo similar en caso de que sea viudo o viuda, pues tendrá que presentar el certificado de defunción de su anterior cónyuge.
¿Quién paga una boda civil?
Esta es una decisión completamente personal y no existe una norma marcada al respecto. No obstante, cada vez es más habitual que sean los propios novios quienes se encarguen de cubrir todos los gastos de su boda, teniendo de esta forma el poder sobre todas las decisiones y evitando momentos tensos y confrontaciones en el caso de que sea algún miembro de la familia quien se encargue de financiarla y pretenda imponer sus criterios.
No todos los casos son así, de hecho no es raro que en otras ocasiones los gastos de la boda, que no solo incluyen los de la ceremonia en sí misma, sino también el alquiler de los espacios, la ropa de los novios, las contrataciones de servicios como el cáterin o los fotógrafos… se divida en tres partes. Los novios se harían cargo de una de ellas, y las otras dos serían pagadas por sus respectivas familias.
Existe una tercera opción, en la que los padres se encargarían de pagar la boda y cada uno pondría la cantidad correspondiente para cubrir los gastos de sus ‘invitados’, es decir, cada familia pagaría por los suyos. Hay una última opción, la más tradicional, pero cada vez menos habitual, sobre todo en celebraciones modernas, los gastos se dividirían entre la familia de la novia, que pagaría la organización de la pedida de mano, así como el vestido, maquillaje y complementos de la novia, el fotógrafo y la música, el desplazamiento de ella hasta el lugar de la ceremonia o el coste del aperitivo.
La familia del novio, por su parte, se haría cargo del traje del novio, del anillo de compromiso y boda de ella, del banquete de bodas, del alojamiento de los invitados del novio (la familia de la novia cubriría el resto) y de la luna de miel.
Esto es lo tradicional, pero lo cierto es que lo más usual es considerar cada caso concreto, la situación económica de cada uno y, sobre todo, los deseos de los contrayentes, pues aunque esto sea la tradición, no es raro que actualmente se opte por alguna de las opciones anteriores, siempre buscando lo mejor para los protagonistas, que recordarán este día como uno de los más felices de sus vidas.
Una vez tomada la decisión más importante, 'nos casamos', llega el momento de escoger todo lo demás. Por muy claro que lo tengas, siempre surgen dudas, por ejemplo, a la hora de decidir la fecha de la celebración. No es mala idea de comenzar tomando la decisión de si queremos que sea en primavera, donde las flores son protagonistas, o una boda de invierno, en la que puede que un escenario blanco les proporcione el escenario perfecto para este momento mágico.
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