¿Cómo elegir la fecha de boda perfecta? Los trucos para acertar al fijar el día del enlace

Una vez tomada la decisión de casarse hay muchas otras que tomar. Porque el momento de la pedida de mano y contárselo a todo el mundo es mágico, pero también marca el pistoletazo de salida para la boda. Tanto si los novios quieren casarse lo antes posible después del compromiso como si prefieren disfrutar durante un tiempo de este estado intermedio entre el noviazgo y el matrimonio, escoger una fecha para la boda será el primer paso que tendrán que dar.

La elección de los trajes de los novios, la decoración del lugar, la lista de invitados, las flores, el menú, la música… Son muchas las decisiones que tomar y muchos los pasos que hay que dar para comenzar a organizar una boda. Sin embargo, antes de pensar que todo nos supera, lo mejor es empezar por el principio, escogiendo la fecha del enlace para preparar uno de los días más felices de nuestra vida. Para asegurarnos de que lo hacemos de forma correcta, podemos tener en cuenta estos consejos.

¿Tenéis una fecha especial?

Si existen fechas especiales para la pareja, esta puede ser una estupenda elección para el día de la boda. Una buena idea es poner en común entre los novios estos momentos que son clave para cada uno, porque pueden no ser los mismos para los dos. Si ambos lo tienen claro y saben en qué fecha celebrar el ‘sí, quiero’ será una decisión muy sencilla, pero también puede hacer que tengamos que tomarnos con calma los preparativos, puede que tengamos que esperar un tiempo para conseguir que la fecha deseada quede libre.

No es raro que una pareja quiera celebrar su boda en un día relevante para su relación, por ejemplo coincidiendo con su aniversario, con el día en que se conocieron o con el de su primer beso. Sin embargo también pueden ser fechas especiales para la familia, por ejemplo coincidiendo con la fecha de boda de los padres de alguno de los dos, o también detalles más mundanos, como escoger para casarse el día que coincida con su número de la suerte.

La estación del año es clave

No es igual una boda que se celebra en verano que organizar una boda para invierno. La estación del año escogida es importante, porque puede delimitar el tipo de boda que celebraremos. Por ejemplo, si esperamos un enlace al aire libre, tal vez organizarlo en el mes de enero no sea la solución más práctica. Igual que si escogemos los meses de primavera o de otoño, hace mejor temperatura, pero puede que llueva. Las bodas de verano también tienen sus contras, porque tendremos que pensar en el bienestar de los invitados y evitar que el calor sea demasiado.

En general, los meses de primavera y de verano son los más demandados, por eso suele ser más complicado encontrar fechas disponibles. Puede que tengas que esperar menos tiempo si te dejas seducir por los colores del otoño o el encanto del invierno para organizar tu gran día.

¿El día de la semana importa?

Sí, lo hace. Lo más habitual es celebrar las bodas en sábado, esto hace que la gente de fuera pueda llegar cómodamente, dejando el domingo libre para descansar tras la fiesta, además no todo el mundo tiene que trabajar. Sin embargo, cada vez es más habitual celebrarlas un viernes o un domingo, porque los precios son más económicos, pero también porque hay mayor disponibilidad de salones y espacios para organizar el evento. Es menos común celebrarla entre semana, pero tampoco es imposible, y cada vez están más demandadas las bodas de fin de semana, en la que los novios reservan una finca durante todo el fin de semana para pasar más tiempo con sus invitados.

Algunas fechas que pueden ser un ‘no’

Si bien existen pocas dudas de que cada pareja tiene que escoger el día que le parezca adecuado, hay algunas en concreto que no son las mejores opciones. Por ejemplo, las bodas de mediados de agosto corren en el riesgo de perder a gran parte de sus invitados a causa de las vacaciones, que se cogen aprovechando la festividad del día 15, algo similar sucede con otras fechas señaladas, como la Semana Santa, Navidad o Nochevieja.

Tener en cuenta la luna de miel

Puede parecer una cuestión sin importancia, pero escoger la celebración de la boda pensando en la luna de miel puede hacer que planificarlo todo sea más sencillo. Si queremos escoger un destino concreto que luce mejor en una época determinada, lo mejor es hacer que todo coincida para poder, no solo tener esos días que nos corresponden en las fechas que queremos, sino también el tiempo suficiente para ahorrar el dinero necesario para tener la boda y la luna de miel de nuestros sueños.

No olvides el presupuesto

Como hemos señalado, hay fechas y temporadas que son más demandadas que otras, esto hace que los precios sean más elevados. Si tienes un presupuesto ajustado y estás organizando una boda ‘low cost’, tal vez prefieras escoger las fechas que coinciden con la temporada baja, para asegurarte de que puedes tener la boda que quieres sin tener que renunciar a lo que te gusta. Aprovecha las ofertas y descuentos que salones y servicios de bodas ofrecen fuera de temporada más demandada (que suele ser de mayo a setiembre).

Otros detalles a tener en cuenta

Escoger la fecha adecuada dependerá de muchos factores, como la disponibilidad del salón, si queremos uno en concreto, o del lugar en el que celebraremos la ceremonia. Los supersticiosos puede que quieran evitar casarse en día 13 o prefieran escoger el día en función de las fases de la luna. Seguro que la novia intenta escoger una fecha que no coincida con esos días del mes, sin embargo los nervios pueden jugarnos una mala pasada y hacer que la menstruación se adelante unos días o se atrase. Novia prevenida vale por dos, así que aunque ese sea tu caso, es mejor estar preparada.

Escoger la fecha adecuada para la boda puede parecer un poco complicado al principio, pero siguiendo estos consejos y haciendo caso a lo que diga el corazón, seguro que es más sencillo acertar.