Centros de mesa, el detalle que marca la diferencia en la decoración de bodas

En el mundo nupcial, no hay nada escrito. Cada boda es diferente y son los novios, con sus gustos, deseos y personalidades, quienes consiguen que su gran día sea único, especial y singular. Por eso cada detalle es de vital importancia. Desde escoger la fecha adecuada, el lugar para la celebración, hasta la decoración que allí se desplegará. Basándonos en esta premisa, hoy queremos focalizar la atención en las mesas. Piénsalo, es ahí, sentados para disfrutar del banquete, donde vuestros invitados pasarán la mayor parte del evento y además de una óptima distribución, el look tiene que estar cuidado.

La mantelería, la vajilla, la cristalería y el menaje, así como los guiños personales que queráis incluir, cuentan y mucho, pero no debemos olvidar que los centros siguen marcando la diferencia entre una mesa común y corriente, a una mesa de impresión. Repletos de flores, candelabros con velas, composiciones frutales o elementos de la naturaleza, aquí encontrarás 6 ideas para inspirarte.

Tendencia absoluta en decoración de bodas, este 2022 los centros de mesa en altura gozan de gran representación. ¿El motivo principal? Decoran y visten sin impedir que los invitados puedan hablar durante el convite. Los elementos naturales, pequeños árboles, jarrones colmados de flores o plantas trepadoras, se fusionan esta temporada con otros detalles como burbujas de cristal, velas y guirnaldas.

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Nuestro consejo. Para no sobrecargar el salón o la puesta en escena exterior, dependiendo del espacio donde vayáis a ubicar el banquete, no coloquéis estos centros verticales en todas las mesas. Alternad con otras composiciones bajas que sigan la misma línea estética y la imagen final del conjunto quedará compensada.

Una opción habitual en enlaces enclavados en primavera o en verano es aliarse del color para invadir de alegría las mesas. El nuevo toque refrescante lo ponen las frutas que, en sintonía cromática con las flores, generan resultados tan espectaculares como el que te proponemos.

Para otorgarle todo el protagonismo, es necesario que la mantelería y el menaje sean sencillos. Tonos puros como el blanco o el beis en tejidos rústicos, de algodón y lino, y una vajilla clásica acompañada de una cristalería sin troquelados ni relieves. La norma del 'menos, es más', aplicada para vestir la mesa, y una explosión en tonos vibrantes para teñir los centros.

Tal y como te contamos desde Vanitatis, los enlaces sostenibles están en boga. ¿Qué quiere decir? Todo debe estar medido y cuidado al milímetro para reducir así la huella medioambiental que su enlace dejará en el planeta.

Ante este respecto, los entornos rurales y campestres, y los elementos 'handmade', juegan un papel determinante, también en las mesas. ¿Los esenciales sobre la mesa? Troncos, piedras, flores silvestres y enredaderas acompañados de rafia y mimbre.

Con las velas, es imposible fallar. Pueden formar parte de las composiciones de flores, e incluso convertirse ellas mismas en este elemento decorativo diferenciador. Lo importante es no dejarlas solas o que sean muy pocas y se pierdan frente al ruido del resto de la decoración.

Incorporar velas de diferentes tamaños, de los colores perfectos para que sigan la gama cromática del evento y, sobre todo, usarlas con precaución. Dos ideas: colocadas en plano o en candelabros para ganar altura.

Exprimir el potencial a cada estación y presumir de esos elementos 'deco' propios, también es una buena idea. Si en bodas de invierno, los rojos y verdes, conviven con las flores de pascua, los estampados tartán o los destellos dorados; para otoño, los tonos anaranjados, los vegetales, las frutas de temporada y la estética vintage entran en escena.

Son celebraciones, las que se llevan a cabo entre los meses de septiembre a noviembre, principalmente, envueltas en una magia especial y eso se debe reflejar sobre la mesa. Hojas frescas, pétalos de flores o frutos recogidos de los árboles como castañas y piñas, pero también las calabazas, suelen ser algunos de los más escogidos para ayudarnos a diseñar el ambiente otoñal perfecto.

Por último, si la temática de la boda es romántica y barroca, una creación que incluya, caminos de mesa confeccionados en terciopelo, jarrones envejecidos, frascos de cristal con pequeños ramilletes de flores, velas gruesas y vasijas en oro desgastado, es lo adecuado en estos casos.

Al final, el éxito de la decoración en una boda reside en que los novios, asesorados o no por las recomendaciones de un wedding planner, sean capaces de plasmar sus deseos, gustos y personalidades.