10 vestidos de novia para una boda de invierno

Son menos, pero en invierno, las bodas se siguen celebrando. Tienen un encanto especial: paisajes nevados, montajes de cuento y decoración en tonos oscuros. Al notable y patente cambio de climatología, sumamos un condicionante, la obligatoria modificación en el 'dress code' de las novias.

Desde el diseño propiamente dicho, pasando por los tejidos, hasta las piezas a adherir, un enlace en plena época de frío requiere un look nupcial acorde. En este contexto, entran en juego los cuellos altos, la manga larga, los abrigos y las capas, el terciopelo, el tweed, el punto y complementos como los guantes, las estolas y los chales. Todo, para abrigarte. Si has escogido un día entre los meses de diciembre a marzo para celebrar tu enlace, pero no tienes una idea de qué look llevar, inspírate con nuestras propuestas. Un total de 10 vestidos de novia para pronunciar el 'sí, quiero' en pleno invierno.

La solución para combatir el frío del diseñador Santos Costura es una capa romántica y arquitectónica encima del vestido. Se trata de un modelo confeccionado en crepé con cuello perkins, cola de tul y bordados de flores en 3D, perlas y cristales cosidos a mano. Destinada a sobresalir del resto del conjunto, nuestra recomendación es que luzcas la capa junto a un diseño minimalista. Estilo y abrigo todo en uno.

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Más atrevida y tendencia es la propuesta que sale del taller de Inés Martín Alcalde para bodas de invierno. En esencia es un vestido camisero de color blanco, pero uno diferente al resto. Cuello, puños y botones forrados en raso, hombros marcados, cintura ajustada con una costura engomada en la espalda, falda en línea 'A' y lo más llamativo, plumas por todo el corte. El efecto final es un acabado desflecado con detalles semitransparentes para vestir a una novia diferente.

El atuendo de novia con pantalón también es una opción acertada para llevar durante los meses más fríos del año. En la colección de Jesús Peiró encontramos varios conjuntos y este, con abrigo, top y pantalón, es nuestro elegido. Vamos prenda por prenda. Confeccionado con un tejido brocado de seda, de la silueta del abrigo destacan las grandes mangas abullonadas. Debajo, un top bordado con el cuello subido y un pantalón palazzo con pinzas en la cintura.

Uno de los tejidos por antonomasia cuando llega el invierno es el terciopelo, también para novias. No pierde sus señas de identidad, elegancia, refinamiento, delicadeza y sofisticación, y en este caso, se tiñe de blanco. Así nos lo demuestra la diseñadora Martha Peters en su colección. De estilo vintage, el vestido se ha fabricado con un tipo de terciopelo de seda de tacto suave y gustoso. Mención especial para la espalda: retales de tul con plumeti bordado, paneles semitransparentes, puntillas finas de encaje y aplicaciones bordadas a mano, además de una abotonadura central.

Cuello cisne, mangas Julieta con minibotones en los puños, corte fruncido en la cintura, cuerpo ligeramente abullonado y falda evasé con cola, así es el modelo Olga de la firma nupcial St. Patrick. Gracias a su simpleza de formas, puedes jugar a tu antojo con los accesorios. Más abrigo con una estola de piel, una diadema voluminosa de terciopelo y atreverte con unas botas.

¿Y si te casas con un mono? Otra alternativa cómoda y estilosa para esas novias que quieren huir del clásico vestido para su gran día y buscan un total look en blanco con pantalón que les proteja de las bajas temperaturas. El que hemos seleccionado es low cost: de Lady Pipa y a la venta por 180 euros. La marca remata el estilismo con un chal de Mohair en rosa nude, una prenda de abrigo con varias posibilidades. Puedes llevarla sobre los hombros, a un lado o envolviendo tu figura.

Ariadna es el nombre de este precioso y barroco vestido de la colaboración entre Roberto Diz y la firma Victoria, propiedad de Vicky Martín Berrocal. Tanto por su tejido grueso con motivo brocado, como por los rasgos de su diseño (manga larga, cuello alto y falda con cola), es idoneo para una ceremonia en pleno invierno. El lazo XL de crepe con cristales bordados situado en uno de los hombros, es el adorno que pone el guiño de tendencia al traje.

Si adoras los vestidos de novia vaporosos fabricados en gasa, aunque no sean apropiados para invierno, el modelo de Bruna es lo que estabas buscando. Realizado en un tejido de satén doble, mantiene la caída y al tiempo, te abriga. Presenta un escote velado con el cuello alto fruncido, manga ligeramente abullonada con puños engomados, cruce frontal con dos botones joya, abertura lateral y falda fluida.

Del solicitado taller de Isabel Nuñez, artífice de la mayoría de vestidos de novias virales de la temporada, como este con margaritas bordadas, sale el penúltimo traje de novia. Con guantes y un gran lazada en el cuello, su silueta amplia y suelta se remata con un panel plisado. Una capa de los hombros al suelo culmina el look nupcial.

Finalizamos con una propuesta más 'casual' y calentita. Un tándem de moda de Laure de Sagazan compuesto por un jersey de punto calado arriba y falda midi con vuelo abajo. ¿La ventaja? Una vez pasada la boda podrás reutilizar las dos prendas para el día a día con otros básicos de tu fondo de armario.