Ni el 'cut out' se le resiste a Inés Domecq: su potente look de invitada perfecta
La diseñadora ha optado por un original look para ir de boda que es el más difícil de su armario: combinación blanco y negro con abdomen al aire
Hace tiempo que Inés Domecq se ganó a pulso el título de 'invitada perfecta' por su acierto indiscutible cada vez que acude a una boda. Siempre sabe cómo dar en la diana con su elección y, lo mejor de todo, es que a pesar de tener un estilo personal muy marcado, no por ello deja de probar alternativas diferentes con las que seguir sorprendiendo. Es por eso que si hacemos un repaso rápido por los looks que ha llevado en distintas celebraciones, es fácil comprobar que en ella siempre destacan los hombros marcados, los brocados o los fruncidos, pero también hay espacio para los volantes, los estampados de lunares, los juegos de volúmenes y hasta las transparencias.
Se desenvuelve como pocas en este terreno y así ha vuelto a demostrarlo este fin de semana en México, donde ha asistido a un enlace incorporando a su repertorio una tendencia con la que no le habíamos visto atreverse hasta ahora: el 'cut out'.
Estas aberturas, que estratégicamente se sitúan en el abdomen, en los laterales o incluso en la parte superior, ya hace tiempo que empezaron a colarse en las colecciones de moda, incluso en la firma de la diseñadora: son varios los vestidos parte de The IQ Collection que cuentan con ellas. Sin embargo, al ser un detalle tan potente, defenderlo en contextos demasiado formales resulta complejo. Suerte que Inés Domecq logra convertir en fácil lo que a priori puede parecer imposible. Gracias a este don hemos comprobado que un elemento así sí puede resultar elegante.
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El vestido con el que Inés Domecq ha vuelto a fascinarnos lo firma Roberto Diz, el creador andaluz que mejor sabe plasmar el buen gusto de la jerezana porque ha encontrado en ella a su musa. Juntos han formado un genial tándem en multitud de ocasiones, como esta última, en la que Inés ha lucido una pieza compuesta por una especie de blusa de manga larga y cuello cerrado, a la que le sigue una falda midi con capas asimétricas, un par de botones a la altura de la cintura y, justo debajo de la zona del abdomen, una abertura que deja esa parte de su cuerpo al desnudo.
Esta apuesta de la diseñadora para ejercer de invitada podríamos decir que ha sido más difícil todavía, porque al escote geométrico que destaca en el vestido hay que añadir también el hecho de que haya recurrido a dos colores para ir de boda, una combinación que seguro muchos expertos en protocolo rechazarían: el blanco y el negro. Eso sí, que no cunda el pánico entre los más estrictos porque, al tratarse de una fusión de ambos tonos, no hay ninguna regla que se rompa en este sentido. Un pequeño truco para sortear una tradición que, quién sabe, si no tardará en revisarse.
En el terreno de los accesorios, maxipendientes y brazalete dorado, además de unas finas sandalias de tacón, un bolso bicolor y sus características gafas de sol negras. Estos han sido los cinco complementos escogidos por Inés Domecq para su nuevo estilismo con el que conseguir un aprobado con nota en cualquier boda de la temporada.
Hace tiempo que Inés Domecq se ganó a pulso el título de 'invitada perfecta' por su acierto indiscutible cada vez que acude a una boda. Siempre sabe cómo dar en la diana con su elección y, lo mejor de todo, es que a pesar de tener un estilo personal muy marcado, no por ello deja de probar alternativas diferentes con las que seguir sorprendiendo. Es por eso que si hacemos un repaso rápido por los looks que ha llevado en distintas celebraciones, es fácil comprobar que en ella siempre destacan los hombros marcados, los brocados o los fruncidos, pero también hay espacio para los volantes, los estampados de lunares, los juegos de volúmenes y hasta las transparencias.