Alejandra Oria, la diseñadora más perseguida: "Mis vestidos de novia tienen alma contemporánea"
Impulsada por las redes sociales, la enseña nupcial de Alejandra Oria cabalga entre titanes como una de las preferidas por aquellas novias amantes de la moda y las tendencias
Tres años. Ni más ni menos. Es el tiempo que le ha bastado a Alejandra Oria para ganarse un hueco en el sector nupcial. La diseñadora es una de las más solicitadas y perseguidas por las novias amantes de las tendencias y sus vestidos, una increíble exposición de moda con un cuidado trabajo de patronaje que domina la escena digital. Impulsada por las redes sociales, su firma, la que, por cierto, lleva su nombre, es un fenómeno de masas. Hablar con ella y descubrir los secretos detrás de sus trajes virales era obligado.
"Alta costura para novias contemporáneas", la presentación en la página web de la creadora no puede ser más elocuente. Oria, en su charla con Vanitatis, insiste en esa idea: "Siempre digo que mis vestidos de novia tienen alma contemporánea. Me gusta pensar en las proporciones de cada diseño sin necesidad de darle un contexto nupcial, como un diseño que podría funcionar en cualquier color, pero que, para una novia, será seguramente blanco".
Amar y venerar la moda con guiño a las tendencias que mandan cada temporada es el mantra que mueve a Alejandra desde su infancia. "De pequeña tenía mucha curiosidad por la moda y por eso mi madre me enseñó a coser muy pronto. Con 17 años me empeñé en aprender de una modista de las de toda la vida. Yo le hacía los bocetos para sus clientas y ella, a cambio, me enseñaba el oficio desde su taller. Me enamoré definitivamente de la moda un año después, cuando me fui a estudiar la carrera de diseño de moda a Milán. Había encontrado mi sitio".
Poco después, la modista saltó a Londres para seguir su formación mientras compaginaba algunos trabajos en el mundillo. Hace seis años que regresó a España para formar parte del equipo de uno de los grandes emporios nacionales, y "fue ahí donde empecé a sentir una gran curiosidad por la moda nupcial. Empecé a diseñar vestidos de novia para mis primeras amigas que empezaban a casarse y me enamoré del proceso"
En plena pandemia, y con el sector de las bodas atravesando sus horas flacas, Oria se armó de coraje y lanzó su propio proyecto. "En octubre de 2020 creé la marca con la firme idea de acercar la moda a las novias porque tenía claro que existía un vacío que había que llenar. La firma nació a través de web y redes sociales y en cuestión de horas algunos diseños se hicieron virales y me di cuenta de que mi trabajo estaba gustando. A día de hoy llevamos 2 años y medio, no paramos de crecer y de vestir momentos felices… Es una maravilla", declara.
Descrito el momento actual que atraviesan las bodas por Oria como una auténtica revolución ("las normas ya no existen, se ha roto con lo estándar y esto permite que marcas como la mía, que no siguen cánones clásicos, estén viviendo un crecimiento muy notable"), es innegable que Instagram ha sido y es el motor de su carrera. "Su papel en este contexto es fundamental. En mi caso, gracias a la primera foto en redes, la marca comenzó a salir en cabeceras de revista unos días después de su lanzamiento. Gracias a las novias que se han viralizado he llegado a clientas que hubieran sido inaccesibles, como en Latinoamérica o en China. Nos ha ayudado a crecer sin límites".
Aunque las mujeres que aterrizan en su taller, un luminoso estudio ubicado en la calle Alonso Cano 95 de Madrid, no lo hacen por ver cómo los vestidos de novia creados por Alejandra acumulan miles de 'likes', lo hacen porque "buscan sorprender sin dejar de sentirse ellas mismas. Es, sin duda, la elección del vestido más significativo de su vida, algo que nunca olvidarán. Mis novias son mujeres con una gran sensibilidad estética que se divierten con la moda".
Como el caso de Leticia, una de sus primeras clientas en viralizarse. "¿Un vestido especial? Para mí todos los son. Lo que sí puedo decirte es que hay un vestido que me ha dado infinitas alegrías y cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo". Ese traje, el de Leticia, supuso un antes y un después en la carrera de Alejandra Oria, y es el que enseñamos a continuación.
"El objeto de mi trabajo es hacer moda y centro mi creación en vestidos de novia que se alejen de la estética tradicional. Para mí es imprescindible ofrecer diseños rompedores que mantengan la máxima calidad de costura y artesanía en cada pieza", explica. Para ello, Alejandra se inspira viendo desfiles, rebuscando entre tejidos o en cualquier cosa que pulule a su alrededor y sea digna de captar. "Comienzo siempre por los bocetos más espontáneos que surgen de mi cabeza, casi sin pensar. Me pongo música Frank Sinatra de fondo y el lápiz va solo. Puedo estar así semanas", narra.
Una vez que la novia escoge su firma para vestir el día de su boda y el traje está visualizado en la mente de Oria, se inicia el proceso de creación del vestido con los bocetos sobre el papel. "Es totalmente artesanal y cada modelo se trata como si fuera el único. Los tejidos se cortan a mano y se comienzan a preparar para las cuatro o cinco pruebas que realizamos en el atelier de Madrid. En la primera prueba, hacemos una toile (un prototipo del vestido en tejido de prueba) para poder trabajar la silueta en 3D sobre el cuerpo de cada novia. La parte más divertida es darle forma al vestido en los tejidos reales. Se trata de otras tres pruebas en las que esculpimos el cuerpo de la mujer y trabajamos las proporciones del diseño para que quede impecable". El resultado salta a la vista en vestidos tan perfectos como el de Elisenda, otra novia que cautiva en el espacio digital.
Diferentes y con particularidades especiales que apuntan directas a la personalidad de la novia, los trajes que salen del taller de la diseñadora tienen dos rasgos en común, "modernidad y armonía. Me obsesiona estudiar bien el patronaje en cada vestido para resaltar las formas de la mujer que va a llevarlo. Líneas puras e impecables. Muchos incluyen texturas, volúmenes o asimetrías, pero en esencia el diseño siempre ha de mantener un equilibrio para que funcione".
Ferviente admiradora de las corrientes que triunfan en la industria de la moda, en lo nupcial, para Alejandra hay dos este 2023 que, aunque antagónicas, sobresalen como las ganadoras. "Por un lado, la tendencia minimal y oversized en tejidos con peso y movimiento. Cada vez con más frecuencia me llegan clientas que quieren vestidos de apariencia sencilla y muy fluidos, que no marquen la silueta. Creo que el concepto de feminidad en las novias está evolucionando mucho hacia esta vertiente. Y por otro lado, una tendencia más barroca que tiende al romanticismo y detallismo en los looks, pero con un punto contemporáneo: volantitos, puntillas, pequeños bordados o texturas en siluetas renovadas con patrones actualizados".
Si hubiera tenido oportunidad, a Oria le habría encantado diseñar el vestido de novia de Carolina de Mónaco.
Concluimos con la visión del futuro inmediato que la diseñadora tiene de los looks nupciales. "A menudo, las mujeres que me visitan me dicen que quieren ser una novia no novia. Por eso creo que cada vez se quieren ver más modernas y alejarse de las novias convencionales. Creo que las novias del futuro llevarán tejidos y siluetas más trendy, estilos de peinado más desenfadados y desaparecerán por completo las colas en los vestidos principales. Eso sí, lo que me daría muchísima pena que se perdiese sería el velo".
Tres años. Ni más ni menos. Es el tiempo que le ha bastado a Alejandra Oria para ganarse un hueco en el sector nupcial. La diseñadora es una de las más solicitadas y perseguidas por las novias amantes de las tendencias y sus vestidos, una increíble exposición de moda con un cuidado trabajo de patronaje que domina la escena digital. Impulsada por las redes sociales, su firma, la que, por cierto, lleva su nombre, es un fenómeno de masas. Hablar con ella y descubrir los secretos detrás de sus trajes virales era obligado.