Así son los tocados de flores artesanales que triunfan entre las novias

El hecho a mano es un valor en alza en el universo nupcial. Del vestido a los zapatos o las joyas, las novias buscan para su gran día piezas únicas y exclusivas creadas con mimo. ¿El objetivo? Demostrar que son singulares. En este sentido, los accesorios están cobrando un nuevo papel protagonista. Clásicos para adornar la cabellera de las novias, como son los velos o las tiaras, compiten con otros diseños románticos. Igual te has percatado de que, de un tiempo a esta parte, los tocados han regresado como esenciales con un motivo triunfador: las flores.

Volátiles, dotados de pureza y muy elegantes, los tocados florales de Charo Agruña causan sensación entre esas novias diferentes y estilosas que, después, se convierten en virales. Detrás de la firma está Irma Agruña, la diseñadora encargada de hacer magia a través sus flores, un arte que heredó de su madre y su abuela.

"Charo Agruña es un negocio familiar, se remonta a 1939 cuando mi abuela Trinidad emigró a París. Allí aprendió el oficio y el savoir faire francés. Una vez en Madrid creó su propio taller, coincidiendo con el auge de la alta costura, junto a mi madre, Charo Agruña. En el año 2000 abrimos al público la marca con el nombre de mi madre, nuestro atelier, nuestra casa, como dicen los franceses. Utilizó las mismas herramientas y procedimientos que utilizaban mi madre y mi abuela cuando empezaron con el oficio en París. Cada pieza es única, no hay dos modelos iguales", cuenta Irma.

La artesanía y las flores como señas de identidad, y una filosofía de trabajo que marca sus pasos: "Siempre trabajo con cita previa, así puedo dedicar a cada novia el tiempo que necesita para descubrir juntas el tocado, el complemento o la flor que mejor le queda para el día de su boda".

El resultado son flores elegantes y sencillas, cargadas de belleza. "Todos mis diseños son artesanales, no utilizo moldes y cualquiera de ellos puede variar en tamaño, color, etcétera. Su alma se fundamenta en la pureza y el equilibrio".

Unos valores que comparten las novias que llaman a su puerta. "Buscan elegancia y sencillez, pero sobre todo encontrarse guapas y seguras en un día tan importante. Quieren un diseño diferente, único y exclusivo. Son novias que confían en el trabajo a medida y que les gusta ver y disfrutar del proceso que conlleva", argumenta la diseñadora y fundadora de Charo Agruña.

Ahí comienza el proceso de creación. "Lo primero es conocernos y hablar sobre su vestido, de qué tela o telas está realizado y, a partir de ahí, le propongo varios modelos. Después elegimos tamaños, vemos las posibilidades y variaciones. Una vez la novia elige el diseño, empieza el trabajo de taller, que puede tardar entre 15 y 30 días dependiendo del tocado y la dificultad. Una vez finalizado todo el proceso quedamos para realizar la última prueba, donde si es necesario hacemos ajustes para que todo quede perfecto". Los crea con tejidos naturales: "Organza, terciopelo, crepé de lana o de seda y popelín de algodón son mis preferidos".

Como es obvio, su inspiración parte del universo bucólico, pero hay más: "Me fascina la naturaleza, sus flores, sus hojas, su movimiento y su delicadeza. Intento inspirarme en sus formas orgánicas, sencillas, etéreas y efímeras. Mi fin es plasmar la belleza de un instante".

A Irma Agruña no le impresiona el calificativo de viral; para ella, todas sus novias son únicas y especiales. Como consejo les dice: "Lo importante es que sean ellas mismas, que estén cómodas y que se sientan guapas. Que se tomen su tiempo en elegir los detalles, sin prisa, para que nadie las atosigue. El trabajo a medida lleva su tiempo, pero los resultados merecen la pena. Si están inmersas en una prueba de tu vestido o complemento de novia, se miran al espejo y se les escapa una sonrisa, es que han encontrado su outfit".

Para concluir, le preguntamos a la creadora sobre las tendencias de moda que mandarán en 2024: "Habrá un contraste de texturas, se apostará por lo artesanal y por el trabajo a medida. Encajes, plisados y telas antiguas. Apliques de flores de colores, diseños con layering, asimetrías del cuerpo a falda y vestidos de novia con cuerpos bordados".