El vestido de novia de Ina Morenés, al detalle: desmontable, elegante y con chaleco de tweed

Felipe Matossian e Ina Morenés ya son marido y mujer. Tal y como detallamos en Vanitatis, la pareja aristocrática se casaba hoy en Madrid. El novio, marqués de Pons, sobrino nieto de Carlos Falcó y, por ende, primo de Tamara Falcó, y la novia, hija de María del Carmen Allendesalazar y Ruiz de Arana, marquesa de Velada, nieta por parte de madre del vizconde de Tapia y nieta por parte de padre del marqués de Villarreal de Burriel, han contraído matrimonio en una ceremonia religiosa celebrada esta tarde en iglesia de las Calatravas. Ubicado en pleno centro de la capital, hasta el templo se han acercado parte de la aristocracia y la jet set de nuestro país para ser testigos de su promesa de amor.

Una lista de invitados vip, entre los que figuran Tamara Falcó e Íñigo Onieva, o Álvaro Falcó e Isabelle Junot, y que, a pesar de su popularidad, no le han robado ni un ápice de protagonismo a la gran estrella de la boda: la novia.

Como manda la tradición, Ina Morenés ha llegado a las inmediaciones de la iglesia acompañada de su padre, Antonio Morenés Giles, con los escasos minutos de retraso. Al tiempo que el padrino y la novia se bajaban del coche, el vestido de la novia ha quedado expuesto al público.

Se sabía que la diseñadora de interiores había confiado su diseño y confección en Navascués, uno de los talleres favoritos de la alta sociedad madrileña para vestir en sus bodas. Cristina Martínez-Pardo, la directora creativa de la marca, estuvo detrás de otros looks nupciales que quedaron para la historia como el vestido de novia de Belén Corsini para su enlace con Carlos Fitz-James en 2021, y el de Lulu Figueroa, nieta de la condesa de Romanones, en el suyo con Adrián Saavedra en 2016. Con experiencia de sobra y un porfolio de altura como aval, apostar por Navascués es hacerlo sobre seguro.

Ina no ha fallado. Con un vestido desmontable de dos prendas, un traje base y encima un chaleco de tweed, la novia ha apostado por un atuendo nupcial clásico y elegante, a la par que tendencia.

Entremos en detalle para analizar el modelo de Navascués. Confeccionado con dos tejidos de color blanco impoluto, uno rústico para el chaleco y otro liso, pero con cuerpo para el vestido, el suyo es un look de invierno perfecto. Sin mangas y con el cuello camisero, las sisas del chaleco dejaban asomar parte del traje que, seguramente, lucirá en la celebración posterior a la ceremonia religiosa. Además, esta pieza cuenta con una sobrefalda que se extiende por la silueta hasta rozar el suelo y fundirse con el vestido.

El vestido de novia principal cuenta con mangas tres cuartos rematadas con puños camiseros y una falda en línea 'A' con bastante movimiento. Con el chaleco como prenda de abrigo, no hemos podido ver cómo es el escote que Ina Morenés lucirá durante la fiesta de su enlace.

Saltándose el 'dress code' nupcial, ha renunciado a portar velo. A pesar de lo que se había publicado en diversos medios de comunicación y así se esperaba, tampoco ha llevado ninguna tiara del ilustre joyero familiar de su marido, en concreto de la rama Falcó. Con su melena midi recogida en un moño, sí que ha presumido de joyas con unos pendientes y un brazalete de oro blanco y brillantes.

Para el ramo, un bouquet deconstruido con flores silvestres en tonos blancos salpicadas de hojas verdes y granates. Una composición floral que ha cerrado con un lazo de terciopelo en un tono oscuro.