Así fueron los vestidos de novia de las mujeres del clan Corsini

Suenan campanas de boda. Mañana mismo, Laura Corsini, creadora de Bimani, una de las firmas favoritas de la jet set madrileña, se dará el ‘sí, quiero’ con el empresario Javier Ibáñez Fuertes en la reconocida localidad cántabra de Comillas. Una celebración que reunirá a algunos de los miembros más destacados de la Tribu, como popularmente se llama al clan Corsini, al igual que lo hizo el enlace de Borja Corsini en Sevilla durante el pasado mes de abril.

Esta familia de la alta sociedad, que ha adquirido una mayor relevancia mediática a raíz de la relación de Belén Corsini con Carlos Fitz-James Stuart Solís, destaca por la capacidad de emprendimiento y elegancia de sus mujeres. La diseñadora será la última de ellas en vestirse de blanco; todas sus primas y hermanas ya han caminado hacia el altar con modelos nupciales muy inspiradores.

La condesa de Osorno, protagonista de una de las bodas aristocráticas más comentadas de los últimos años, celebró su enlace hace poco más de un año en el palacio de Liria de Madrid. A la altura de la ubicación, Belen Corsini lució un diseño clásico creado especialmente por Cristina Martínez-Pardo Cobián, fundadora de Navascués, una de las firmas nacionales de novias más reconocidas.

El vestido de corte imperio, ligero escote pico y mangas de una pieza abullonadas estaba realizado en georgette pesante de seda natural con una doble falda y enagua, confeccionada en satín con remate bordado. Además, contaba con una cola desmontable de tul plumeti bordado sobre gazar y un velo en el mismo tejido. La aristócrata se desprendió de la pieza tras la ceremonia y dejó al descubierto un escote rectangular de la espalda.

Además, el rostro más representativo del clan Corsini decidió no utilizar ninguna de las tiaras del joyero de la Casa de Alba y rendir homenaje a los suyos. Para decorar su coleta utilizó un pasador doble de Suma Cruz formado a través de joyas antiguas de su familia.

Tan solo cuatro meses después, la hermana de la condesa de Osorno, María Corsini, celebraba su enlace con su pareja Diego Osorio Núñez-Lagos en una finca familiar ubicada en un pequeño pueblo de Guadalajara. La empresaria seleccionaba un diseño de Sole Alonso con un toque nada convencional, ya que se decantaba por el tono beis para la ceremonia eclesiástica.

El modelo, realizado en seda rústica, estaba completamente decorado con una estampación floral de tonalidad pastel pintada a mano. Además, su silueta cruzada con drapeado a la altura de la cintura potenciaba la silueta femenina, al igual que lo hacían su escote en ‘V’ y las mangas francesas fluidas semitransparentes.

La decoradora de interiores Marta Corsini también quiso desmarcarse de la estética más clasicista con un modelo midi de aires románticos. El diseño de cuello camisero y abotonadura central con un sutil escote pico contaba con dos mangas cortas abullonadas y una falda fluida de vuelo con tiro alto fruncido y largo por encima del tobillo. Además, también descartó la idea de utilizar un ramo de flores y asistió con una cesta semicircular decorada con ramas silvestres.

Su hermana Alejandra Corsini reconectó con el mundo aristocrático al seleccionar a Teresa Palazuelo, tía de la duquesa de Huéscar, como su diseñadora nupcial. El enlace de carácter íntimo, que tuvo lugar en la iglesia del madrileño pueblo de Belmonte del Tajo, fue posteriormente celebrado en una finca privada ubicada en la localidad y perteneciente al clan Corsini.

Esta ubicación marcó no solo la personalidad de la influencer, que adora la naturaleza y los animales, sino también su vestido de novia. Como bien explica la prima de Belén Corsini en su página web, “al ser una boda en el campo, yo no quería que fuera de un blanco radiante ni que la tela de la falda fuera muy sensible por si se enganchaba con alguna ramita”.

Por ello, el modelo estaba compuesto de dos partes. Una parte superior de escote recto y manga corta, confeccionada en guipur suizo rebordeado con hilo de lino natural, y una falda de volumen con varias capas de organza, gasa y georgette. En sustitución del velo, utilizó una mantilla de color blanco crudo.

Años después, pero en el mismo enclave, Ana Corsini se daba el ‘sí, quiero’ con el arquitecto Ignacio Diez Duralde. Cerrando el círculo, su vestido de novia fue creado por su hermana Laura de la mano de su firma de moda Bimani, pero confeccionado por la misma diseñadora escogida por Alejandra: Teresa Palazuelo.

La empresaria lucía un diseño vintage, protagonizado por los detalles de encaje, con falda fluida, un discreto escote en ‘V’ y manga corta semitransparente. “Ana tenía claro lo que quería pero nos dejó opinar en todo!. En un viaje a París encontré esta reliquia de vestido antiguo, utilizamos cada milímetro de encaje! Creamos este boceto y nos hizo tanta ilusión sacarlo en la prueba final y ver que se había hecho realidad. Gracias Teresa Palazuelo por la confección, hacéis magia!", explicaban en su cuenta de Instagram.