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La boda de Inés en un bosque de Mallorca y su vestido de novia: un camisón vintage comprado en el Rastro
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La boda de Inés en un bosque de Mallorca y su vestido de novia: un camisón vintage comprado en el Rastro

Rodeados de árboles y al aire libre, así fue el enlace de Inés y Francesc en la isla con un delicado y ligero diseño nupcial de Larriba Atelier

Foto: El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Rompiendo por completo con la tradición, fue Inés quien le pidió matrimonio a Francesc en el mismo lugar que se conocieron, pero siete años después. "Francesc es mallorquín y yo soy de Guardo, un pequeño pueblo ubicado en la montaña palentina. Llevo viviendo en Mallorca doce años. Nos conocimos en un festival de música en la isla en el año 2016, la petición de mano fue en el mismo festival de música en el 2022. Yo se lo pedí", confiesa la novia protagonista del día.

Él, socio fundador de una empresa de actividades de tiempo libre para niños, y ella, responsable de clientes en una empresa tecnológica, decidieron organizar una boda al aire libre. "Siempre me había imaginado casándome en mi pueblo, pero el destino me llevó a Mallorca y ahora es mi hogar. Lo que para mí era vital era que, además de las personas que ahora son mi familia mallorquina, toda la gente importante de mi tierra me acompañase en ese día tan especial y así ocurrió", cuenta Inés.

placeholder La boda de Inés en Mallorca. (Ereaga Studio)
La boda de Inés en Mallorca. (Ereaga Studio)

Fijaron el 26 de agosto de 2023 como fecha del enlace. ¿El lugar? La Finca de Binissatí, paraje único que refleja a la perfección la historia y los valores culturales de la isla de Mallorca, un enclave situado en el corazón de la isla con más de 500 años de historia y rodeado por un espectacular bosque de encinas.

"Tanto la ceremonia como la celebración fueron en la misma finca. La ceremonia la hicimos en el bosque de encinas; el cóctel, en un patio de naranjos; la cena, bajo una carpa beduina con vistas a la sierra de la Tramontana; y la fiesta, en la zona principal de la finca al aire libre", detalla esa novia palentina.

placeholder Inés, llegando a la ceremonia. (Ereaga Studio)
Inés, llegando a la ceremonia. (Ereaga Studio)

"Quisimos inspirarnos en el concepto de una verbena de verano y de ahí que todos los espacios fueran al aire libre e incorporamos una decoración que aunque era alquilada a un tercero, fue diseñada íntegramente por nosotros. Utilizamos tanto elementos como tonalidades que se mimetizaran con el entorno", relata Inés.

Con fecha, lugar y temática, era el momento de comenzar la búsqueda de su vestido de novia. "Tenía una idea clara en cuanto al estilo, pero no sabía a quién acudir. Descubrí a Ana Larriba a través de una amiga de Valladolid y, como yo soy de la zona, decidí visitarla". El flechazo novia-diseñadora fue instantáneo.

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Entre tejidos, modelos de muestra y trajes nupciales, Inés recuerda que "Ana tenía un camisón de escote y espalda cruzados de encaje de aguja de Alençon y falda de seda de hace 100 años que compró en el Rastro de Madrid y yo me enamoré de él. Me lo probé y supe que era mi vestido. No acudí a más sitios ni me probé más piezas".

Un reto, el de transformar un camisón vintage en un vestido de novia actual, al que Ana y su equipo se enfrentaron de forma magistral. "Repararon las partes dañadas e incorporaron una bambula de seda que mandaron a teñir para cuadrar el color. Esta bambula cubrió mis hombros y fue la cola de mi vestido. Era perfecta, ya que además de la longitud necesaria, tenía un movimiento natural que me permitió bailar con ella y no desprenderme de ella en ningún momento".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Ana Larriba explicó el proceso en un post de sus redes sociales. "Quien me conoce y pasa por nuestro taller sabe cuánto disfruto encontrando piezas que luego pasan a formar parte de nuestros vestidos. Encontré este antiguo camisón un domingo en el Rastro. Inés vio unas fotos y cuando vino a vernos tenía claro que lo quería para ella. Un proceso en el que hemos disfrutado mucho: limpieza, restauración, tinte y confección".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

La elección de los accesorios no pudo ser más acorde con esa estética entre vintage y boho que desprendía el vestido de novia de Inés. A sus pies, unas sandalias doradas con tacón en bloque de Unisa. Como joyas, "un anillo de oro con piedras burdeos de mi abuela Nana, la medalla de la virgen del Carmen de mi abuela Rosario colocada en el escote de la espalda, unos pendientes M de Paulet, en concreto el modelo Eiffel, adaptados para mí con el fin de que hicieran juego con el anillo de mi abuela, y un broche antiguo con piedras burdeos que encontré un anticuario de Valladolid para sujetar la cola", nos detalla.

Las alianzas, símbolo del compromiso de amor eterno entre Inés y Francesc, eran oro blanco con un pequeño diamante, creación del joyero artesano mallorquín Pep Joan.

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Por último, el ramo. "Estaba compuesto de margaritas secas y esparraguera. Tanto el ramo como la decoración floral en la finca estuvo a cargo de Cariaquita, una floristería de mi barrio de Mallorca, Santa Catalina".

Con todo el look nupcial pensado y armado, llegó el gran día y tocaba dedicar unas horas al peinado y el maquillaje. "Tanto a mi madre como a mí nos peinó y maquilló Xisca Bauza". Una vez Inés estaba lista, salieron rumbo a la finca. "Mi padrino condujo el coche que me llevó junto a mis padres hasta el bosque donde se celebró la ceremonia. Después entré de la mano de mi padre".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

A lo que Inés añade: "Recuerdo estar muy emocionada todo el día, aunque curiosamente fue el día que más tranquila he estado nunca. Cuando entré con mi padre y vi a todo el mundo de tantos lugares juntos en el que es mi nuevo hogar, me sentí la persona más afortunada del mundo. La ceremonia fue muy personal y emotiva. Los maestros de ceremonia fueron dos amigos nuestros, por lo que nada podía fallar. Los discursos, nuestros votos y la entrega de anillos por parte de los abuelos de Francesc pusieron el broche de oro".

Sin cambiar de localización, los recién casados y todos sus invitados dieron comienzo a los festejos. "Durante el cóctel aprovechamos para saludar a todos los invitamos y no quisimos hacer fotos de grupo, sino que queríamos inmortalizar todos los momentos de abrazos y saludos de forma natural e improvisada".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Días antes, tuvieron que cambiar de planes en el montaje. "Se avecinaba una fuerte tormenta en Mallorca el domingo, por lo que en el último momento decidimos colocar una carpa beduina que aunque afortunadamente no llovió, junto con la 'deco' pensada para el momento, tiras de olivo, candelabros y mesas imperiales, generó un ambiente mágico en la cena"

Sentados a la mesa, "entre el plato principal y el postre quisimos hacer algo diferente y decidimos subastar mi ramo cuya recaudación duplicamos nosotros y realizamos una donación a la Asociación Española Contra el Cáncer. El ramo ahora le pertenece a mi amiga Marta, y no podría imaginar a nadie mejor. Para mí fue uno de los momentos más especiales que nunca olvidaré".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Era el momento del primer baile y la fiesta. La música jugó un papel fundamental en su boda. "La fiesta no fue una fiesta, fue un fiestón. Contratamos a un grupo de música en directo que animó mucho a todo el mundo para continuar con uno de los DJ más famosos de la isla, Tia Ribot. También montamos un Glitter Station y, al final de la fiesta, una recena de McDonald's. Recuerdo varios momentos de la fiesta rodeada de toda mi gente, fuegos artificiales, gotas de lluvia que cayeron al final que parecían puro atrezo, y Francesc y yo a hombros de nuestros amigos".

placeholder La boda de Inés. (Ereaga Studio)
La boda de Inés. (Ereaga Studio)

Inés y Francesc abrieron el baile al ritmo de 'Fantastic Shine', de Love Of Lesbian. "No solo fue importante esa canción. Cada momento tuvo una canción muy pensada y creemos que diferente a lo habitual, es algo que destacaron algunos de los invitados días después y ahora nosotros mismos recordamos momentos y acto seguido, nos viene a la mente su canción". Como, por ejemplo, 'Bonito', de Jarabe de Palo, para entrar a la cena o 'Los días raros', de Vetusta Morla, para el fin de fiesta.

"Cuando llegamos a casa, bien entrada la mañana, aún con la purpurina en la cara, Francesc y yo nos miramos y dijimos: 'Cariño, vaya fiestón'. Este era el objetivo".

placeholder El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)
El vestido de novia de Inés. (Ereaga Studio)

Como recomendaciones para futuras novias, Inés apunta a tres consejos. El primero, "parece un tópico, pero disfrutar del día es el objetivo fundamental. Todo lo que ocurra ese día ya no lo puedes controlar, por lo que dejarse fluir es la mejor decisión". El segundo, "a nivel organización del evento y contratación de proveedores (en nuestro caso, un total de 22), nosotros nos encargamos de todo, pero para la coordinación del día del día de la boda, contamos con Silvia de Los Sueños de Julieta. Bien sea para ambas cosas o al menos para la coordinación, como en mi caso, contar con alguien profesional para mí fue imprescindible".

Y tercero y último, "los recuerdos de la mente son los que siempre llevas contigo, pero ir de la mano de las mejores para inmortalizarlos es fundamental. A nosotros nos acompañaron Ereaga y Gilda tanto en las fotos como en el vídeo".

Rompiendo por completo con la tradición, fue Inés quien le pidió matrimonio a Francesc en el mismo lugar que se conocieron, pero siete años después. "Francesc es mallorquín y yo soy de Guardo, un pequeño pueblo ubicado en la montaña palentina. Llevo viviendo en Mallorca doce años. Nos conocimos en un festival de música en la isla en el año 2016, la petición de mano fue en el mismo festival de música en el 2022. Yo se lo pedí", confiesa la novia protagonista del día.

Vestido novia Bodas Noadex