Al aire libre y rodeada de naturaleza: la boda en los Pirineos de Miriam, la novia del vestido vaporoso con capa
Miriam y Álex se casaron el 30 de septiembre de 2023 en Arties (Lérida) con el Valle de Arán como telón de fondo de la ceremonia y la inmensidad del bosque en la celebración
La boda de Miriam y Álex me enamoró desde el primer momento que la vi en las redes sociales. Podríamos decir que fue un flechazo. El entorno idílico con las montañas de fondo, el vestido de la novia sobrevolando el ambiente y una celebración en pleno campo. No necesitaba más ingredientes para saber que el suyo había sido un enlace muy especial.
Esta pareja, él, de 32 años y experto en marketing en una multinacional, y ella, de 23 años, especialista en recursos humanos de una firma de servicios profesionales, decidió contraer matrimonio en el epicentro de los Pirineos. "Nos casamos en el Valle de Arán, en sitio muy especial para nosotros, puesto que la familia de Álex tiene casa allí desde hace muchos años y allí hemos pasado muchos días de nuestro noviazgo", cuenta la novia.
En concreto, la localidad de Arties, en Lérida, acogió su boda el 30 de septiembre de 2023. La ceremonia religiosa fue en la iglesia de Santa María de Arties y el banquete, en la Borda de Casa Irene.
Pausa para descubrir cómo los caminos de Miriam y Álex se cruzaron hace ya cinco años. "Nos conocimos en un evento de empresa al que asistí acompañando a mi padre. Resulta que él y Álex trabajan en la misma empresa y creo que le tenía medio fichado para mí. Eso fue en diciembre de 2019 y desde ese momento no dejamos de hablar. Empezamos a salir después de la pandemia y tras casi tres años de noviazgo, nos prometimos en una escapada con amigos al Valle de Arán en marzo de 2023. Seis meses más tarde nos dábamos el 'sí, quiero' en el mismo lugar".
Tocaba ponerse manos a la obra y organizar su boda. "Pusimos mucho mimo en cada detalle y en disfrutar al máximo de cada momento", confiesa la novia.
"Al tener que desplazar a todos al Valle de Arán durante un fin de semana, optamos por montar también una preboda el viernes en la Sidrería de Arties. Vinieron la mayoría de invitados y nos ayudó a disfrutar más de esos momentos tan especiales durante más días, ya que todo pasa muy rápido. Al día siguiente de la boda, el domingo, celebramos un brunch en Casa Irene con los familiares más cercanos", explica Miriam.
Mucho antes del gran día y de ese fin de semana, Miriam se lanzó a la búsqueda de su vestido de novia. "Tenía claro que quería sentirme cómoda y ser yo misma, tampoco quería ver fotos en diez años y que me disgustase mi vestido", cuenta.
Con esa premisa, se plantó en el taller de Marta Martí, la catalana que últimamente viste a las novias más espectaculares que triunfan en las redes sociales.
Apostando por el ‘slow fashion’, una moda sostenible donde la pasión por la artesanía, la confección, la producción local y los detalles son parte de su ADN, Martí ha logrado un hueco en el mundo nupcial en solo diez años. "Marta Martí y su fantástico equipo crearon mi vestido de novia", cuenta.
Ya en el taller de la catalana, Miriam tomó una decisión: "Tras probarme muchos vestidos en el atelier, optamos por combinar detalles de varios".
"Soñaba con un diseño atemporal que me definía mucho. Quería manga francesa, el escote en V, porque era el que más me favorecía, y también algo de escote en la espalda. Me gustó que fuera algo ceñido en la cintura y la terminación de botones trasera", detalla la experta en recursos humanos.
Del taller de Marta Martí también salió la capa de organza que llevó al cuello decorando de forma velada el traje. "Para la fiesta cambié la capa por un poncho blanco con flecos más abrigado por si salía fuera de la Borda".
Apuntando a los accesorios, las joyas que lució esconden una historia. "Llevé unos pendientes que pertenecían al joyero familiar de Álex, además del anillo de pedida que me regalaron mis suegros y el de compromiso".
A sus pies, la marca más buscada por las novias: unos zapatos de Flordeasoka. "Escogí un modelo cómodo y atemporal, tenía claro que no los quería ni beis ni nude, con lo que opté por una versión aterciopelada en verde. Un tono de verde del estilo de la ropa que llevaron mis sobrinos como pajes y de la cinta que colgaba del ramo".
El ramo de novia cerró el repertorio de complementos. "Quería algo elegante y atemporal, y de ahí que las hortensias, una flor que me encanta, fueran las protagonistas. Las elegí en tonos verdes y para el resto de decoración granates y colores otoñales. Como he dicho, de mi ramo colgaba una cinta de terciopelo verde con dos medallas de la virgen; una de la Milagrosa, regalada por mi cuñada meses antes del enlace, que era de P de Paola, y otra de la Virgen del Carmen"
La boda había llegado. "La noche de antes algunos de los invitados más cercanos y yo dormimos en el Hotel de Casa Irene, donde al día siguiente me arreglé".
Para el maquillaje y el peinado, Miriam recurrió al talento local. "Justo el verano antes de la boda conocí la peluquería de Nieves un día con mi suegra y quedamos encantadas con su manera de trabajar y su actitud. Así pues, tanto a mí como a mi madre nos maquilló Nieves y nos peinó Maribel". Con su look completo, salió camino de la iglesia para encontrarse con Álex. "Llegué de la mano de mi padre. Fuimos juntos en el coche que fue de mi abuelo conducido por un tío segundo", cuenta.
Sobre la ceremonia religiosa, Miriam recuerda que "preparamos con mucho cariño las lecturas y preces, y sin duda, la homilía del mossèn también estaba muy enfocada a nosotros y nuestro noviazgo. Al terminar la ceremonia le dejamos un ramo a la virgen con la canción 'Madre de Hakuna' cantada por nuestro coro".
Convertidos en marido y mujer, los recién casados y sus invitados comenzaron las celebraciones al aire libre. "Para la decoración floral de toda la boda, contamos una vez más con la gente del valle y los negocios de allí. En este caso, confiamos en Carmen y Antonieta y su floristería, Eth Jardinet".
"Teníamos claro qué era lo verdaderamente importante. Aparte de tener la visión muy puesta en el otro, era pasarlo bien con la familia y amigos. Si los invitados ven a los novios con ganas, ellos lo dan todo", confiesa la novia.
Tanto para el 'seating plan' como para los centros de mesa, Georgina Morros, de Miss Dibujos, elaboró unas bonitas acuarelas con lugares y paisajes del Valle de Arán.
Como regalo a los padres de ambos y a los testigos, "les obsequiamos con unos calcetines de Four Cottons con la cruz del Valle de Arán bordada y las iniciales de cada uno".
Un día de esos para conservar siempre en la memoria. "Guardamos recuerdos preciosos con mucho cariño de ese día, se nos pasó demasiado rápido y sin duda nos encantaría repetirlo", confiesa.
Para inaugurar la fiesta, "escogimos la canción 'I love you baby', de Frank Sinatra. Abrí el baile con mi padre, después se incorporó Álex con su madre y antes de que comenzará la parte animada de la canción hicimos el cambio y empecé a bailar con Álex"
¿Un consejo para futuras novias? "Que disfruten muchísimo de los meses de preparativos y del proceso, y que dejen a la gente que les quiere involucrarse en la boda. El día de la boda pasa tan rápido que es mejor empezarlo a disfrutar todo en los preparativos y que pongan en foco en lo que verdaderamente es importante de ese día".
La boda de Miriam y Álex me enamoró desde el primer momento que la vi en las redes sociales. Podríamos decir que fue un flechazo. El entorno idílico con las montañas de fondo, el vestido de la novia sobrevolando el ambiente y una celebración en pleno campo. No necesitaba más ingredientes para saber que el suyo había sido un enlace muy especial.
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