Entramos en el templo del diseño de Vagary Kalon: la firma que viste a novias e invitadas como diosas

Aunque la moda siempre había formado parte de su vida, "nací en el seno de una familia dedicada a la industria desde hace varias generaciones", no fue hasta experimentar un duro traspié en su camino cuando Gala Canut decidió dar el salto y crear su propia marca. "Cuando falleció mi madre entré en un proceso de sanación muy fuerte y entendí que quería ayudar a través de la moda a despertar la consciencia de las mujeres y hablar un idioma que nadie había empezado a usar hasta entonces".

Vagary Kalon nació justo antes del covid, "cuando nadie hablaba de meditar, de palo santo ni de vibraciones, fui la primera en España en relacionar sanación, consciencia y moda". Pionera en fusionar estos tres campos en un proceso de trabajo muy particular que convierte cada vestido en una experiencia, es capaz de transformar a una de sus musas (sus clientas) en auténticas diosas.

A su creadora, la catalana Gala Canut, le gusta definir a la suya como "una filosofía dentro de la moda más que una marca" y de ahí el nombre que le dio a la firma, "me define a mí y a al universo que he creado a la perfección". Ella nos lo explica, "Vagary viene de latín y quiere decir una idea impredecible, un acto salvaje: y Kalon viene del griego y es belleza interior. Junte ambas palabras como un nombre y apellido y sentí que era mi forma de renacer".

Su objetivo va más allá de vestir a novias e invitadas (cosa que hace con un buen gusto y una personalidad arrolladora que les ayuda a destacar por encima del resto) y tiene un fin que conecta con mejorar nuestra salud mental y autoestima. "Queremos que comprar un vestido se convierta en una experiencia para romper con inseguridades, códigos y bloqueos que tenemos la mayoría de las mujeres cuando nos ponemos delante de un espejo. A través de la compra y de la creación de un vestido se puede entender mucho de una misma y podemos sanar al conocernos mejor".

Las que salen de su taller ubicado en la Avenida Diagonal, 327, de Barcelona, son piezas únicas. "Prefiero escoger bien a quien voy a vestir. La mía no es una marca para todo el mundo y al ser todo tan personalizado no puedo atender a tantas clientas". Por ahí, se pasean las mujeres de la alta burguesía catalana deseosas de engordar su fondo de armario con un Vagary Kalon. Todo un éxito. "Empecé vistiendo a mis amigas y al dedicar tanto amor y asegurarme de que todas ellas salían impecables del templo, el éxito estaba asegurado. Llegaban a los eventos y todo el mundo les preguntaba quién las había vestido. Ellas siempre han sido generosas al compartir mi nombre. Fue poco a poco boca a boca y estando yo detrás de cada detalle".

El templo, así es como la diseñadora se refiere a su taller, es el centro de todo. "'Design temple' es nuestro lugar de creación. Todo el proceso de diseño, patronaje y confección ocurre en nuestro atelier de Barcelona. Lo llamamos el templo del diseño porque cada mujer que entra es una diosa. En el templo se escuchan mantras, el espacio te limpia con palo santo e incienso, entras descalzo para enraizarte…. En pocas palabras, es toda una experiencia".

Aunque se deja llevar por sensaciones y tiene su ritual, Gala se inspira en el armario de su madre. "Ella era una coleccionista de moda y tenía un archivo de prendas infinito. Empiezo inspirándome en sus prendas y con mi patronista, con quien tengo una conexión muy fuerte, vamos deconstruyendo esa pieza hasta hacerla nuestra". Como segunda opción para inspirarse, "a través de la meditación me llegan ideas y luego me envuelvo en telas hasta que sale una forma que mi patronista capta y lo desarrollamos".

Sus materiales fetiche son los tejidos naturales como la seda, la lana, el lino o el cashmere. Todo para vestir a sus musas. "Son aquellas que transmiten al 100% los valores de la marca, ellas saben de moda, les gusta mucho arriesgar, confían en mí a ciegas y sobre todo, aman la magia que les ofrece el proceso de crear piezas únicas e impredecibles y están dispuestas a abrirse al proceso. Son mujeres con una fuerte personalidad pero a la vez femeninas y vulnerables. Yo las amo", confiesa Canut.

Una de sus líneas de actuación son los vestidos de novia. Entre su muestrario, uno especial. "El de Silvia Desvalls, fundadora de Cedratt. Fue un éxito rotundo y a la vez, un reto. Llego un mes antes de su boda y se puso en mis manos sin boceto. Vimos una silueta de la colección que nos gustaba a las dos y a partir de allí confió en mí. Conecté mucho con ella, de ahí el resultado".

Las suyas son novias únicas y singulares. "Intento que, a través de mis novias, se pueda plasmar su personalidad única, lo mismo con mis invitadas. Tienen que entrar en el lugar y no dejar a nadie indiferente, pero a la vez siempre ir de la mano de la elegancia".

Novias e invitadas, Gala les da a todas el mismo consejo: "que aprendan a escucharse y a confiar en ellas mismas, porque es su mayor poder. Una mujer conectada con su confianza e intuición es lo más poderoso que existe, pero siempre desde el corazón y no desde el ego".

Una recomendación que conecta directamente con su idea de mujer 10. "Cualquiera que haga las cosas desde el corazón, desde el amor y desde la luz. Me inspiran las mujeres corrientes que son valientes, que luchan por descubrirse y que no se conforman".