Los detalles de la boda de Angie Rigueiro y Nacho Cerrillo: vestido de la novia, una tiara y una llegada a la basílica digna de película

El día ha llegado. Angie Rigueiro y Nacho Cerrillo han puesto el broche de oro a una relación que comenzó hace dos años. Este viernes, la pareja se ha dado el 'sí, quiero' en San Lorenzo del Escorial. En concreto, en la basílica del templo religioso. Hasta allí se han desplazado decenas de personas que han querido estar en este enlace tan especial. Así, uno de los primeros en llegar ha sido el empresario, quien ha ido recibiendo a los asistentes con una sonrisa que evidenciaba lo feliz que estaba de dar un paso más en su relación con la presentadora de Antena 3.

Unos minutos después ha llegado Rigueiro. Su llegada no ha podido ser más cinematográfica. La presentadora ha aparecido a bordo de un elegante coche clásico descapotable de color azul marino con el que ha recorrido el empedrado como si se tratara de una escena sacada de una película de época. Este, decorado con discretos lazos blancos, añadía un toque de sofisticación y romanticismo atemporal a la escena. Además, este tipo de entrada prueba que han cuidado hasta el más mínimo detalle buscando una mezcla entre lo clásico y lo elegante.

Rigueiro, para su gran día, ha optado por un vestido que destacaba por su elegancia tradicional. Con cuerpo entallado, manga larga de encaje floral y una falda de líneas puras que se extiende en una impresionante cola, la periodista ha conseguido equilibrar sobriedad, feminidad y majestuosidad. Además, el velo de tul, que ha acompañado de una tiara de inspiración regia y pendientes colgantes con brillo sutil, acentúa su look nupcial sin caer en estridencias. También portaba un ramo de estética silvestre y tonos verdes.

Por su parte, el novio, que ha llegado con su madre, quien ha vestido de verde menta, ha apostado por el chaqué, reafirmando el carácter clásico y solemne de la ceremonia religiosa. Así, el empresario ha querido lucir una levita azul marino, chaleco a juego y corbata verde con un discreto estampado. A diferencia del chaqué más tradicional, Cerrillo ha escogido un pantalón del mismo tono azul que la levita, consiguiendo, de este modo, un efecto visual más uniforme y que daba un aire moderno. Eso sí, sin perder la elegancia que requería una ocasión tan especial.

Tras la ceremonia religiosa, los ya convertidos en marido y mujer, junto al resto de amigos y familiares, han puesto rumbo a El Campillo, una finca que se encuentra ubicada en el mismo municipio. Allí tendrá lugar el convite y a buen recaudo, no dejará de sonar la música hasta altas horas de la madrugada. Una inmejorable forma de comenzar el periodo estival y con la que poner el broche de oro a su noviazgo.