El día de Sara: boda multitudinaria en la catedral de Sevilla, un vestido de novia de Carmen Maza y una madrina viral

A pesar de que Sara y José Luis, nuestros novios protagonistas del día, se conocían desde niños, "éramos muy amigos en nuestro pueblo natal, Écija (Sevilla)", no fue hasta el último año de la universidad cuando surgió el amor. "Ambos estudiamos en Córdoba, él, Derecho + ADE, y yo, Medicina, y fue en el último año de carrera cuando coincidimos a diario y comenzó nuestra relación". De ese momento han pasado ya siete años.

Una petición de mano, "fue en enero de 2024, en el Mirador de Santa Iria, en un viaje que hicimos a las Islas Azores", que terminó en boda hace un mes. Sara y José Luis se casaron el pasado 24 de mayo.

Sara, de 31 años, médico e hija de Francisco García Alcántara y Carmen Soledad García Gutiérrez; y José Luis, misma edad, experto en el sector financiero e hijo de José Luis López Soto y Olga Gomis Jiménez, celebraron un enlace marcado por la tradición.

Dividido en dos actos, primero, ceremonia religiosa en la Parroquia del Sagrario, ubicada dentro de la Catedral de Sevilla, y segundo, celebración en la Hacienda Los Molinos de Maestre, una finca del siglo XVII situada en el término municipal de Dos Hermanas, a 12 km del centro de la capital hispalense.

La pareja no estuvo sola. "Contamos con Lara y su equipo de wedding planners, Galanthia, para la coordinación y planificación del día de la boda, aunque la organización de la boda en sí fue cosa nuestra, y lo disfrutamos muchísimo. Gracias a Lara y a su equipo por su paciencia, dedicación y entrega, estuvieron en todo momento pendientes de nosotros y de que no faltara ni un detalle, fuimos a la boda muy tranquilos porque confiábamos al 100% en ella".

Con la planificación de la boda en marcha, Sara se lanzó a la búsqueda de marca para crear su vestido de novia: la sevillana Carmen Maza, una institución entre las novias clásicas, estaba detrás.

"Tras una larga búsqueda, acudí con nervios e ilusión a Carmen Maza en noviembre de 2024 y allí fue donde me diseñaron el vestido", cuenta la doctora. Situado en la calle Conde de Osborne, 34, en el centro de Sevilla, de ahí salen cada temporada los looks de muchas andaluzas.

"No fui con una idea claramente estructurada, tenía claro que la tela de gasa de seda y la fluidez, tendrían que estar muy presentes, y en Carmen Maza diseñaron el vestido de mis sueños en cuestión de minutos", detalla la novia. "Tuve 5 pruebas en total y desde el boceto inicial, no se hicieron apenas modificaciones… Para mí, todo siempre estaba perfecto. Tanto Ana, como María y Chari, hacen que te sientas en casa. Cuatro días antes de la boda fue la última prueba y fue muy emocionante".

Sara empezó a elegir los complementos que rematarían su look nupcial. ¿El más especial? El tocado de hortensias blancas preservadas que decoraron su moño bajo, una creación de Esencia de la flor que puso el toque romántico al vestido de Carmen Maza.

Más detalles: pendientes largos de M de Paulet, su anillo de pedida de Cartier, unas sandalias con plataforma y tacón de Pedro Miralles, y un velo de gasa semitransparente. En cuanto al ramo, Sara escogió una combinación de lavanda y flor de manzanilla de Cártamo anudado con una cinta de Srta. Calista.

El novio, José Luis, llevó un chaqué clásico de Dappers con corbata de Emblematic, gemelos de El Corte Inglés, zapatos con cordones de Berwick, reloj de Longines y unos tirantes de su abuelo paterno.

Mención especial para el outfit de la madrina, Olga Gomís, que horas después del enlace, se convirtió en viral. Acumulando miles de likes en Instagram, el secreto de su éxito está en el impecable estilismo que llevó al enlace de su hijo y su nuera. ¿De quién fue obra? De Nicolás Montenegro. De líneas depuradas y patrón minimalista, el diseñador construyó un vestido a medida para Olga de color verde esmeralda con tocado de Nana Golmar.

Aquel día, Sara se arregló con su madre en una suite del Hotel Alfonso XIII de Sevilla. Julia Hidalgo fue su maquilladora y peluquera. "No tuve ninguna duda ni tenía ninguna otra opción en mi cabeza que no fuera ella. Julia es arte y paz. Fue la primera en venir esa mañana, y siempre recordaré esos momentos con ella". Después, puso rumo a la ceremonia, "mi padre me acompañó hasta el altar". Del vídeo se encargó el equipo de Emotion Film.

Echando la mirada atrás, la doctora recuerda que fue "un día muy especial que vivimos rodeados de todos nuestros seres queridos. Un día emotivo y de reencuentros con familia y amigos Santander, Toledo, Jerez e incluso Estados Unidos, y tuvimos la enorme suerte de contar con todos. ¡Siempre lo agradeceremos! La boda la disfrutamos muchísimo, fue un día muy fugaz que volveríamos a repetir sin omitir ni un solo momento".

Unos 350 invitados para un enlace multitudinario que arrancó en la Catedral de Sevilla. "De la ceremonia destaco al coro de voces blancas del colegio Entreolivos junto con el organista. Fue sinceramente espectacular. También destacaría a Don Manuel, el cura que ofició la misa, ya lo conocíamos con anterioridad y nos dedicó unas palabras a cada uno, e hizo que el momento fuese mucho más emotivo".

Convertidos en marido y mujer, la Hacienda Los Molinos de Maestre, acogió los festejos. "La decoración fue obra de Ángela Bustamante. Abundaban las hortensias y todo estaba meticulosamente estudiado. Nos emocionamos al ver el camino de cestones de hortensias que indicaban el camino hacia la zona del cóctel. Ángela es perfección, delicadeza y finura", cuenta Sara.

"En el cóctel pusimos música en directo con el violinista Eduardo Wals. Los invitados se lo pasaron en grande y hay quienes nos decían que 'no querían sentarse a comer porque querían seguir bailando'", dice Sara.

El catering fue otro acierto gracias a Catering Campuzano. "Entre sus aperitivos, no faltaron el tartar de atún, zamburiñas y gildas (ambos amamos las gildas). De menú pusimos como primer plato, tartar de gamba blanca sobre gazpacho de aguacate y manzana. Como segundo plato, solomillo a la parrilla con escalope de foie y patatas hasselback. Y de postre, dos opciones entre tarta árabe y tarta de queso".

En cuanto a la banda sonora, "me gustaría destacar aquí a nuestro DJ, Quike Av. Tuvimos 6 horas de barra libre en la que los invitados no paraban de bailar. Llevó un montaje con pantallas y luces increíble, y los invitados no paraban de grabarlo todo. Aún recuerdo levantarnos al día siguiente y tener mensajes en el móvil de muchos invitados diciéndonos: 'Lo de Quike ha sido alucinante…'".

Cerramos el álbum de boda de Sara y José Luis con el consejo de la doctora para futuras novias. "Que estén tranquilas, que descansen la semana de la boda y que no se dejen llevar por los nervios, los preparativos y posibles imprevistos de últimos días u horas. Que si llueve, que llueva… El matrimonio en sí se celebrará igual que es lo más importante… todo lo demás es secundario. Que disfruten, que es fugazmente el recuerdo más bonito de sus vidas. Yo aún no me creo (para bien) que esté casada con mi mejor amigo".