Por qué Bárbara Mirjan, prometida de Cayetano Martínez de Irujo, no será Genoveva Casanova en su boda: las diferencias que marcarán el vestido de novia

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Estamos a solo unos días de ver a Bárbara Mirjan, prometida de Cayetano Martínez de Irujo, con su vestido de novia de Navascués. Cristina Martínez-Pardo Cobián, la directora creativa y el alma de la firma, es la encargada de crear el traje que la joven lucirá el día de su boda con el hijo de la fallecida duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart.

La elección de Bárbara, además de seguir los pasos de Belén Corsini, mujer de Carlos Fitz-James, pasará a la historia de la moda nupcial de la Casa de Alba, e irremediablemente, apunta las miras al vestido que en su día llevó Genoveva Casanova. La de Mirjan y Cayetano Martínez de Irujo será el próximo sábado 4 de octubre en dos ubicaciones de Sevilla. Primero, ceremonia religiosa en la iglesia del Cristo los Gitanos y después, celebración en la finca Las Arroyuelas, en la localidad de Carmona, la suya será una de las grandes bodas del año.

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Paula Mata

Al pensar en Bárbara Mirjan como futura novia y teniendo en cuenta dos datos objetivos, uno, el estilo boho-chic que define sus looks, y dos, el sello Navascués, es más que evidente que la prometida de Cayetano Martínez de Irujo no será Genoveva Casanova en su boda. Dada la diferencia de estilos entre las dos mujeres, hoy toca viajar atrás en el tiempo para recordar el vestido de novia que Casanova lució hace 20 años.

Cayetano y Genoveva contrajeron matrimonio el 15 de octubre de 2005 en el Palacio de Las Dueñas, en Sevilla. La ceremonia, oficiada por el párroco Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, confesor y gran amigo de la madre del novio, la duquesa de Alba, congregó en torno a 200 invitados, entre ellos muchos famosos. Así, se pudo ver a Miguel Báez, 'El Litri', con su mujer de entonces, Carolina Herrera, a Lydia Bosch, Ramón García, Patricia Cerezo, María Chavarri, Curro Romero, Carmen Tello y a Enrique Ponce, junto a Paloma Cuevas.

Como en cualquier boda, todas las miradas se dirigieron al vestido de la novia. Para crear el traje más fotografiado de su armario, Casanova llamó a las puertas del taller de Pronovias, entonces capitaneado por Manuel Mota.

Clásica y por ende, cumpliendo con el 'dress code' nupcial, Genoveva Casanova se casó con un vestido firmado por el desaparecido Manuel Mota que estaba inspirado en otra pieza icónica, el traje de novia de Grace Kelly.

Valorado en unos 60.000 euros de la época, estaba confeccionado en organza decorada con puntillas de encaje floral y bordados de microcristales. Con una base más sencilla que partía de un escote palabra de honor y una gran falda, se sumaba una gran cola de dos metros, una chaqueta entallada de encaje de chantilly con el cuello subido y botonadura central, y detalles semitransparentes. Además, como diadema nupcial lució una valiosa pulsera de la duquesa de Alba, un regalo que Luis Martínez de Irujo había hecho a su entonces prometida con motivo de su boda.

Sin romper la tradición, la madre de Luis y Amina dejó claro que el glamour y el maximalismo formaron parte de su armario nupcial. Dos rasgos que, vaticinamos, estarán ausentes en el de Bárbara Mirjan.

Al igual que Teresa Urquijo, mujer de José Luis Martínez-Almeida; Carmen Gómez-Acebo, hija de Juan Gómez-Acebo Sáenz de Heredia y María de Aguilar Urquijo, y por supuesto, Belén Corsini, mujer de Carlos Fitz-James, hijo del actual duque de Alba y sobrino de Cayetano, Bárbara será una novia única y fiel a su estilo. Su vestido de novia nada tendrá que ver con el de Genoveva Casanova.

"Mi objetivo no es que sean novias Navascués, novias que se identifiquen y que se reconozcan por salir de nuestro taller. Mi objetivo y mi deseo es que sean ellas mías, sacar a flote su personalidad. Es un proceso de creación fascinante: hago unas líneas base y a partir de ahí, interviene el gusto de la novia", declaró Cristina Martínez-Pardo Cobián a Vanitatis.