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Abrimos el álbum de boda de Beatriz Trapote: "Mi cuñado Jesulín me dijo 'te llevas a mi hermano, el guapo. Ojalá seáis tan felices como yo'"
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Abrimos el álbum de boda de Beatriz Trapote: "Mi cuñado Jesulín me dijo 'te llevas a mi hermano, el guapo. Ojalá seáis tan felices como yo'"

Una animada celebración en un cortijo torero con vistas al campo andaluz rodeados de caballos y toros bravos. Así fue la boda en Jerez de Beatriz Trapote y el torero Víctor Janeiro con todo el sabor gaditano

Foto:  Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)
Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

La periodista Beatriz Trapote y el torero gaditano Víctor Janeiro, hermano del diestro Jesulín de Ubrique, se conocieron cuando ella le citó para hacerle una entrevista para el programa de televisión 'El buscador de historias'. Tal como reconocieron los protagonistas tiempo después, la chispa surgió allí mismo, ante las cámaras. "Fue amor a primera vista, un flechazo total. Al principio nuestra relación no fue fácil: yo vivía en Madrid, él en Andalucía, su familia era supermediática… pero ambos decidimos apostar por nuestra historia, superconvencidos y ¡hasta hoy!", apunta Beatriz. Tras seis años de noviazgo, fijaron la fecha de su boda: 2 de noviembre de 2013. Él tenía 34 años y ella, 32.

El lugar elegido por la pareja para celebrar su enlace fue la Finca Fuente Rey de Jerez de la Frontera, propiedad de la familia Bohórquez. Un espacio en el que el cortijo, la plaza de tientas, los bosques de encinas y su dehesa con numerosos caballos de pura raza y toros bravos, conviven en un remanso de paz con vistas infinitas del campo andaluz. "Lo cierto es que no pudimos elegir un escenario más romántico y acogedor para casarnos".

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

El novio, muy torero y vestido de corto con un traje negro de Justo Algaba, llegó a la finca a bordo de un Bentley plateado acompañado de su madre, Carmen Bazán, que lucía un vestido azul añil en crespón de seda natural con bordados de inspiración goyesca creado por Alejandro de Miguel y una mantilla del siglo XIX color vainilla.

Beatriz apareció minutos después de las doce del mediodía en un Rolls-Royce junto a su padre, Eugenio Hernández, y seis pajes y damas de honor, entre los que se encontraban los hijos mayores de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, Julia y Alejandro, vestidos de El Taller de la Abuela. Los testigos fueron los dos mejores amigos de la novia, Maripi y David. "Me pasé todo el día como en una nube, disfrutando a fondo cada momento y sin parar de pensar que mi sueño de casarme con el amor de mi vida se había hecho realidad", recuerda la novia.

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

"Al ser una boda de día, decidimos celebrar la ceremonia civil al aire libre y el decorador Javier Varela, de Enea, consiguió recrear un ambiente campestre, mágico y repleto de detalles taurinos -hasta las invitaciones simulaban carteles de toros- tal como queríamos los dos", subraya la periodista. Todo envuelto en tonos blancos y rosas, los protagonistas de la boda. El pasillo central, cubierto con una alfombra verde y flanqueado por varias pacas de paja adornadas con helechos, brezos y crisantemos fucsias, conducía hasta el arco y la mesa de ceremonia cubierta de musgo del que surgían jacintos y flores silvestres. Frente a ella, se colocaron cuatro sillas antiguas de la familia Bohórquez, para los novios y padrinos.

La novia hizo su entrada a la ceremonia civil bajo los acordes de su canción preferida, 'Solamente tú' de Pablo Alborán, interpretada por el grupo D'Arte. "Si tuviera que quedarme con un momento especial, elegiría aquel en el que, según avanzaba con mi padre, crucé mi mirada con Víctor. De hecho, hasta ese instante estaba supernerviosa, pero al verle, me tranquilicé por completo. Y, por supuesto, los discursos de nuestros hermanos y mi madre que consiguieron emocionarnos a todos. También lo hizo el de mi cuñado Jesús que, en mitad de la ceremonia, nos dedicó unas palabras espontáneas, pero muy sentidas: “Te llevas a mi hermano, el guapo, el confidente. Estáis en buenas manos uno del otro. Ojalá seáis tan felices como yo”, nos dijo.

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

Una vez casados, los novios se dirigieron, en una majestuosa calesa tirada por cuatro caballos blancos, a otra parte de la finca donde se celebraría el almuerzo. Al enlace asistieron unos 400 invitados, entre los que se encontraban rostros famosos, como la cantante María Jiménez, la periodista Lydia Lozano, el torero José Antonio Canales Rivera con su mujer, la cantante Soraya Arnelas y el rejoneador Fermín Bohórquez y su esposa Mercedes Domecq, entre otros.

El aperitivo, en el que no faltaron multitud de platos y tapas típicas andaluzas, se celebró en los jardines de la finca y el banquete tuvo lugar en el coso de la plaza cubierta del Cortijo Fuente Rey. Las mesas, vestidas con manteles blancos de hilo y adornadas con preciosas vajillas, centros de flores blancas y eucaliptos, se situaron en el propio albero de la finca, enmarcado por 25 árboles de copa alta. "Todas llevaban el nombre de un torero célebre: Rafael de Paula, Marcial Lalanda o Jesulín de Ubrique", recuerda nuestra protagonista.

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

El menú del almuerzo, servido por Catering Miguel Ángel, incluía ensalada de lomo de atún rojo, arroz caldoso con rape y langostinos y, como postre, mousse de yogur con moras y milhojas de merengue con frutos rojos. "En mitad del banquete se produjo otro momento muy especial, cuando decidí coger un micrófono para agradecerle a mi madre y a mi suegra la ayuda y el apoyo que me han dado en todos los momentos de mi vida. Después les entregué mi ramo a las dos y sé que les hizo toda la ilusión del mundo". Las sorpresas no quedaron ahí. "Antes de iniciar la fiesta, mis amigas María Serrano y Patricia López, que me ayudaron a organizar muchísimos detalles de la boda, nos regalaron, por sorpresa, un vídeo con nuestra historia de amor que Víctor y yo conservamos como un tesoro", recuerda Bea.

Al comenzar el baile, otro momento top del día, Víctor cambió su traje corto por otro de chaqueta con chaleco y corbata granate y Beatriz, que dejó su melena suelta, lució un vestido corto con escote asimétrico, manga larga en tul bordado con pedrería y falda de raso que después cambiaría por otra de flecos en su tercer look nupcial. "Para abrir la pista escenificamos la banda sonora de 'El guardaespaldas', con una coreografía que preparamos a conciencia y dejó boquiabiertos a nuestros invitados. Al terminar, no marcamos un rock y después sonó la canción de 'La Bella y la Bestia' con la que invitamos a bailar a nuestros padrinos. Fue genial".

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

Para la fiesta, que se alargó hasta la madrugada, se organizaron dos ambientes: una zona de chill-out con plantas exóticas y una enorme pista de baile con un gran escenario al fondo. Muchos de los invitados se lanzaron a cantar en directo y no faltó pop de los 80 y 90, éxitos rock y flamenquito. ¿El destino de nuestro viaje de novios? Nueva York y Cancún.

Un vestido sirena

Desde el primer momento, Beatriz quiso confiar en su amigo el diseñador Alejandro de Miguel para confeccionar los tres vestidos, uno para la ceremonia y otros para el banquete y el baile, que lució en su día más especial. El elegido para dar el 'sí, quiero' fue un traje de estilo goyesco y línea sirena realizado en seda natural, bordado en guipur, con escote en V y tres metros y medio de cola. "¿Un detalle especial? Unos alfileres antiguos prendidos de mi velo amantillado que me prestó mi cuñada María José (Campanario), los mismos que ella lució el día de su boda", apunta Beatriz.

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Beatriz Trapote y Víctor Janeiro el día de su boda. (Cortesía)

Los zapatos, unos salones forrados de la misma tela que el vestido de Alejandro de Miguel, unos pendientes largos y un ramo de estilo provenzal de flores rosas y hojas verdes, redondearon el outfit. El maquillaje en tonos suaves y el peinado, un recogido bajo con ondas, fueron obra de una amiga de la novia.

Dieciocho años después y con tres hijos en común, Víctor, Oliver y Brenda, nuestra pareja protagonista sigue tan unida como aquel luminoso día de septiembre. "Muchas veces hablamos de la ilusión que nos haría casarnos por la Iglesia y creo que algún día lo haremos, sin focos, sin ruido y con nuestra familia y amigos más cercanos. Sé que a nuestros hijos les haría muchísima ilusión. Por lo demás, sigo pensando lo afortunada que fui por encontrarme con Víctor, el hombre de mi vida, en aquel encuentro periodista-torero tan maravilloso".

La periodista Beatriz Trapote y el torero gaditano Víctor Janeiro, hermano del diestro Jesulín de Ubrique, se conocieron cuando ella le citó para hacerle una entrevista para el programa de televisión 'El buscador de historias'. Tal como reconocieron los protagonistas tiempo después, la chispa surgió allí mismo, ante las cámaras. "Fue amor a primera vista, un flechazo total. Al principio nuestra relación no fue fácil: yo vivía en Madrid, él en Andalucía, su familia era supermediática… pero ambos decidimos apostar por nuestra historia, superconvencidos y ¡hasta hoy!", apunta Beatriz. Tras seis años de noviazgo, fijaron la fecha de su boda: 2 de noviembre de 2013. Él tenía 34 años y ella, 32.

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