Cuckolding, el erotismo de la infidelidad consentida

Cuando llevas con tu pareja varios años, a veces, sientes que la llama se ha apagado. Con la monotonía es normal perder la pasión y que en la relación el sexo pase a un segundo plano. Es común y, sobre todo, es reparable. Que haya menos deseo no significa que la relación esté muerta o que sea el fin, simplemente hay que buscar nuevas formas de mantener la chispa.

Algunas veces, basta con sorprender a tu pareja. Otras, es necesario mantener una conversación para cambiar la estructura de la relación. Lo importante es no engañar a la pareja ni cometer una infidelidad que pueda dañar a la otra persona. Es un buen momento para plantearse abrir la relación o probar nuevas prácticas como el cuckolding. Si no lo conoces, te lo explicamos a continuación.

Traducido del inglés, sería como la práctica de poner los cuernos en las personas mayores. Y aunque suena un poco inapropiado, lo cierto es que este tipo de relaciones es más frecuente en parejas que llevan más de 15 años juntos. Se utiliza como método para romper con la monotonía y añadir erotismo a la rutina. Por supuesto, todo bajo una comunicación exhaustiva y estando las partes implicadas de acuerdo completamente con el nuevo modelo de relación.

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El cuckolding consiste en cometer infidelidades consentidas por el otro miembro de la pareja. Con la condición de ser expuestas siempre que ocurran. Dependiendo de lo acordado con más o menos detalles. Además, los encuentros deben ser tan solo sexuales, ya que no se deben establecer sentimientos con la otra persona.

No es una pareja abierta como tal. Tampoco hay confundirlo con el boyerismo, que consiste en mirar mientras tu pareja está practicando sexo con otras personas. Se centra más en crear erotismo a base de imaginártelo. Narrar los encuentros como un relato erótico que produzca una excitación en tu pareja.

Lo más importante en estas relaciones es mantener una buena comunicación y, por supuesto, que haya un consentimiento real. En el momento en el que para una de las personas de la pareja comience a ser complicado se debe parar. El objetivo es recuperar la pasión, no hacer daño a nadie. Por ello, lo fundamental es que haya respeto entre todas las partes.