Carmen Alcayde: "No soy pareja abierta, una infidelidad no me gustaría"

Carmen Alcayde es una de esas entrevistadas que agradece cualquier periodista. No hay que leerse una y otra vez sus declaraciones para encontrar un titular, porque habla con total naturalidad, con su gran sentido del humor más que acreditado y sin tabúes para abordar cualquier cuestión sin ponerle filtros o caer en los eufemismos. La misma tarde de nuestra conversación volvía a 'Sálvame', programa que acaba de ficharla, tras un clamor popular en las redes sociales, y que la devuelve al primer plano de Tele 5. "Me apetece Mediaset", había manifestado ella. Y su deseo se ha hecho realidad: regresa a la cadena que la convirtió en estrella con 'Aquí hay tomate', espacio que revolucionó la manera de abordar a los personajes del corazón entre 2003 y 2008.

La periodista, que se define a sí misma como "presentadora de televisión y cómica" en Instagram, donde tiene casi 220.000 seguidores, está cosechando también un gran éxito con la función 'Hongos', en la que comparte protagonismo con César Lucendo. Madre de tres hijos y con el horizonte de los 20 años de casada (spoiler, el 11 de julio de 2023) no muy lejano, hablamos del ayer (poco), del presente (sobre todo) y del futuro (relativamente). Pasen y vean.

Llegas a 'Sálvame' casi por aclamación popular. El día que fuiste a promocionar 'Hongos' al programa, las redes ardían pidiendo que te quedaras como colaboradora.

Estuve allí el 6 de agosto y fue una maravilla la respuesta en las redes, porque en muchas ocasiones es el público el que te quita o te pone en un sitio. No sé si este sería el caso, pero fue una pasada, no me esperaba para nada esa respuesta. Me dediqué ese día a divertirme y ser yo, y se ve que a la gente le apetece risas en 'Sálvame'. Pasaron unas semanas y el otro día me llamaron para decirme si iba de colaboradora. Vamos sobre la marcha. De hecho, ayer me llamaron para que fuera hoy. Esto funciona un poco así, depende de los temas, del elenco, como cualquier programa. Te van llamando según va surgiendo. Yo feliz.

Uno de los momentos que más estará esperando la audiencia es que vuelvas a compartir plató con Jorge Javier, con quien formaste una pareja que ya está en la historia de la televisión gracias a 'Aquí hay tomate'.

Imagino que sí. Con Jorge siempre me he reído mucho, tenemos mucha química en plató. Espero que así sea y que nos riamos mucho juntos. Me apetece un montón coincidir con él.

Tus diversos trabajos televisivos los estás compaginando con 'Hongos'. ¿Cómo está siendo la recepción en Madrid?

Estamos supecontentos, porque pensamos que en agosto en Madrid no iba a venir tanta gente. Ha sido una pasada. Lo hemos tenido prácticamente lleno todas las sesiones y lo hemos disfrutado muchísimo. Seguimos en septiembre y supuestamente hasta enero, no puedo estar más contenta de estar en Gran Vía. Estuve también allí en 2018 con un espectáculo de monólogos que fue muy bien. Ahora repito teatro y para mí estar dos veces en este lugar es maravilloso.

Me siento muy cómoda de actriz. No te voy a engañar, no me pongo muy nerviosa, casi me pongo más nerviosa en los monólogos. De actriz me siento muy cómoda. Tal vez el papel está muy hecho para mí. Es una comedia muy divertida que tiene mezcla de reality show, de tele... Me siento muy Carmen Alcayde. De momento estoy muy feliz, aprendiendo mucho. Estuve dos meses ensayando con César Lucendo, que es director y protagonista. Me dio unas clases de interpretación bestiales, aunque yo había estudiado interpretación antes porque siempre me ha gustado. Cuando estaba en el 'Tomate', estuve estudiando dos años en Madrid.

Te has reinventado unas cuantas veces...

Más que reinventarme, soy una mujer que no sabe estar parada. He estado en los debates de 'Gran Hermano'; si no he tenido tele, he escrito un libro; si no, la interpretación... Desde siempre he querido ser artista. Hice Periodismo por cuestiones de la vida, pero yo quería entretener. Estaba en Valencia y mi madre me dijo que no me iba a Madrid a estudiar Arte Dramático porque era muy caro, así que estudié Periodismo. Más que periodista de raza, aunque también me gusta estar informada, las entrevistas, los programas serios, lo que más me gusta es entretener, divertir, hacer reír a la gente. Dentro de todo eso, actúo, presento, escribo, colaboro... Lo que sea. Primero porque tengo tres hijos y también porque me apasiona mi trabajo. No quiero parar ni un segundo.

Ahora que tanto se habla de conciliación familiar, ¿cómo te organizas?

Conciliar es muy difícil. Entiendo que haya gente que no quiera tener hijos, yo he tenido tres, quizás porque estoy grillada -dice con humor-. Quizás porque creo que puedo con todo, y hubiera tenido seis...

Pero ya has parado, no vas a tener más, ¿no?

Más que parar, me ha parado la naturaleza. En fin, tampoco era plan tener más hijos, porque hay que sacarlos adelante, educarlos y con tres ya voy bien. Como te decía, es difícil conciliar porque muchas veces tenemos los hijos mayores y los abuelos no están para cuidarlos, es complicadísimo. Yo no sé cómo lo hago, con piruetas, con mi marido, con los abuelos, a veces con ayuda. Y estando yo muy pendiente de ellos. Es acabar un programa y coger un AVE corriendo. Han estado tres años aquí en Madrid, pero ahora les he mandado a Valencia porque quiero que estén con la familia. Me los traje aquí porque tenía programa con Valldeperas ('Aquí hay madroño' en Telemadrid) y no podía ir a dormir a Valencia. Ahora que puedo ir y venir más, prefiero que estén allí, con toda la familia. Me encanta para vivir y tiene una calidad de vida brutal. Yo voy a estar más loca de aquí para allá, pero ellos van a estar mejor.

¿Tu marido vive en Valencia?

Pasamos aquí en Madrid tres cursos escolares y también la pandemia, pero ahora he mandado para allá el pack completo. Ahora vivimos allí todos. Por ejemplo, ahora me he venido el martes a Madrid y hasta el lunes que viene no vuelvo, pero no será lo normal. Imagino que podré ir y venir más a menudo.

En 2023 celebráis 20 años de casados, es un número ya importante...

Llevas tú la cuenta mejor que yo -contesta, entre risas-. Siempre he sido muy romancera, de vamos a hacer bodas de papel, de gotelé, de lo que sea. Él se quería casar en la playa con los amigos y yo me le llevé a la iglesia con el altar y todo lo demás. No es muy amigo de esas cosas, pero para los 20 años sí que me gustaría hacer una fiesta con amigos. Yo le digo: "Cariño, se ha separado Ramón, el de la capa, y Paloma Cuevas, ya solo quedamos nosotros".

Tal como van las cosas, en las relaciones hay que contar los años como se hace con la edad de los perros, multiplicar uno por siete.

Están cayendo todos... Creo que en mi caso ayuda el ir y venir. Los días que vengo a Madrid vivo con Jose, un amigo que todo el mundo lo conoce por las redes y de toda la vida. Y luego vengo a Valencia, con mi marido y los niños. Creo que todo esto enriquece mucho la pareja porque tengo mucho que contarle, más que si tuviera un horario de 9 a 7 y luego a casa día tras día con la monotonía. En mi casa no hay monotonía. En nuestro caso nos llevamos muy bien, somos muy amigos, él entiende muchísimo mi trabajo, me apoya, me anima, me da consejos. Le hace mucha gracia mi trabajo, pero a él no le gusta la fama y no quiere salir por ningún lado.

El éxito de su matrimonio

Has dicho una idea clave, que la monotonía a veces acaba erosionando mucho las parejas, y otra que quiero añadir, que la confianza mutua es fundamental para la supervivencia de una pareja.

Cuantas más alas, más quiere volar el ave al nido. Cuanto más las cortas, más libertad queremos. Si tiene que pasar algo algún día, pasará, hagamos lo que hagamos. Eso es la vida. Cuando pasa algo es porque una pata cojea. Nunca he tenido miedo a eso porque nos va bien. Si yéndonos bien, pasa, pues pasa. No vamos a estar poniéndonos cadenas, porque es inútil. Cuando ya llevas tantos años, lo más importante es que la pareja sea feliz y se sienta libre. En esa libertad está entrar, salir, viajar con tus amigas o él con sus amigos... No soy una pareja abierta, soy muy tradicional para eso. Una infidelidad no me gustaría. Llevamos ya 28 años y si pasa algo algún día, el camino ya está andado.

Estás ahí ahí con Adriana Abenia en cuanto a longevidad de pareja... Ella lleva con Sergio, su marido, desde que eran adolescentes.

Es verdad, que eran novios desde pequeñitos, aunque llevan menos tiempo casados que nosotros. Y como Paz Padilla, que fui ayer al estreno de su obra, que conoció a Antonio Juan a los 14. Yo, desde los 20.

Si hiciéramos un ranking, estarías entre las primeras.

Mira, sí, ahora en lugar de un ranking de tías buenas, que no se lleva, podemos hacer uno de duración de parejas.

Antes hablábamos de la libertad en cuanto a tu relación de pareja, ¿eres una madre muy de estar encima de tus hijos?

A ver... Yo soy una madre que está siempre muy ocupada, más que preocupada, con mis hijos. Dejo antes de lado a mis amigas, que las veo muy poco; cuando estoy en Valencia, les recojo en el colegio, les llevo a extraescolares... Minuto que tengo, minuto que les dedico a ellos. Aún son demasiado pequeños para darles la libertad. Mi hija está deseando salir a la calle sola y tener un móvil, pero todavía no la dejo. Considero que todavía no tiene las armas para saber qué cosas pueden pasarle o qué determinados peligros hay. Su padre y yo le contamos, se entera de cosas que van pasando en casas de amigas, van abriendo los ojos al mundo y descubriendo lo que puede pasar. En ese sentido sí soy bastante controladora. Ella tiene su TikTok privado, en su día tendrá su móvil...

Tampoco quiero que sean bichos raros... A mi hijo le gusta mucho el Fortnite y le permito que juegue, pero a mi conveniencia, el fin de semana, dos horas, a la hora de la siesta de papá y mamá. Hay que hacer la vida fácil a todos. Les pongo horarios y les llamo desde aquí para ver que están cumpliéndolos. Tampoco quiero ser superestricta, pero mis hijos se ríen conmigo porque a veces les digo "no hagáis esto, porque ha muerto gente haciéndolo". Y se ha convertido en un chiste en casa, se ríen porque les parezco un poco exagerada, porque parezco la madre de Nemo cuando le dejó en la escuela. Yo creo que seré como mi madre, que una vez que lleguen a los 16, rompan el cascarón y salgan, ahí confiaré. La educación es previa, todo esto es para que ellos luego se suelten a la vida y puedan ir solos.

Has publicado tres novelas y un cuento para niños, pero quiero poner el énfasis en 'Treintañeras', que publicaste en otra etapa vital muy distinta a la actual. Ahora que han pasado unos años como espectador tengo la sensación de que rezumas felicidad y seguridad en ti misma. No sé si compartes esta apreciación.

¿Sabes que no siento que pasa el tiempo? Es algo que me preocupa porque algún día seré viejecita, seguiré con mis escotes y no sé... Hombre, que los escotes se pueden llevar a cualquier edad, pero a veces pienso si podré seguir con este rollo, mis vestiditos, mis bailes... No siento que pase la edad por mí. Sí es cierto que me hago mis retoquitos y todo lo que tú quieras. No solo físicamente, también por dentro, no me siento cansada. Sigo igual de vital, quizás un poquito más reflexiva, por suerte. Quizás no soy tan acelerada como cuando me conocisteis en el 'Tomate', por suerte, soy un poco más reflexiva, pero poquito. Ahora que me decías lo de 'Sálvame', me siento un poco como cuando empezaba en el 'Tomate'. Y hace cuarenta años que acabó ese programa, parece que fue ayer.

Una mujer valiente

¿Consideras que has sido una mujer valiente y, aunque este símil no me gusta demasiado, pero es el que se me viene a la cabeza en este momento, 'has cogido al toro por los cuernos' en la vida?

Sí, he sido una mujer valiente como casi todas, pero como ahora estamos hablando de mí, te diré que sí. En ese sentido no me importa echarme flores. En otros, como profesionalmente, considero que tengo mucho que aprender. No soy para nada alguien que se cree la reina del mambo ni imprescindible, pero valiente sí, porque tengo tres hijos y ha habido momentos de todo. No me he rendido nunca.

En el confinamiento he hecho tres programas al día sin que nadie me los pidiera, de ahí me salió un programa remunerado desde mi casa. No paré ni un segundo de darle al coco. Soy valiente porque no me amilano ante nada. Que dejo de ser presentadora, seré reportera; que dejo de ser reportera, pues seré cómica; que dejo de serlo, pues seré actriz en el teatrito del barrio; si no, venderé enciclopedias. Me da igual, tengo valentía para salir a la calle siendo Carmen Alcayde, no se me caen los anillos ni me avergüenza nada. Lo único que quiero es salir adelante. Si puedo trabajar divirtiéndome, mejor; si no, te aseguro que trabajaré en lo que sea para sacar a a mi familia adelante.

Y con este autorretrato en palabras terminamos nuestra conversación con Carmen Alcayde, quien sí está logrando, por cierto, trabajar divirtiéndose.