Estos hábitos envejecen más de lo que piensas, sobre todo pasados los 50 años

A medida que vamos cumpliendo años, nuestros cuerpos evolucionan y nuestras necesidades cambian. Envejecer no tiene por qué ser sinónimo de deterioro en salud o condición física. Aunque el envejecimiento afecta a cada persona de manera diferente, existen hábitos comunes que, si se evitan, pueden contribuir a una mayor longevidad y bienestar, sobre todo pasados los 50 años.

La alimentación es un punto clave

Decir que nuestra dieta es importante no es nada nuevo, pero lo es aún más a medida que nos hacemos mayores. Apartir de los 60 años, el metabolismo se ralentiza, según estudios recientes, lo que significa que las calorías se queman más lentamente.

Mantener una alimentación equilibrada y ajustar la ingesta calórica son pasos esenciales para evitar el aumento de peso. Esto significa decir adiós a los alimentos procesados y de bajo valor nutricional. Además es fundamental, en la medida de lo posible, acompañar este cambio con la práctica habitual de ejercicio.

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Alexandra Benito

Más cuidado con el alcohol y el tabaco

Los excesos con el alcohol y el tabaco son algo que deberíamos dejar de lado independientemente de la edad. Los riesgos para nuestra salud son muchos, pero van siendo más a medida que envejecemos. Según algunos estudios no haber fumado nunca puede reducir el riesgo de muerte en un 29%.

Por el contrario, según la Asociación Estadounidense del Cáncer, el tabaquismo puede recortar nuestra esperanza de vida en unos 12 años para los hombres y 11 años para las mujeres. Además del riesgo añadido de padecer cáncer de pulmón que se eleva entre 20 y 25 veces más según la Asociación Española del Cáncer.

El estrés, un viejo enemigo de la salud

Vivir estresado también conduce a un envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades crónicas. Por ello, es muy importante que, si crees que el estrés se ha instalado en tu vida, hagas cambios en tus hábitos para reducirlo. Actividades relajantes como caminar por la naturaleza, practicar yoga o meditar pueden marcar la diferencia.

La socialización

Una vida social activa es fundamental para prevenir el Alzheimer y mantener una buena salud cognitiva. El aislamiento social está relacionado con un aumento del riesgo de padecer demencia, además de incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Involucrarse en actividades comunitarias, clubs o pasar tiempo con amigos y familiares puede hacer maravillas para la salud emocional.

Al adoptar prácticas saludables y deshacernos de aquellos hábitos que nos perjudican, podemos vivir una vida más plena, saludable y con menos achaques, incluso después de los 50 años. Recuerda que nunca es demasiado tarde para empezar a cuidarse y que cada pequeño cambio cuenta para un futuro más saludable.