¿Eres una persona amable? Estas son las claves para averiguarlo

Según el experto en motivación Victor Küppers, la amabilidad es una cualidad que puede transformar no solo nuestras interacciones diarias, sino también enriquecer nuestras vidas en múltiples formas. En su cuenta de Instagram ‘Vivir con entusiasmo’, el experto ha compartido una inspiradora cita de la madre Teresa de Calcuta: "Que nadie se acerque a ti, sin que al irse se sienta un poquito mejor y más feliz".

Alba Ferreté, coach certificada y experta en mindfulness e inteligencia emocional, ha destacado que la amabilidad no solo beneficia a los demás, sino que también impacta positivamente en nuestra salud mental y bienestar emocional. Según Ferreté, ser amable puede reducir el estrés, ayudar en la regulación emocional y favorecer el bienestar psicológico, lo que demuestra que este rasgo tiene un respaldo tanto emocional como fisiológico.

Y ahora bien, ¿cómo podemos saber si somos genuinamente amables? La revista ‘¡Hola!’ ha publicado algunas claves que pueden ayudarnos a descubrirlo. La verdadera amabilidad comienza con uno mismo, tratándonos con compasión y aceptación. Este autocuidado nos permite extender la amabilidad de manera natural a los demás. Además, la paciencia es fundamental; entender que todos enfrentan dificultades y mantener la calma en situaciones complicadas nos ayuda a responder de manera más reflexiva.

Es decir, desarrollar la empatía es otra clave crucial. Ponernos en el lugar de los demás y tratar de comprender sus emociones y perspectivas nos permite conectar de manera genuina y responder con mayor compasión. Además es vital practicar la escucha activa, prestando atención sincera a los demás y mostrando interés en lo que dicen. Esta práctica demuestra que valoramos sus pensamientos y sentimientos, promoviendo una comunicación efectiva.

Por otro lado, evitar juzgar es igualmente importante así como practicar la tolerancia y comprensión hacia las diferencias, reconociendo que cada persona tiene experiencias y circunstancias únicas, nos ayuda a ser más abiertos y amables. Finalmente, ser agradecido es esencial; agradecer las cosas positivas en nuestra vida y mostrar aprecio hacia los demás no solo mejora nuestra perspectiva, sino que también fortalece nuestras relaciones.

Por último, y no menos importante, ser amable implica tratar a los demás con respeto, consideración, empatía y compasión, creando un ambiente positivo y armonioso en nuestras relaciones. De este modo, practicando estos hábitos y adoptando esta filosofía de vida, podemos mejorar la vida de quienes nos rodean y la nuestra, saliendo por la puerta grande cada día.