Cómo hacer que tus hijos no coman golosinas, según Álvaro Bilbao
La alimentación de los más pequeños de la casa es una tarea muy importante, por ello es fundamental seguir los consejos de expertos para lograr un buen resultado
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Si alguna vez has intentado evitar que tus hijos coman golosinas, sabrás que prohibirlas por completo puede ser una batalla perdida. Las golosinas son irresistibles para los más pequeños, pero están llenas de azúcar y no aportan nada a nivel nutricional. Entonces, ¿cómo hacer que tus hijos no las pidan a todas horas sin caer en la prohibición total? Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y experto en educación positiva, tiene la respuesta: el truco no está en prohibir, sino en educar.
El experto señala un principio básico de Gustav Jung: "Lo que resistes, persiste". Y esto es especialmente cierto cuando hablamos de golosinas. Prohibirlas por completo puede hacer que los niños las deseen aún más o, por el contrario, desarrollen una relación conflictiva con la comida. De hecho, algunos estudios muestran que imponer restricciones severas sobre ciertos alimentos puede llevar a que, en la adolescencia o la vida adulta, ese niño consuma más cantidad de los productos prohibidos. Entonces, ¿qué debes hacer?
La clave está en enseñarles a tus hijos qué lugar ocupan realmente las golosinas en una alimentación saludable. No son alimentos que deban estar prohibidos, pero tampoco deben formar parte de la dieta diaria. Puedes explicarles que las golosinas son "ocasionales", algo que podemos disfrutar de vez en cuando, pero que lo realmente importante son los alimentos que nos nutren y nos hacen sentir bien: frutas, verduras, pescado y proteínas.
Es importante predicar con el ejemplo. Si quieres que tus hijos coman mejor, empieza por ti. Los niños son grandes observadores y suelen imitar lo que ven. Si en casa predomina una alimentación sana y equilibrada, ellos, poco a poco, seguirán nuestros pasos.
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También es fundamental no utilizar las golosinas como recompensa o premio. Si lo haces, estarás aumentando el valor que tus hijos les otorgan, convirtiéndolas en algo deseable y especial. En lugar de premiar con dulces, busca alternativas más saludables o recompensa con experiencias, como un paseo en familia o jugar juntos a su juego favorito.
En otro de sus vídeos, Álvaro Bilbao habla sobre cómo comer alimentos saludables, como frutas, verduras y pescado, les ayuda a "pensar más rápido", a "acordarse mejor de las cosas" e incluso a "que se les den bien las matemáticas". Si les explicamos a los niños de manera sencilla cómo ciertos alimentos les ayudan a sentirse bien y a ser más inteligentes, es probable que ellos mismos se interesen por comer mejor y vean las golosinas como algo secundario.
Si alguna vez has intentado evitar que tus hijos coman golosinas, sabrás que prohibirlas por completo puede ser una batalla perdida. Las golosinas son irresistibles para los más pequeños, pero están llenas de azúcar y no aportan nada a nivel nutricional. Entonces, ¿cómo hacer que tus hijos no las pidan a todas horas sin caer en la prohibición total? Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y experto en educación positiva, tiene la respuesta: el truco no está en prohibir, sino en educar.