Cómo saber si se tiene futuro con una pareja: las claves de un psicólogo

En algún momento, muchos hemos pensado que una relación tenía todas las cualidades para ser duradera, solo para descubrir con el tiempo que no era así. Quizás malinterpretamos señales o no pusimos atención en los aspectos que realmente importaban. Así, llega la incertidumbre: ¿cómo saber si la próxima relación –o la actual– es la indicada?

A menudo, nos centramos en aspectos superficiales como compartir gustos, la compatibilidad en la intimidad o la ausencia de conflictos. Sin embargo, el psicólogo Jeffrey Bernstein destaca que estos factores no garantizan una relación a largo plazo. Para Bernstein, hay tres pilares fundamentales que, aunque a menudo se pasan por alto, son clave para construir una relación sólida y duradera.

Una comunicación sólida no se define por la ausencia de conflictos, sino por la capacidad de expresar ideas, escuchar y entenderse, incluso en momentos de tensión. En toda relación habrá altibajos, pero la manera en que una pareja enfrenta esos momentos difíciles es crucial. Saber discutir de manera constructiva, expresar emociones y buscar soluciones juntos son cualidades que indican una buena salud en la relación y una posible proyección a largo plazo.

Mantener la individualidad es esencial en cualquier relación. Que ambas partes respeten la independencia y espacio personal del otro fortalece el vínculo, pues ayuda a evitar la dependencia y promueve un desarrollo personal y en conjunto. Tener hobbies y gustos diferentes no debería ser un problema, sino una oportunidad para que ambos sigan creciendo y compartiendo sus experiencias. Por ejemplo, si uno disfruta de actividades al aire libre y el otro prefiere el ocio en casa, lo ideal es que se apoyen y valoren esas diferencias.

El tercer aspecto que menciona Bernstein es la capacidad de disfrutar de la compañía mutua incluso cuando las cosas no están del todo bien. Es común que los problemas externos —trabajo, situaciones familiares o dificultades financieras— afecten la relación, pero el reto es no dejar que estas tensiones impacten el vínculo. Poder encontrar momentos de alegría y conexión, incluso en medio de una crisis, refuerza el lazo entre ambos y les permite enfrentar lo que venga de manera conjunta.

Estos tres pilares: comunicación abierta, respeto por la independencia y disfrute mutuo, son la base de una relación que puede proyectarse en el tiempo. Aunque no existen garantías en el amor, cuidar estos aspectos aumenta las probabilidades de construir un vínculo sólido y satisfactorio, listo para afrontar los desafíos de la vida.