¿Usas aplicaciones de citas? Así es tu forma de ser, según los psicólogos
Hay distintos perfiles de personas que usan las aplicaciones de citas, según los motivos por los que las utilicen
En la última década, el uso de aplicaciones de citas ha crecido de manera exponencial. Desde Tinder hasta Bumble o Badoo, millones de personas alrededor del mundo las utilizan para buscar pareja, hacer amigos o simplemente conocer gente nueva. Sin embargo, lo que podría parecer una simple herramienta digital para ampliar el círculo social, en realidad podría revelar mucho más sobre nuestra personalidad, comportamiento y expectativas. Los psicólogos han comenzado a estudiar este fenómeno, y sus conclusiones son, cuanto menos, interesantes.
Según diversos estudios, las personas que usan aplicaciones de citas no pertenecen a un solo perfil demográfico. Aunque en sus inicios, estas plataformas eran vistas como refugios para quienes no lograban encontrar pareja de manera tradicional, hoy en día, tanto jóvenes como adultos mayores, solteros, divorciados, y hasta personas en relaciones abiertas, recurren a ellas. Pero lo que marca la diferencia no es tanto quiénes las usan, sino cómo y por qué lo hacen. Un estudio de la Universidad de Viena, por ejemplo, sugiere que las personas que son más extrovertidas y abiertas a nuevas experiencias tienden a utilizar aplicaciones de citas con mayor frecuencia. Esto se debe a que disfrutan la novedad, la emoción de conocer personas nuevas y la posibilidad de vivir experiencias diferentes. Sin embargo, también hay otros factores en juego.
Un patrón común entre los usuarios de estas aplicaciones es la búsqueda de validación externa. El simple acto de recibir "me gusta" o "matches" activa los centros de recompensa en el cerebro, lo que genera una sensación de satisfacción. Esta dinámica ha sido comparada con el uso de redes sociales: mientras más interacciones positivas se reciben, más fuerte se vuelve el deseo de obtener reconocimiento. Los psicólogos señalan que esto puede ser especialmente cierto para personas con niveles más bajos de autoestima, quienes encuentran en las aplicaciones de citas una manera rápida de sentirse deseables o aceptados.
Sin embargo, esta búsqueda de validación puede convertirse en una especie de trampa emocional. Algunos usuarios pueden depender de estas plataformas para sentirse bien consigo mismos, lo que podría derivar en una especie de adicción o en la sensación de que el valor personal está vinculado exclusivamente a las respuestas que se reciben en línea.
Los estudios sugieren que los usuarios de aplicaciones de citas pueden clasificarse en varias categorías según sus patrones de uso y sus motivaciones. Estos son algunos de los más comunes:
- Los exploradores: Estas personas se caracterizan por su curiosidad y su deseo de aventura. Utilizan las aplicaciones no solo para encontrar pareja, sino también para conocer gente nueva y vivir experiencias diferentes. Son personas abiertas al cambio y dispuestas a probar cosas nuevas.
- Los románticos: Este grupo ve las aplicaciones de citas como una herramienta para encontrar una relación seria. Buscan conexiones profundas y están dispuestos a invertir tiempo y energía en encontrar a alguien compatible. Según los psicólogos, estas personas suelen ser más idealistas y tener una visión más tradicional del amor.
- Los validadores: Como se mencionó antes, este grupo utiliza las aplicaciones para sentirse deseado o aceptado. Para ellos, el acto de recibir "matches" o mensajes positivos les ofrece una inyección rápida de autoestima. Sin embargo, suelen evitar profundizar en las relaciones que encuentran.
- Los casuales: Este tipo de usuarios ven las aplicaciones de citas como un medio para encuentros casuales o relaciones sin compromisos. No están interesados en profundizar emocionalmente y suelen ser más pragmáticos en su enfoque de las citas. Para ellos, las aplicaciones son una herramienta funcional para satisfacer necesidades inmediatas.
Aunque las aplicaciones de citas pueden facilitar la conexión con otras personas, su uso frecuente puede tener consecuencias emocionales y psicológicas. Un estudio publicado en 'Computers in Human Behavior' encontró que el uso constante de aplicaciones de citas puede estar relacionado con mayores niveles de ansiedad social, principalmente debido a la presión de las expectativas no cumplidas. Muchos usuarios reportan frustración cuando las interacciones no se traducen en encuentros reales o cuando los "matches" no llevan a una relación significativa. Otro factor a considerar es la "paradoja de la elección". Al tener tantas opciones disponibles, los usuarios pueden sentir que siempre hay alguien "mejor" esperando. Esto puede generar insatisfacción crónica, ya que cada conexión se evalúa frente a la posibilidad de una mejor alternativa.
Los psicólogos no sugieren que las aplicaciones de citas sean inherentemente dañinas. De hecho, para muchas personas, estas plataformas ofrecen una forma accesible y efectiva de conocer a nuevas personas, especialmente para aquellos que tienen dificultades para socializar en entornos tradicionales. Sin embargo, advierten que, como cualquier herramienta tecnológica, su uso debe ser moderado y consciente. La clave, según los expertos, está en no depender emocionalmente de las aplicaciones para sentirse valioso o querido. Además, es importante tener expectativas realistas y recordar que la interacción humana genuina siempre será más compleja y matizada que un perfil en línea.
En la última década, el uso de aplicaciones de citas ha crecido de manera exponencial. Desde Tinder hasta Bumble o Badoo, millones de personas alrededor del mundo las utilizan para buscar pareja, hacer amigos o simplemente conocer gente nueva. Sin embargo, lo que podría parecer una simple herramienta digital para ampliar el círculo social, en realidad podría revelar mucho más sobre nuestra personalidad, comportamiento y expectativas. Los psicólogos han comenzado a estudiar este fenómeno, y sus conclusiones son, cuanto menos, interesantes.