Este es el truco fácil y barato para terminar con la humedad en casa

• El truco definitivo para dejar el suelo de tu casa impoluto con solo 4 ingredientes
• El secreto para que tu casa siempre huela bien, según una limpiadora profesional

La humedad en casa es un problema que muchas personas conocen demasiado bien, especialmente cuando el invierno hace su entrada y las temperaturas bajan. Esas ventanas empañadas y las manchas de moho que aparecen en las esquinas o detrás de los muebles pueden ser una auténtica pesadilla. Pero más allá de lo estético, la humedad puede afectar a nuestra salud y estropear las superficies de nuestro hogar.

La buena noticia es que hay trucos caseros que nos ayudan a mantenerla bajo control sin dejarse un dineral. Eso sí, tenemos un consejo que, aunque sencillo, es sorprendentemente efectivo y muy fácil de aplicar. Y lo mejor de todo es que solo necesitas dos cosas que seguro tienes en casa: una botella de plástico y sal gruesa.

Este método casero es todo lo que buscabas: barato, fácil de hacer y realmente eficaz. La clave está en las propiedades de la sal gruesa, que es capaz de absorber la humedad del ambiente, funcionando como un deshumidificador natural.

Para ponerlo en práctica, solo tienes que cortar una botella de plástico de al menos un litro por la mitad y hacer unos agujeros pequeños en la tapa con un cuchillo o un punzón. Coloca la parte superior de la botella boca abajo, llena de sal gruesa, sobre la base de la otra mitad. La parte inferior recogerá el agua que la sal absorba cuando se sature.

Lo mejor de este truco es ver cómo funciona. La sal gruesa, que tiene propiedades higroscópicas, atrae y absorbe el vapor de agua del aire. Poco a poco, notarás cómo se va disolviendo, lo que indica que está capturando la humedad y transformándola en líquido. Cuando veas que la sal se ha derretido por completo y la base de la botella tiene agua acumulada, sabrás que es hora de renovarla. Solo tienes que vaciar el agua y volver a llenar la parte superior con más sal para seguir aprovechando sus efectos.

Además de este deshumidificador casero, hay otros gestos sencillos que pueden marcar la diferencia en la lucha contra la humedad. Algo tan simple como abrir las ventanas al menos 10 minutos al día puede ayudar a que el aire circule mejor y prevenir la condensación. Si vives en una zona con mucha humedad, usar extractores o ventiladores en la cocina y el baño es otra opción que funciona muy bien.

Así que la próxima vez que notes la humedad haciendo de las suyas en casa, prueba este truco de la botella y la sal. Es fácil, barato y, lo más importante, funciona. Verás cómo tu hogar se vulve más seco, más cálido y mucho más acogedor.