Este alimento típico en España está sobrevalorado: según una experta en nutrición

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Las croquetas, uno de los platos más icónicos de la gastronomía española, parece que no cuentan con el beneplácito de todos. Según Isabel Sorribas, experta en nutrición, aunque su sabor es indiscutible, su composición no es la más óptima: “Están muy buenas, pero no dejan de ser sobras metidas en bechamel, que no es más que leche y harina”.

La nutricionista aseguró en 'Cadena Dial' que prefiere alternativas más nutritivas y ligeras, incluso si se trata de aprovechar restos. “Prefiero comerme una pringada de puchero con su tostadita de pan que unas croquetas de cocido”, confiesa. Lo mismo ocurre con las versiones de vegetales: “Unas setas salteadas con soja y un poco de cayena mejor que unas croquetas de setas”.

Esta afirmación no ha estado exenta de reacciones en la publicación de Instagram en la que la compartieron. "Pueden estar sobrevaloradas, pero también pueden llegar a ser una comida muy especial. Una comida de esas que te hace tu madre cuando te ve mal, porque sabe que te las comerás aunque sientas que se va a acabar tu mundo. Y como escuché hace poco, el cariño se demuestra cocinando y menudo trabajo que llevan", afirmaba una usuaria de la red social.

Aunque las croquetas tienen un lugar privilegiado en la gastronomía española, su origen nos remonta a la cocina francesa, donde nacieron como un plato de aprovechamiento en el siglo XVII. Su evolución, desde las primitivas versiones con puré de patata hasta las actuales con bechamel, ha sido larga y llena de variantes.

Las croquetas llegaron a España durante la Guerra de la Independencia y rápidamente se convirtieron en una receta popular gracias a su capacidad de adaptación. Emilia Pardo Bazán, escritora y gastrónoma, las definió como un plato que “se deshace en la boca” cuando se hace bien.

Ahora, uno de nuestros platos más queridos, emblema de la gastronomía, está en el ojo de mira por su perfil nutricional. Si leemos entre líneas las palabras de Sorribas, parece que, aunque están ricas y podemos darnos el placer de disfrutarlas, no es algo que debamos consumir como opción diaria.

Así que, aunque las croquetas forman parte de nuestra historia culinaria y de momentos compartidos alrededor de la mesa, los expertos nos invitan a reflexionar sobre cómo equilibrar tradición y salud en nuestras elecciones diarias. Además, para crear una alimentación saludable y equilibrada, es importante acudir a un especialista que nos dé una información veraz.