Ni envidia ni celos: este es el motivo psicológico por el que cogemos manía a determinadas personas de nuestro entorno
Muchas veces se trata de un pensamiento irracional que invade nuestra mente y que hace que no podamos ver a esa persona del mismo modo
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Cogerle manía a alguien es el resultado de una aversión irracional sin que exista una justificación objetiva y que se desarrolla hacia alguien sin que haya razones claras para ello. Este es el motivo psicológico principal que nos lleva a no soportar a una persona en concreto y que nada tiene que ver con los celos ni la envidia.
Existen diversos factores que pueden influir en el desarrollo de esta aversión. Por ejemplo, diferencias de personalidad pueden llevar a que dos personas no se lleven bien debido a sus diferentes maneras de ser o de actuar. Las experiencias previas negativas también juegan un papel importante, ya que si hemos tenido una mala vivencia con esa persona, es posible que nuestra percepción de ella se vea distorsionada.
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Además, la interpretación equivocada de un comentario o un determinado gesto puede ser el punto de partida para no soportar a alguien. A veces son nuestras propias inseguridades personales proyectadas sobre otros las que provocan que la aversión que sentimos se intensifique sin motivo aparente.
La influencia del entorno social es también otro factor importante a tener en cuenta, ya que si la gente de nuestro alrededor tiene una opinión negativa sobre alguien solemos tender a adoptar esa visión sin cuestionarla.
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Superar la manía hacia alguien requiere un trabajo consciente y activo. Lo primero es reconocer que el sentimiento de aversión es subjetivo, y cuestionarnos si realmente nos es tan molesto como parece. Es importante reflexionar sobre si hay pruebas concretas que respalden nuestros pensamientos o si estamos exagerando la situación.
Intentar buscar cualidades positivas puede ayudar a equilibrar nuestra percepción al igual que practicar la empatía. La exposición controlada a esa persona en momentos neutros puede ser otra forma eficaz de cambiar nuestra visión. Y, por último, es importante aceptar que no todos tenemos que llevarnos bien con todos, pero podemos aprender a convivir de manera respetuosa sin que nuestras emociones nos perjudiquen.
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Cogerle manía a alguien es el resultado de una aversión irracional sin que exista una justificación objetiva y que se desarrolla hacia alguien sin que haya razones claras para ello. Este es el motivo psicológico principal que nos lleva a no soportar a una persona en concreto y que nada tiene que ver con los celos ni la envidia.