Estas son las claves para identificar una amistad tóxica
A menudo se habla mucho de las relaciones de pareja tóxicas, pero este tipo de abusos también pueden darse en relaciones de amistad y son igual de dañinas
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La mayoría de nuestras amistades enriquecen nuestras vidas y compartimos con ellas los mejores y peores momentos. Sin embargo, no todas las relaciones de amistad están destinadas a durar para siempre, algunas pueden resultar muy tóxicas y dañinas. Aunque tendemos a asociar el término "relación tóxica" con las relaciones de pareja, este tipo de relación también puede aparecer en nuestras amistades.
Una amistad tóxica puede hacer un gran daño a nivel emocional, sobre todo por el tiempo y la confianza que invertimos en nuestros amigos. Cuando una amistad es tóxica, se convierte en una fuente de estrés e inseguridad, en lugar de ser sinónimo de apoyo y bienestar.
Existen varios tipos de amistades tóxicas y es importante identificar las señales que las caracterizan. La primera de ellas es la de que solo nos buscan cuando necesitan algo, por lo que suelen fallarnos cuando somos nosotros los que necesitamos apoyo, algo que nos deja una sensación de inseguridad y hace que nos sintamos utilizados y menos valorados.
Los verdaderos amigos inspiran confianza y seguridad, pero una amistad tóxica puede generar lo contrario. Estas personas suelen utilizar nuestras confesiones más íntimas para herirnos o burlarse de nosotros frente a otros, dejándonos vulnerables y con la autoestima dañada.
Además, en situaciones difíciles, es natural recurrir a los amigos para obtener consuelo y perspectiva. Sin embargo, los amigos tóxicos tienden a aprovechar nuestra vulnerabilidad para debilitarnos emocionalmente en lugar de apoyarnos. En lugar de ofrecer una opinión sincera, pueden llegar a juzgarnos o a menospreciarnos.
Otra de sus características es que se hacen las víctimas constantemente, con una tendencia muy marcada a minimizar nuestros problemas y a darle la vuelta en la situación para centrarse, de nuevo, en los suyos propios. Este tipo de relación suele hacer que nos sintamos ignorados, ya que nuestros problemas son considerados menos importantes que los suyos.
Las faltas de respeto, la ausencia de reciprocidad y una actitud negativa constante, son otras de las señales que podemos encontrar en una amistad tóxica. Toda relación necesita un balance entre dar y recibir, en una amistad tóxica este equilibrio se rompe y se crea una relación desigual que puede resultar muy frustrante. Además, suelen enfocarse en lo negativo, utilizando el tiempo compartido para quejarse o hablar mal de otros.
La manipulación emocional a través de promesas incumplidas y la creación de falsas expectativas, son otros de los síntomas a tener cuenta para poder identificarlas. Aunque duela alejarnos de alguien con quien hemos compartido años de nuestra vida y momentos imborrables, se convierte en un acto de amor propio y en una necesidad latente mantenernos alejadas de este tipo de amistades que solo buscan nuestra compañía para su beneficio propio.
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