Paula Sáiz de Bustamante, nutricionista: "Los españoles no tomamos la suficiente fibra, esta es la cantidad recomendada"

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La fibra alimentaria, ese nutriente a menudo ignorado frente a otros más mediáticos como las proteínas, empieza a ganar el lugar que merece en el ámbito de la salud preventiva. Numerosos estudios científicos señalan que una ingesta adecuada de fibra no solo mejora la digestión, sino que puede tener un impacto directo en la prevención de enfermedades graves como la diabetes, el cáncer de colon o las dolencias cardiovasculares.

Así lo recuerda Paula Sáiz de Bustamante, experta en nutrición conocida en redes sociales como @nutricion.online.salud, en una reciente publicación de Instagram donde lanza una advertencia clara: "Los alimentos ricos en fibra pueden salvar vidas". La nutricionista señala que, mientras en redes sociales se percibe una gran preocupación por el consumo de proteínas, la fibra sigue siendo una gran olvidada, a pesar de su papel clave en la prevención de patologías crónicas.

Según recoge Sáiz de Bustamante, el estudio ANIBES, una investigación nacional sobre hábitos alimentarios realizada por la Fundación Española de Nutrición, revela que la población española ingiere proteína en cantidades suficientes. Sin embargo, los datos sobre la fibra son preocupantes. En el caso de los adultos entre 18 y 64 años, el consumo medio no alcanza los niveles mínimos recomendados. Los hombres apenas llegan a 12,6 gramos diarios y las mujeres a 5,7, cuando la EFSA, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, establece que el mínimo debe situarse en 25 gramos al día.

Para corregir esta carencia, la experta recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: legumbres, frutas, verduras y cereales integrales. Son productos accesibles, versátiles y con múltiples beneficios para la salud, desde mejorar el tránsito intestinal hasta reducir el riesgo de enfermedades metabólicas.

En cualquier caso, antes de modificar de forma significativa la dieta, es importante contar con la orientación de un profesional de la salud o un dietista-nutricionista. Cambiar hábitos sin asesoramiento puede ser contraproducente, incluso cuando se trata de nutrientes tan beneficiosos como la fibra.