Es noticia
Menú
Tu gato no pasa de ti: simplemente vive en su propio universo y tú aún no tienes el mapa
  1. Vida saludable /
ENTORNO

Tu gato no pasa de ti: simplemente vive en su propio universo y tú aún no tienes el mapa

Quizá no te obedezca, pero cuando decide acercarse y ronronear a tu lado, lo hace porque quiere y ese, en el lenguaje felino, es el mayor gesto de cariño posible

Foto: Gato relajado en su propio universo. (Aleksandar Cvetanovic/Pexels)
Gato relajado en su propio universo. (Aleksandar Cvetanovic/Pexels)

Si alguna vez has sentido que tu gato te ignora con una elegancia que roza la provocación, no estás solo. Muchos dueños confiesan esa frustración: hablan, ordenan o llaman... y el minino ni se inmuta. Pero, según explica el veterinario Santiago García Caraballo, autor del libro Cómo tener un gato y no tirarlo por la ventana, en un artículo del sitio web "Muy Interesante", el problema no es tu gato: es tu enfoque.

Los humanos tendemos a medir el comportamiento felino con la vara de los perros, pero el paralelismo es injusto. Mientras el perro busca la aprobación de su líder, el gato no tiene ningún interés en ganarse medallas. Su antepasado, el Felis lybica, fue un cazador solitario, y esa independencia sigue muy viva en su ADN. En otras palabras: tu gato no obedece porque no necesita hacerlo. Comparte su espacio contigo por elección, no por jerarquía.

placeholder Gato jugando en casa (Fuente: Pexels)
Gato jugando en casa (Fuente: Pexels)

La idea de “disciplinar” a un gato con castigos es, además, un grave error. Los gritos, el encierro o los “no” rotundos solo consiguen que se estrese y se esconda. “Para un gato, el castigo no es una corrección, es una agresión”, explica García Caraballo. Si tu mascota se aleja después de una reprimenda, no lo hace por rencor, sino por miedo.

Los comportamientos que más desesperan, como marcar con orina, arañar muebles o maullar de madrugada, suelen ser señales de ansiedad o de que algo ha cambiado en su entorno. Una mudanza, un nuevo mueble o incluso una visita inesperada pueden alterar su equilibrio. Marcar su territorio con olor o arañazos es, para él, una forma de recuperar el control.

TE PUEDE INTERESAR

Por eso, entender a un gato implica más observación que imposición. Necesita lugares altos para vigilar, juguetes que despierten su instinto cazador y rutinas que le den seguridad. Y sobre todo, necesita que respetes su espacio. Si se esconde, déjalo hacerlo. Si se muestra distante, no lo tomes como un desaire: está regulando su mundo interior.

De este modo, ganar la confianza de un gato no se consigue con autoridad, sino con paciencia. Quizá no te obedezca, pero cuando decide acercarse y ronronear a tu lado, lo hace porque quiere, y ese, en el lenguaje felino, es el mayor gesto de cariño posible.

Si alguna vez has sentido que tu gato te ignora con una elegancia que roza la provocación, no estás solo. Muchos dueños confiesan esa frustración: hablan, ordenan o llaman... y el minino ni se inmuta. Pero, según explica el veterinario Santiago García Caraballo, autor del libro Cómo tener un gato y no tirarlo por la ventana, en un artículo del sitio web "Muy Interesante", el problema no es tu gato: es tu enfoque.

Bienestar
El redactor recomienda