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Miriam Ungría, cinco años después del fatal accidente
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su marido, Kardam de bulgaria, sigue inmovil

Miriam Ungría, cinco años después del fatal accidente

Desde el 15 de agosto del 2008 Kardam de Bulgaria permanece sin movilidad y capacidad para comunicarse. Miriam siempre ha estado a su lado

Foto: Miriam Ungría y Kardam de Bulgaria en la boda de los Príncipes de Asturias (I.C.)
Miriam Ungría y Kardam de Bulgaria en la boda de los Príncipes de Asturias (I.C.)

Hace cinco años, Kardam de Bulgaria, hijo del rey Simeon, y su mujer Miriam Ungría regresaban de su finca segoviana en Riaza y tuvieron un gravísimo accidente del que milagrosamente ambos salieron con vida, pero no ilesos. No obstante, el resultado no fue igual para los dos. Miriam sufrió distintas fracturas, pero se recuperó totalmente, mientras que para su marido las secuelas fueron irreversibles y desde el 15 de agosto del 2008 permanece sin movilidad y capacidad para comunicarse.

Su salud no ha mejorado, pero tampoco ha empeorado en estos años en los que su mujer ha demostrado coraje, fortaleza, valentía y firmeza al tomar determinadas decisiones que no siempre eran bien apreciadas por miembros de la familia de su marido. Una de ellas fue la determinación de Miriam de probar cualquier tratamiento alternativo que pudiera mejorar la evolución del padre de sus dos hijos. Ante esas posibilidades no dudaba. Le hablaron de un centro en Galicia especializado en este tipo de accidente dirigido por el doctor Jesús Devesa y hasta allí se desplazó con su unidad familiar.

Optimista por naturaleza,los mínimos avances eran una victoria y así continúa en la actualidad confiando en que a veces los milagros existen. Al cabo del tiempo regresaron a Madrid y el domicilio se reestructuró para que la estancia del príncipe fuera lo más cómoda posible y los hijos se adecuaron a una vida diferente al del resto de sus amigos del colegio y en función de la evolución paterna.

Mientras en los primeros años, la dedicación de Miriam fue de exclusividad total, el tiempo dio paso a la rutina y la princesa de Tirnovo recuperó parte de su vida personal y profesional.

Su primera salida social fue a la boda real de Guillermo de Luxemburgo, donde apareció radiante con un espectacular diseño de Eduardo Ladrón de Guevara y del brazo de su cuñado Kiril, sin pareja oficial desde que se separó de Rosario Nadal.

Y la vida ha continuado. El año pasado, coincidiendo con el 50 cumpleaños de su marido, Miriam quiso que ese día fuera especial para todos y decoró la casa con globos multicolores y flores. Meses antes había pedido a los amigos y familiares que le hicieran llegar fotos, vídeos o cualquier imagen que estuviera relacionado con la etapa feliz de Kardam. La respuesta fue unánime y ese domingo la casa se convirtió en una entrar y salir de gente querida. Apareció la infanta Elena con Froilán y muchos amigos que de esa forma querían dar su apoyo total a Miriam y sus hijos. El tiempo es ahora el mejor aliado para el príncipe.

Nacido en Madrid, Kardam es el primogénito de los cinco hijos deMargarita Gómez Acebo y Simeón, heredero de la corona de un país que no reconoce la monarquía ya que la abolió en 1946. Entre 2002 y 2005, Simeón de Sajonia Coburgo fue primer ministro de Bulgaria. Actualmente pasa largas temporadas en su país donde suele visitarle su hija Kalina, la más apegada a su padre.

Una "broker" entre esmeraldas

La princesa de Tirnovo, experta en gemología, cambió la imagen de la firma joyera Carrera con sus diseños impecables. Los bocetos realizados se convertían en espectaculares collares, pendientes, brazaletes o anillos que nada tenían que ver con el barroquismo anterior. Dejó la empresa y se convirtió en imagen de los joyeros italianos Nardi, los creadores de los “moretos”, un broche inspirado en los soldados venecianos del siglo XVIII.

Miriam, que lleva más de veinteaños en el mundo de la gemología, se dedica también a orientar y aconsejar a inversionistas en piedras preciosas. Es decir, es una especie de broker que se mueve entre esmeraldas, rubíes, topacios y diamantes. Dicen que muchas de ellas traen suerte.

Hace cinco años, Kardam de Bulgaria, hijo del rey Simeon, y su mujer Miriam Ungría regresaban de su finca segoviana en Riaza y tuvieron un gravísimo accidente del que milagrosamente ambos salieron con vida, pero no ilesos. No obstante, el resultado no fue igual para los dos. Miriam sufrió distintas fracturas, pero se recuperó totalmente, mientras que para su marido las secuelas fueron irreversibles y desde el 15 de agosto del 2008 permanece sin movilidad y capacidad para comunicarse.

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