La infanta Elena y su recuerdo emocionado a Bimba Bosé y a su hija Dora

La infanta Elena acudió a la convocatoria organizada este lunes en Madrid por la peña taurina Las Majas de Goya, que preside María Ángeles Sanz, para recoger su premio como Goyesca del Año. La cita estaba prevista a las ocho y media en el restaurante La Masía de José Luis y esta vez no hubo cancelación por parte de la primogénita Borbón. Hace dos meses y debido a una gastroenteritis aguda, no pudo acudir a la entrega de premios y hubo que retrasar el acto. Por fin se pudo cuadrar su agenda y la del resto de premiados y celebrar la fiesta de Las Majas.

La infanta apareció a la hora prevista vestida con una chaqueta corta muy taurina y participó del cóctel previo a la cena. A diferencia de reuniones con un protocolo mas rígido, donde el horario y las conversaciones están más marcados, doña Elena se mostró encantadora y habladora con los invitados que se le acercaban. Además de agradecer las muestras de cariño y las felicitaciones por acudir el pasado año a las ferias taurinas de San Isidro y San Sebastián con su padre el Rey y sus hijos, Froilán y Victoria, tuvo palabras de cariño hacia Bimba Bosé.

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"Cuando esta mañana me enteré de la triste noticia me quedé impactada. Sabía que tenía cáncer, pero pensaba que evolucionaba satisfactoriamente. Es una pena. La traté bastante cuando su hija Dora acudía a Micos, la guardería en la que estuve trabajando unos años. Era muy agradable. Es una tragedia y una pena para sus hijas que aún son muy pequeñas y la van a echar mucho de menos. Es una mujer que ha dado un ejemplo de entereza y fortaleza admirable. Que lástima que no haya podido superarlo. Le mando a su familia todo mi cariño", contaba doña Elena a Vanitatis antes de que comenzara la entrega de premios

Fue una noche muy emotiva y no solo por el recuerdo de la duquesa de Lugo a Bimba Bosé, sino por la presencia de la madre y la mujer de Víctor Barrio, que recogieron la mención especial al torero fallecido el pasado 9 de julio en la plaza de Teruel. Lágrimas de la familia y aplausos por parte de los asistentes, entre los que se encontraba María Ángeles Grajal, secretaria de la peña; su marido, Jaime Ostos; David Mora, también premiado junto a los hermanos Lozano; el consejero de presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido; Patro Soto, las hermanas Peña, hijas de José Luis Peña, dueño de la empresa de azulejos que lleva su nombre; Manuel Ángel Fernández, director de Asuntos Taurinos, y María José, hija del que fuera fundador de la cadena de restaurantes José Luis.

Esa noche, muchos de los invitados, como el exalcalde de Madrid Jose María Álvarez del Manzano y su mujer María Eulalia, recordaron al fallecido tabernero (como quería José Luis Solaguren que le llamaran) y sus miles de anécdotas compartidas a lo largo de su vida. Al estar la infanta Elena, la hija preferida de Don Juan Carlos, comentaron la relación tan directa que el Rey emérito tuvo con el empresario de la restauración.

Además de intercambiarse las corbatas con él cuando era jefe del Estado, Don Juan Carlos se apoyaba físicamente en el tabernero en algunas de las recepciones en el Palacio Real o en el Pardo. Le decía: "José Luis, siempre estás al quite, quédate aquí a mi lado, que así disimuladamente me apoyo en tu brazo". Y era lo que hacía, como contaban los que lo conocieron en profundidad.

La duquesa de Lugo con su premio en mano se despidió de Las Majas de Goya y del resto de invitados. Como la Cenicienta, lo hizo cuando sonaron las doce de la noche.

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