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Islas Molucas, el paraíso en la tierra
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Islas Molucas, el paraíso en la tierra

Te preguntarás una y otra vez si no es este el bíblico e idílico Edén. Para la repuesta solo tendrás que mirar a tu alrededor. Te estará abrazando un mar de agua tan transparente que no parece real

Foto: La isla de Ceram, en el centro del archipiélago de las Molucas (Foto: Gtres)
La isla de Ceram, en el centro del archipiélago de las Molucas (Foto: Gtres)

Ni Bali ni Sumatra ni Sulawesi. Al trotamundos que somos esta vez se le van los pies hasta las Molucas, un paraíso en la tierra indonesia aún por conquistar y encima con olor a pimienta negra, clavo y nuez moscada. Estaremostan rodeados de mar que hasta nosotrosmismos nos sentiremosuna isla. ¿Te apuntarás a bucear? Lo que síharás, sin duda, es preguntarte una y otra vez si no será esteel bíblico Edén. El ilustre Magallanes se dejó la vida queriendo alcanzar sus costas. Te contamos todo lo que necesitas saber para desenvolverte por este laberíntico archipiélago lleno de corales, por supuesto como pez en el agua. ¿O habría que decir firmamento, por las estrellas (de mar)?

Te las encontrarás escritas en indonesio. O sea Maluku. O con su nombre de estar por casa, que nos gusta aún más: 'las islas de las especias'. ¿Quieres saber cuáles son? Sobre todo, el clavo de olor, en cuya producción ha competido históricamente con Madagascar, y la nuez moscada, el oro de la Edad Media. Siéntete un mercader indio o chino por estas rutas. Molucas viene del árabe Jazirat al-Muluk, o sea, ‘isla de los reyes’. No podíamos pedir más.

Coge un mapa y búscalas ya. Para empezar a soñar. La geografía es el vestíbulo donde esperan los grandes viajeros: entre Indonesia y Nueva Guinea, en la región de Melanesia, o si prefieres, en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Compón tu propia ‘canción del pirata’. Estos mares no son para menos. Y si eres buceador de pro, préparate porque encontrarás tu lugar en el mundoentre arrecifes de coral, por cierto muy amenazados por la pesca con dinamita. Apunta el nombre de Nusa Laut, la más pequeña de las islas Lease, sin habitar.

Cómo llegar. Tendrás que aterrizar en avión (en Ambon hay aeropuerto, el de Pattimura) y una vez allí desenvolverte en barco. En estas tierras (mares), hay más puertos que caminos. Que sepas que se las disputaron españoles y portugueses en el siglo XVI, y después ingleses y holandeses. Te saldrán al paso edificios coloniales, cañones oxidados y fortalezas. Hubo buques de guerra;hay barcos de pescadores. Ni rastro de piratas.

De isla en isla. Hay muchasparaelegir ya cual más bella.En todas reina no ya la tranquilidad, sino el letargo. Esán habitadas, la que están,por pescadores y apenas hay infraestructura turística: es parte de su encanto. Las playas son paradisiacas, de arena blancay finísima, el agua más que transparente y llena de peces de colores, y la vegetación muy exuberante.

Lleva una buena cámara. Estarás en una reserva natural típica de documental de La 2. Sobre todo, si osas meter tu cabeza (y tu cuerpo) bajo el agua y nadas por las profundidades marinas, que aquí alcanzan cotas insospechadas. Todo lo que verás a tu alrededor te resultará la mar de exótico; desde los mercados llenos de pescado fresco, frutas, verduras y gallos, hasta la plantaciones de cocos, bananas y clavo. Por no hablar de las islas desiertas, como la Molana, a un cuarto de hora de Saparua (la más grande de las Lease), al este de Ambon, en lancha. ¡Y tiene unos bungalós para hospedarte!

Las playas que habías soñado. Están aquí, concretamente en las islas Kei, en el mar de Banda: por ejemplo, las de Pasir Panjang, con cocoteros y agua turquesa como manda la estética de postal. Son salvajes y tentadoramente vírgenes. En la capital, Banda Neira, tarde o temprano se desemboca en busca de tiendas, información u hotel, el campamento base del que partir hacia las islas;enre ellas, la de Api, que tiene un volcán activo (Gunungapi). Parece que la tierra hubiera sido creada ayer.

Dónde alojarte. En el paraíso no hay resorts y aquí tampoco. ¿O sí?Hay un hotel colonial donde cuentan las crónicas que estuvieronLadi Diana, Jacques Cousteau o Mick Jagger, el Maulana, y un hostal, el Mutiara, que goza de cierto predicamento entre los viajeros sin fronteras y donde podrás probar la comida tradicional. Pero si lo que quieres es un hotel mayúsculo, lo encontrarás en Ambon, el Natsepa con vistas a Baguala Bay y las montañas de la península de Leitimur. Desde aquí a las islas Bandasolo hay un paso.

Ni Bali ni Sumatra ni Sulawesi. Al trotamundos que somos esta vez se le van los pies hasta las Molucas, un paraíso en la tierra indonesia aún por conquistar y encima con olor a pimienta negra, clavo y nuez moscada. Estaremostan rodeados de mar que hasta nosotrosmismos nos sentiremosuna isla. ¿Te apuntarás a bucear? Lo que síharás, sin duda, es preguntarte una y otra vez si no será esteel bíblico Edén. El ilustre Magallanes se dejó la vida queriendo alcanzar sus costas. Te contamos todo lo que necesitas saber para desenvolverte por este laberíntico archipiélago lleno de corales, por supuesto como pez en el agua. ¿O habría que decir firmamento, por las estrellas (de mar)?

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