Marichalar se evapora en ‘la noche de los encuentros’

Aunque faltan semanas para la Navidad, las firmas comerciales de lo que sea (coches, perfumes, pollos, joyas, jamones, ropa…) se adelantan organizando sus propias celebraciones con invitados de todo tipo y condición. El éxito radica en disponer de varias cabezas de cartel, un marco incomparable y una puesta en escena imaginativa. Todo esto debe estar bien aderezado con una serie de ‘encuentros casuales’ entre algunos invitados que convierta el acto en noticia más allá del mero reclamo publicitario.

Por ejemplo, la convocatoria de la Princesa de Orleáns y sus huestes organizados por la sin par María Cerezo, para presentar el nuevo perfume de Dior, se podría catalogar como la ‘velada de los encuentros’. Para unos, con su propia esencia, y para otros, con amores que acabaron reñidos. Ya saben, que como dice el refrán son los más queridos. Y como en las películas el orden de aparición fue de la siguiente manera: Gonzalo Miró se encontró con el príncipe que lleva dentro; Mónica Cruz con Miguel Ángel Muñoz o a la inversa porque no quedó claro quién busco a quién y Carmen Cervera, con sus esmeraldas. Les aseguró que de haber existido un arco de seguridad no habría soportado la intensidad dado el tamaño y peso de las piedras preciosas.

Mientras se daban estas citas circunstanciales, Jaime de Marichalar, al que se esperaba en la fiesta por su amistad con la anfitriona, se evaporó por las calles de Madrid como el fantasma Casper. A la misma hora en que la carroza encantada (Ver ‘Gonzalo Miró, un príncipe encantado’) trasladaba a la actriz Eva Green al hotel Ritz, el duque y su coche se perdía por esa misma zona noble de Madrid. Una cena en un domicilio de la calle Alfonso XII debía resultar más cómoda y acogedora que una cita multitudinaria, aunque ésta fuera de gala y convocada por uno de los productos que conforman LVMH, la megaempresa de lujo que preside Bernard Arnault y de la que el duque de Lugo es su mano derecha. De hecho, toda la familia Arnault le ha dado apoyo y afecto tras hacerse público el “cese temporal de la vida conyugal”. Incluida Delphine, la bella e inteligente hija que en su día “alguien” pretendió colocarle al Príncipe Felipe. Pero es lo que tienen las herederas brillantes que además han nacido en país con presidente de República, que prefieren civiles para casarse -como hizo ella con Alessandro Vallarino-, a futuros reyes reinantes. El lujo y el dinero lo tiene en casa y la libertad de movimiento, también.

Los tres protagonistas

Los tres protagonistas -Gonzalo, Tita y Mónica- despuntaron cada uno por su historia. En el caso del joven Miró, por ejercer de ‘príncipe valiente’ y volverse mudo cuando los reporteros le preguntan por Eugenia Martínez de Irujo. Para quien lo dude, Gonzalo es y ha sido el que mejor entiende y sabe llevar a la duquesita.

Carmen Cervera, la baronesa implacable, explicó por millonésima vez sus desencuentros con Gallardón por el replanteamiento urbanístico que afecta al Museo Thyssen (ella dice “mi museo”). Tiene prevista una reunión con el Ministro de Cultura y, si no hay cambios, enero se convertirá en el mes de su lucha armada. Del tema B&B (Borja y Blanca) imitó a Gonzalo Miró: silencio y vuelta al ruedo. En la intimidad parece que comentó que lo va a pasar mal, pero que no hay celebración navideña conjunta con el hijo de sus entrañas y la nuera embarazada. El pavo compartido se queda para mejor ocasión. Aunque el cuartel general sigue siendo Sant Feliu, la baronesa se instalará en Navidad en Villa Favorita con las mellizas. Contó que “las niñas ya saltan, corren, gritan, se pelean y lo hablan todo .Son muy diferentes. Carmen tiene los ojos azules y Sabina verdes. Carmen es muy presumida y a Sabina le gusta ver cuentos. Carmen es ordenada y Sabina no”. Por el momento, no habrá foto oficial de las hijas. “Prefiero mantenerlas al margen”. Aunque dado lo cambiante de nuestra baronesa puede ser que un día de estos nos convoque y, además del calendario de movilizaciones, nos enseñe a las hermanitas de Borja.

Respecto a Mónica Cruz, su futuro inmediato es más que prometedor. La línea de ropa que diseñó con su hermana ‘Pe’ ha funcionado de maravilla y la publicidad gratuita que le ha dado la Princesa Letizia al colocarse un par de modelitos ‘made in Cruz’ ha resultado sorprendente. La noche de ‘los encuentros mágicos’ lo más interesante fue precisamente esa colisión festiva con el que fuera su novio Miguel Ángel Muñoz. A continuación describiré la situación y después que cada uno saque las conclusiones que le parezcan. Llegaron cada uno con sus acompañantes respectivos. Primero ‘Mo’ y después Miguel Ángel. No coincidieron durante el cóctel ni tampoco estaba previsto que lo hicieran en la cena, tal y como figuraba en los cartelitos nominales de cada comensal. A pesar de todo, y con el destino en su contra, consiguieron lo que para otros resultó imposible: que una mano mágica cambiara los letreritos y, como si fueran los protagonistas de la canción de Cristina Rosenvinge (¡hago chas y aparezco a tu lado!), compartieran cena, secretos e intimidades. Una aclaración, el novio italiano de Mónica ya no existe y el resto de compañeros de mesa se hicieron invisibles para la pareja.