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Las pifias de los olímpicos y las celebrities en Twitter
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Las pifias de los olímpicos y las celebrities en Twitter

“Nunca escribir una opinión personal en caliente. Muchas veces en esos momentos decimos cosas que no queremos y cuando eres famoso la repercusión es mucho mayor

Foto: Las pifias de los olímpicos y las celebrities en Twitter
Las pifias de los olímpicos y las celebrities en Twitter

“Nunca escribir una opinión personal en caliente. Muchas veces en esos momentos decimos cosas que no queremos y cuando eres famoso la repercusión es mucho mayor pudiendo llegar a dañar tu imagen para siempre". Si el atleta británico Robbie Grabarz hubiese leído este consejo antes de subir a Twitter su fotografía desnudo con la bandera de Gran Bretaña tapándole sus partes íntimas, tal vez se hubiese librado de las críticas que le han llovido esta semana. La lección ‘tuitera’ es una de las que enuncia desde su página (www.juanmerodio.com)  Juan Merodio, una de las principales voces en España en redes sociales, web 2.0 y marketing online. Según él, ponente habitual en congresos sobre el tema, la mayoría de meteduras de pata de las celebridades en Twitter proviene de su nulo conocimiento de la repercusión que tiene la red social.

Y es que las meteduras de pata, a veces, son ‘muy gordas’. Las de algunos de los olímpicos han sido muy sonadas. Por ejemplo, la de la vallista estadounidense Lolo Jones, que no tiene desperdicio. Por si no fuese bastante con confesar su virginidad en la conocida red social, se quedó tan ancha cuando ironizó sobre la victoria de los italianos sobre los norteamericanos en el tiro con arco: “el equipo estadounidense masculino de tiro con arco ha perdido el oro con Italia, pero no pasa nada, somos americanos... ¿cuándo es la competición de tiro con pistola?”, aseguró. La gracia, tras la matanza de Denver relacionada con el estreno de la tercera entrega de ‘Batman’ no  gustó a ninguno de sus compatriotas.

Otro que no fue demasiado  afortunado con sus paisanos fue el triatleta Javier Gómez Noya, que, tras la derrota de la selección olímpica de fútbol de nuestro país, soltó la siguiente ‘perla’: "no creo q el fútbol deba ser olímpico: no compiten los mejores y ese rollo de tratar de engañar al árbitro, tirarse, protestar... No en JJOO!". Los defensores del fútbol enseguida salieron a defender el de nuestro país y, faltaría más, a ‘la Roja’.

No solo los olímpicos ‘meten la pata’

Los deportistas como Grabarz no son los únicos que se han topado con la ira de los internautas después de algún comentario desafortunado en su cuenta de Twitter. En las últimas semanas hemos visto como Marta Sánchez recibió, a lo largo de varios días, duras críticas por sus palabras sobre los funcionarios en el programa ‘¡Qué tiempo tan feliz!. En su caso, el error fue no acudir a tiempo a la red social para defenderse. Cuando lo hizo, dejando un comunicado en el que aclaraba la intención de sus palabras, el daño estaba hecho. Sus declaraciones llevaban bastantes horas dando la vuelta a las redes sociales.

Otro que debería aprender a utilizar la conocida red social es Andrés Calamaro, que se autoproclamó asesino en un ‘tuit’ que decía lo siguiente: “No es un grato recuerdo, pero hace ya bastantes años, en un altercado callejero, pues le quité la vida a un yonqui en Madrid”. En otro decía: “Aunque filosóficamente es interesante, y no es nada del otro mundo; le quité la vida a alguien y tampoco estoy demasiado orgulloso de eso”. Rápidamente, su representante acudió en su defensa asegurando que no era más que un juego con el que aludía a la película ‘American Psycho’. Demasiado tarde después del aluvión de ‘tuits’ referentes al tema.

Otro gran error de las ‘celebrities’ es cometer faltas de ortografía o mostrar su grado de desinformación. De lo primero podría dar una conferencia toda una experta, esa Paulina Rubio que, cuando se enteró que iba a ser madre  twitteó: “Voy hacer madre“, en vez de “voy a ser madre“. Y de desinformación sabe mucho Alejandro Sanz. Cuando una usuaria le pidió un ‘retweet’ para apoyar a los padres de la fallecida Marta del Castillo, Sanz contestó: "Que manía tenemos de juzgar antes de que lo hagan los jueces...Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario".

Otra de las infinitas posibilidades de Twitter es subir fotografías. Y a veces se suben algunas poco ‘adecuadas’. Es lo que le ocurrió a Santiago Cañizares, que tal vez pensó en otro de los consejos de Merodio, que asegura que “hay que pensar más en los usuarios que en uno mismo cuando se sube algo a la red”. Muchos de los  ‘followers’ de Cañizares quedarían encantados cuando subió una fotografía de su pareja, Mayte García, desnuda y recién salida de la ducha. ¿La explicación  para este despropósito que tan poca gracia le haría a la señora Cañizares?  El comentarista deportivo y exfutbolista  la achacó a uno de sus hijos: “He acabado el Rally de Avilés ahora mismo, no he hecho nada más que correr esta tarde... Los hijos hacen travesuras de vez en cuando”, apuntó.

Travesuras o no, está claro que, como bien dice Juan Merodio, a veces las celebrities no son conscientes de que “el tiempo lo borra todo, pero creo que hay cosas que siempre se quedan ahí y no se olvidan". Algunos seguro que desearían una máquina que extrajese sus desaciertos tuiteros del cerebro de sus followers.

“Nunca escribir una opinión personal en caliente. Muchas veces en esos momentos decimos cosas que no queremos y cuando eres famoso la repercusión es mucho mayor pudiendo llegar a dañar tu imagen para siempre". Si el atleta británico Robbie Grabarz hubiese leído este consejo antes de subir a Twitter su fotografía desnudo con la bandera de Gran Bretaña tapándole sus partes íntimas, tal vez se hubiese librado de las críticas que le han llovido esta semana. La lección ‘tuitera’ es una de las que enuncia desde su página (www.juanmerodio.com)  Juan Merodio, una de las principales voces en España en redes sociales, web 2.0 y marketing online. Según él, ponente habitual en congresos sobre el tema, la mayoría de meteduras de pata de las celebridades en Twitter proviene de su nulo conocimiento de la repercusión que tiene la red social.