Meritxell Batet y José María Lassalle: la ruptura PP – PSOE también llega al 'cuore'

A pesar de sus evidentes diferencias, la que formaban Meritxell Batet y José María Lassalle era una de las parejas más consolidadas del panorama político. Ella es cabeza de lista del PSC, él secretario de Estado de Cultura del PP. Dos personajes situados en las antípodas ideológicas que hace once años supieron dejar su profesión a un lado para darle prioridad al amor y formar una familia en común. Sin embargo, no ha podido ser y aquel matrimonio idílico no ha resultado ser tal y se ha terminado rompiendo.

Así lo informaba este mismo lunes 'La Vanguardia', que en un artículo dedicado al actual liderazgo de Meritxell deslizaba, previo beneplácito de la protagonista, que se había separado. En él se retrataba el lado más humano de la socialista y se hacía hincapié en el que es actualmente el proyecto más importante de su vida más allá de la política: las mellizas Adriana y Valeria, fruto de su relación con Lassalle. Ambas, lamentablemente, conocerán esa misma sensación que vivió su madre cuando era niña: ser hijas de padres divorciados.

La ruptura de sus padres obligó a Meritxell a crecer en una casa en la que se conocían bien las estrecheces económicas. Compaginó sus estudios con un trabajo como camarera y así ayudó a que la economía familiar fuera algo más desahogada. Pronto despuntó en su carrera de Derecho y después en política, a pesar de no tener demasiadas aspiraciones en este terreno. Fue en este campo (alguno dirán que de batalla) donde conoció a su ya exmarido, José María Lassalle, siete años mayor que ella.

Fue durante un discurso en el año 2005 y apenas unos meses después se casaron. Lo hicieron en la tierra de él, en Cantabria, más concretamente en la colegiata románica de Santillana del Mar. A su boda acudió el círculo más cercano de los contrayentes y por expreso deseo del novio se impidió la entrada a la prensa. Esa privacidad quisieron conservarla también durante su matrimonio y lo más que alguno de los dos ha llegado a decir de su controvertida relación ha sido que intentaban no hablar de política en casa.

Teniendo en cuenta esta máxima, lo más probable es que su separación se deba a otro tipo de diferencias que no corresponden a las ideológicas. Esas la pareja dejó muy claro que sabía mantenerlas al margen, aunque con eso no ha sido suficiente para salvar su matrimonio.

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